Capítulo 116

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—¡Y...— dijo Harry tenazmente, determinado a decir todo lo que estaba en su mente ahora que estaba aquí, —él miraba a las chicas del el lago, esperando que lo mirasen!

—Oh, vale, él siempre hacía el tonto cuando quiera que Lily pasaba por ahí, —dijo Sirius, encogiéndose, —él no se podía detener a sí mismo, siempre pavoneándose cuando estaba ella cerca.

— ¿Por qué ella se casó con él? —preguntó Harry miserablemente. — ¡Ella lo odiaba!

—Nah..., ella no lo odiaba, — dijo Sirius.

—Empezó a salir con él en el séptimo año—dijo Lupin.

—Una vez que James hubo agachado su cabeza un poco, —dijo Sirius.

—Y paró de meterse con la gente para divertirse, —dijo Lupin.

— ¿Incluso Snape? — Dijo Harry.

—Bien, — dijo Lupin lentamente, —Snape era un caso especial. Quiero decir que nunca perdió una oportunidad para maldecir a James así es que realmente no puedes esperar que James aceptara sin rechistar eso, ¿podrías?

—¿Y mi madre admitía eso?

—Ella no supo más de la cuenta acerca de eso, a decir verdad—dijo Sirius —creo que James no atacó a Snape por esas fechas cuando salía con ella.

Sirius miró ceñudamente a Harry, quien todavía se veía poco convencido.

—Mira—dijo —tu padre fue el mejor amigo que alguna vez tuve y él era una buena persona. Un gran número de personas hacen el idiota de adolescentes, él lo superó.

—Si, vale..., —dijo Harry. —Solo que nunca pensé que sentiría lástima por Snape.

Ya habían pasado cinco minutos más, Venus le daría a Potter otros cinco minutos más antes de tomar cartas en el asunto, antes de que alguien los encontrara ahí. Antes de que Umbridge se enterara de que ella estaba en el castillo.

— ¿Ahora que lo mencionas-, dijo Lupin, con una arruga débil entre sus cejas, —¿cómo reaccionó Snape cuando te encontró viendo todo esto?

—Me dijo que nunca me enseñaría Oclumancia otra vez, —dijo Harry indiferentemente, como si eso fuera una gran decepción...—Estaba con Venus cuando eso paso...

— ¿Él QUÉ? — gritó Sirius causando a Harry un sobresalto que le hizo aspirar una bocanada de cenizas.

— ¿Estás hablando en serio Harry? — Dijo Lupin rápidamente. —¿Ha dejado de darte las lecciones?

—Si —dijo Harry asombrado por lo que consideró una reacción exagerada. —Pero está bien, no me importa, incluso es un alivio no decirle lo...

— ¡Voy para allá a decirle cuatro palabras a Snape! —dijo Sirius y realmente intentó ponerse de pie, pero Lupin le empujó hacia atrás de nuevo.

— ¡Si alguien va a decir a Snape eso seré yo! — dijo firmemente. —Pero Harry, ante todo, debes volver con Snape y decirle que él no es quien para detener las lecciones... cuando Dumbledore se entere...

—No le puedo contar todo eso, me mataría! —dijo Harry, indignado. —Tú no lo viste cuándo salí del Pensadero.

—Harry no hay nada para ti tan importante como que aprendas bien Oclumancia! — dijo Lupin severamente. — ¿Me entiendes? ¡Ninguna cosa!-

—Vale vale...— dijo Harry decepcionado y algo molesto. —Lo haré...lo intentare, le diré algo... Excepto que no será...

Guardó silencio. Podía oír pasos distantes.

Venus habia bajado un poco la guardia.

— ¿Ese es Kreacher bajando escaleras abajo?

Ella escucho que cada vez estaban más cerca.

—No—dijo Sirius, recorriendo la mirada detrás de él. —Debe ser alguien allí.

Venus no sabía qué hacer.

El corazón de Harry se saltó varias pulsaciones.

— ¡Me tengo que ir! — él dijo precipitadamente y tiró de su cabeza atrás por el fuego de Grimmauld Place. Por un momento su cabeza pareció retorcerse sobre sus hombros, y entonces se encontró arrodillado ante el fuego de Umbridge viendo las llamas esmeraldas titilar y extinguirse.

—Al fin— dijo la rubia arrodillándose junto a él, y poniéndoles la capa para ocultarse.

— ¡Rápido, rápido!... — oyó una voz jadeante mascullar fuera junto a la puerta de la oficina. —Ah al fin lo ha hecho...

—La aprobación para azotar... La aprobación para azotar... Lo puedo hacer por fin... Lo he estado pidiendo todos estos años...

Sacó un pedazo de pergamino, lo besó y se volvió hacia la puerta, apretándolo firmemente contra su pecho.

Harry se puso en pie ayudando a Venus y, asegurándose que llevaba su bolsa y que la capa de invisibilidad les cubría completamente, giraron hacia la puerta y salieron corriendo de la oficina después de Filch, quien cojeaba adelante más rápido que lo que Harry alguna vez le había visto correr.

Una vez que se había alejado de la oficina de Umbridge, Harry pensó que estaban a salvo para hacerse visibles otra vez. Se quitó de un golpe la capa, la guardó en su bolsa y se apresuró hacia adelante. Había un gran griterío y movimiento en el Vestíbulo.

Le dio una capa del uniforme a Venus para que se cubriera y ambos bajaron corriendo por la escalera de mármol y encontraron que la mayor parte de la escuela estaba allí.

Era algo así como la noche que Trelawney había sido despedida.


La Promesa De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora