Capítulo 112

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Harry despertó muy temprano al día siguiente, con un sentimiento casi tan ansioso como el que había tenido la mañana de la audiencia disciplinaria en el Ministerio de Magia. No solo la perspectiva de abrir la oficina de Umbridge y usar su chimenea para hablar con Sirius lo estaban haciendo sentirse nervioso, sin embargo eso era desde luego bastante malo; hoy por casualidad iba a ser la primera vez que Harry se encontraría en un espacio cerrado muy cerca de Snape desde que él lo había echado de su oficina. Y, para su mala suerte, necesitaba de su ayuda para encontrar a Venus. Y tan solo tenía hasta el final de las clases para encontrarse con ella. Los gemelos, Ron y Hermione se habían ofrecido para dejar señuelos por todas partes para darle a entender a Venus que ocupaban su ayuda.

Después de descansar en su cama considerando por algún tiempo el día que tenía por delante, Harry se levantó muy lentamente y se fue a la ventana que estaba al lado de la cama de Neville, y mirando hacia afuera se fijó que era una mañana verdaderamente gloriosa. El cielo estaba muy claro, nebuloso de un azul opalescente. Directamente delante de él, Harry podía ver abajo el gran árbol donde su padre había atormentado a Snape. No estaba seguro de lo que Sirius le podría decir que compensara lo que había visto en el Pensadero, pero estaba desesperado por oír la propia historia de Sirius de lo que había sucedido, conocer cualquier factor que disminuyera lo que había sido, cualquier excusa del comportamiento de su padre...

Algo atrapo la atención de Harry: un movimiento en el borde del bosque Prohibido. Harry miro de reojo por el sol y vio a Hagrid salir de entre los árboles. Parecía que estaba cojeando. Cuando Harry miro, Hagrid se tambaleo en la puerta de su cabaña y desapareció en el interior de ella. Harry miró la cabaña por varios minutos. Hagrid no volvió a salir de nuevo, pero comenzó a salir humo de la chimenea, así que Hagrid no podía estar muy mal herido si había sido capaz de prender el fuego. Harry se alejó de la ventana, se dirigió hacía su baúl y comenzó a vestirse.

Con la perspectiva de forzar la puerta de la oficina de Umbridge adelante. Harry nunca había esperado que el día fuera tranquilo, pero él tuvo que ignorar los intentos casi continuos de Hermione para disuadirlo de lo que estaba planeando hacer a las cinco de la tarde. Por primera vez ella no prestaba atención a la clase del profesor Binns.

En la clase de Historia de la magia entre Harry y Ron, mantuvo un murmullo de reproche al oído de Harry que trató difícilmente de ignorar.

—...Y si te capturan allí, aparte de que te van a expulsar, será capaz de suponer que estabas hablando con Hocicos y esta vez ella te forzará a beber el Veritaserum y vas a responder sus preguntas...-

— ¿Hermione— dijo Ron con voz indignado, -vas a parar de hablar con Harry y poner atención a Binns, o voy a tener que tomar mis propios apuntes?-

— ¡Toma apuntes para variar, eso no te va a matar!-

Según por lo que le había explicado Ron por la mañana los señuelos estaban diseñados para que Venus y Harry se encontraran en los baños donde habitaba Myrtle la llorona justo a la hora de la comida. Sin embargo tenía que asegurarse de que ella seguía en el colegio así que en el momento que llegaron a las mazmorras, ni Harry ni Ron le hablaban a Hermione. Sin estorbos, se aprovechó de su silencio para mantener terribles advertencias en forma continuas, manteniéndolas como un silbido constante que hizo que Seamus perdiera casi cinco minutos verificando si su caldero tenía algún orificio.

Snape, sin embargo, parecía haber decidido actuar con si Harry fuera invisible. Para Harry, por supuesto, esta táctica era bien conocida, como era una de las favoritas de su tío Vernon, y en general estaba muy agradecido por no tener que sufrir algo peor. Aunque eso no le aseguraba que Snape le diera alguna respuesta acerca de Venus.

-*-

Venus estaba curiosa por saber que rayos querían con ella, los señuelos que estaban en varios lugares, habían sido demasiado evidentes al dejarlos y se sorprendía porque nadie más los había visto. Todo había comenzado en la mañana cuando había salido de bañarse, ya nadie estaba en la sala común de Slytherin.

Un momento después cuando salió de su antigua habitación encontró un pedazo de pergamino, que traía una simple frase que cualquier persona habría dejado pasar, el pergamino decía:

"Un León y una Serpiente"

Pensó por un momento en que podría significar eso, en términos escolares un león y una serpiente no se podían llevar, en Hogwarts los Slytherins y los Gryffindors eran enemigos natos. A menos de que un Gryffindor tuviera una hermana Slytherin.

Y por lo que ella sabía, la única que tenía hermanos en Gryffindor era ella. Así que curiosa por que más le dejarían salió de la sala común de Slytherin. Por la parte de atrás del pergamino habia un lugar: Las cocinas de Hogwarts.

La Promesa De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora