Capítulo 76

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Aquí esta la cuarta parte del maratón y si llegan a 40 votos hoy mismo subo otro. Recuerden que ya tenemos grupo de Whatsapp y que si quieren ser parte de el, tan solo tienen que mandarme un mensaje privado con su numero. 

Lo habían encontrado, no sabía quién los habia ayudado, pero habían encontrado a la Quimera, de principio sus guardianas habían tratado de calmarla, asegurarle que no iban a hacerle daño.

No resulto, definitivamente no resulto.

Se encontraban escondidos atrás de una enorme piedra que los cubría del fuego que les lanzaba aquella Quimera enfurecida. Trataban de idear un plan, pero simplemente no funcionaba.

La pelinegra se armó de valor, más de lo que ya tenía, y salió a enfrentar a la Quimera, con espada en mano y una armadura de metal negro que estaba cubriendo poco a poco a la chica, se dispuso a atacar.

La Quimera vio a los ojos a Aluminé, se estaban retando con la mirada, ninguna de las dos dispuestas a ceder terreno. Venus empuño la espada y se dispuso a atacar.

Corrió hasta donde estaba la bestia.

Algo corría junto a ella.

Dos bestias que ya eran suyas.

Corrían a la par.

Dispuestas a dar la vida por su dueña.

-*-

Astrid McGraw salió de la biblioteca corriendo, no estaba dispuesta a hacer lo que ese tal Dave le pedía, ella no era una asesina, estaba dispuesta a quitarse a Shirley de encima pero no matándola.

Camino hacia la sala común de su casa, pero no llego porque choco con alguien y ambas cayeron al suelo, Astrid se levantó rápido para ayudar a Hermione. Ambas caminaron a la sala común y se quedaron ahí platicando de todo y de nada.

—Bueno Astrid me tengo que ir.

—No quiero ser entrometida, pero ¿puedo ir contigo? Mira si no quieres no hay problema pero casi nadie me habla por ser amiga de Venus, o bueno por haber sido su amiga.

—Hablas como si ya no fueran amigas, yo estuve ahí cuando te defendió de todos.

—Si bueno, surgió un problema que lo arruino todo entre nosotras.

—Ven vamos, pero no puedes decirle a nadie de esto ¿vale?

—Vale.

—Vamos a llevarle unas cosas a Harry, tiene unas clases especiales de Oclumancia con Snape.

— ¿Clases de Oclumancia?

-*-

La que estaba a su lado derecho fue la primera en atacar, fijando su atención en la cabeza del león, al ser ambos parte león tratarían de ser los líderes, la Manticora ataco a la parte del león. Haciendo que las otras dos cabezas se distrajeran.

Y ella junto a la Pesadilla pudieran atacar. La pesadilla se fue en contra de la cabeza de cabra, dejando que Venus se arreglara con la cabeza de dragón. Corrió hasta que quedo frente a esos ojos rojos que la miraban.

Empuñando su espada se dispuso a dar el primer golpe, esquivando la mordida que le iba a dar, clavo su espada en el cuello de la Quimera. Haciendo que se enojara y atacara con más precisión a Venus.

La chica cayó al suelo de sentón lastimándose un poco, pero no tardo tanto cuando ya estaba de pie y una vez más ataco a la quimera.

Alec desde lejos veía como se estaba librando la batalla, la Manticora de Venus atacaba con alta precisión la cabeza de león, la Pesadilla atacaba a la cabeza de cabra y poco le faltaba para vencerla. Venus era la que estaba sufriendo más, ya que cada vez estaba más débil.

Eso de estar conectada con todas sus mascotas no le ayudaba en nada. Por cada golpe que les daban a sus dos mascotas, ella también los recibía haciendo que cada vez se debilitara más.

No dudaba que en algún momento de la batalla cayera rendida por los golpes. Pero ella no se iba a rendir tan fácilmente, no era una cobarde y mucho menos era débil. Con una fuerza renovada volvió a atacar, pero esta vez su golpe fue casi mortal, dejando inconsciente a la cabeza de dragón.

Se paró un momento a ver la situación de sus mascotas, la Manticora seguía de pie, sangrando un poco, pero de pie, lista para atacar nuevamente a el león. La Pesadilla por su parte atacaba con tanta rapidez que a la cabra no le daba tiempo de defenderse.

Los que veían la pelea desde lejos, vieron que de un momento a otro las tres bestias y Venus caían al suelo como si se hubieran sincronizado.

Antes de que pudieran acercarse a ayudar a su amiga, vieron como del cielo baja un ave de grandes dimensiones, de color negro, Alec se preguntaba porque de la nada todos los animales de Venus o que estaban cerca de ella eran negros.

Vieron cómo se avecinaba una tormenta, se acercó a Venus y con magia, quito su armadura dejando a la chica en un short y una playera de tirantes. Se acercó a su pierna y con un destello hizo que una nueva marca apareciera en ella.

Venus sintió un fuerte dolor en su pierna, por lo que se despertó de golpe, viendo a una enorme ave de color negro que la veía a los ojos. Y luego oscuridad, una vez más, haciendo que se sumiese en un profundo sueño. 

La Promesa De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora