— ¡Esa es McGonagall! –susurró Hermione.
— ¡Déjenlo tranquilo! ¡Déjenlo he dicho! —se oyó la voz de la Profesora McGonagall a través de la oscuridad. — ¿Por qué atacan? Él no ha hecho nada, que merezca eso.
Hermione, Parvati y Lavender gritaban. Las figuras alrededor de la cabaña dispararon sus hechizos hacia la Profesora McGonagall. A mitad de camino entre la cabaña y el castillo los rayos rojos chocaron con ella; por un momento ella miró, brillando en una misteriosa luz roja, entonces fue levantada por el aire, cayó con fuerza sobre su espalda y no se movió más.
De la nada cierta chica habia aparecido en medio de la nada, dejando a las personas que la observaban sorprendidos por su repentina aparición.
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Venus sintió tanta impotencia que no le importo desobedecer las órdenes que le habia dado el viejo Dumbledore. Se levantó con cuidado de no lastimar más al pobre perrito y se quitó la capa de Potter.
Su enfado era tal que no se habia percatado de que, de un momento a otro, estaba rodeada de sus guardianas, que por el aura que las rodeaba aportaban más luz de la necesaria, además de que también la Pesadilla estaba con ella.
Su cabello negro como la noche, sus ojos rojos y su sonrisa sádica no tardaron en apoderarse de ella por completo. Saco la varita de su bolsillo y se dispuso a atacar.
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Los rayos de luz iban de un lado a otro, los rojos iban en dirección a Venus y los verdes para las seis personas que aun intentaban capturar al semi gigante, las tres guardianas de Venus se la pasaban cubriéndola de los hechizos que iban directo hacia ella.
El enorme caballo negro cubría el cuerpo aturdido de la Profesora McGonagall, evitando que nadie se acercara a ella.
—¡Gárgolas galopantes! —gritó el Professor Tofty quien también parecía haber olvidado el examen completamente. —¡Sin ninguna advertencia previa...! Que comportamiento vergonzoso...!
—¡COBARDES! –bramó Hagrid; Su voz llegaba ahora claramente a la parte superior de la torre, y varias luces parpadearon dentro del castillo. —¡COBARDES... RASTREROS! TOMEN ESTO... Y ESTO OTRO...
—Dios mío... —jadeó Hermione.
Hagrid asestó dos golpes a sus asaltantes más cercanos; A juzgar por su derrumbamiento inmediato, habían quedado sin sentido.
Harry vio a Hagrid doblarse y pensó que finalmente había sido vencido por un hechizo. Pero, muy al contrario, al instante siguiente Hagrid estaba en pie otra vez con lo que parecía ser un saco a su espalda entonces Harry comprendió que era el cuerpo inerte de Fang que había cargado sobre sus hombros.
— ¡Atrápalo, atrápalo! —gritó Umbridge, pero su ayudante restante areció poco dispuesto a acercarse a los puños de Hagrid.
Ciertamente, se echaba hacia atrás tan rápido que tropezó inesperadamente con uno de sus compañeros inconscientes y cayó. Hagrid cambió de dirección y había comenzado a correr con Fang todavía colgado alrededor de su cuello. El enorme caballo negro que antes protegía a McGonagall cambio su rumbo y se interpuso entre Umbridge, que lanzó un último hechizo aturdidor pero falló, y Hagrid, corrió y se perdió en la oscuridad junto al caballo que corrió a su lado protegiéndolo.
Dejando a Umbridge en manos de la chica pelinegra y tres guardianas. Durante un minuto hubo un largo silencio en el que todos miraban las tierras, a Venus y a Umbridge entonces la voz de Professor Tofty dijo débilmente.
— ¡Uhm...Quedan solo cinco minutos!
Aunque sólo había rellenado dos terceras partes de su Carta Astral, Harry estaba desesperado porque acabase el examen. Cuando acabó por fin, él, Ron y Hermione dejaron sus telescopios y regresaron corriendo abajo por la escalera de caracol. Ninguno de los estudiantes se acostaba; todos hablaban ruidosa y excitadamente al pie de las escaleras acerca de lo que habían presenciado.
-*-
Venus seguía cerca de la cabaña de Hagrid cuidando de McGonagall cuando su padrino llego para llevárselas al castillo. Venus tenía que admitir que estaba cansada, tanto que a mitad del camino hacia la enfermería se desmayó.
Su padrino le pidió ayuda a un Slytherin que pasaba por ahí, un castaño que ya conocía a la pelinegra, Shawn tomo a Venus en sus brazos antes de que esta cayera de cara al suelo.
Siguiendo órdenes de Snape la llevo hasta la enfermería, según él habia hecho demasiado esfuerzo y por eso estaba tan cansada.
Lo último que supo de ella aquella noche fue que se encontraba agotada pero bien.
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— ¡Esa mala mujer! –jadeó Hermione sin aliento, quien parecía tener dificultad para hablar debido a la furia. — ¡Tratando de asaltar a Hagrid en plena noche!
—Querría claramente evitar otra escena como con Trelawney, —dijo Ernie Macmillan, acercándose.
— ¡Hagrid estuvo bien! ¿Verdad? —Dijo Ron más asustado que impresionado— ¿Por qué todos los hechizos le rebotaron?
—Será su sangre de gigante, —dijo Hermione temblando-. Es muy difícil aturdir a un gigante, son como los trolls, realmente resistentes... pero pobre Profesora McGonagall... Le dieron cuatro de lleno en el pecho y ella no es precisamente joven ¿verdad?
—Terrible, terrible —dijo Ernie, sacudiendo pomposamente la cabeza. — Aunque hay que decir que tú hermana Ron estuvo muy bien. Me voy a la cama, buenas noches a todos.
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La Promesa De Una Weasley
FanficLa Promesa de Una Weasley Dos chicas: Hermione Granger, Venus Weasley. Un secreto: El de ella Una promesa: La de ella "¿Qué ella es quien? Dumbledore yo no puedo hacer nada por ella, bueno si, pero... ¿protegerla?" Segunda parte de Una Wea...