Capítulo 127

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Corrió los pocos metros que le faltaban para llegar a la tercera puerta, que se abrió de golpe como las demás...

Otra vez él estaba en la habitación enorme, llena de esferas de cristal y del vaso... su corazón latía muy rápido ahora... lo iba a lograr esta vez... cuando alcanzó el número noventa y siete giró a la izquierda y se apresuró por el pasillo entre dos filas...

Pero había una forma en el suelo en el final mismo, una forma negra moviéndose hacia delante en el suelo como un animal herido... el estómago de Harry se contrajo de miedo... de excitación... Una voz salió de su propia boca, una voz, alta, fría, vacía de cualquier sentimiento humano...

—Tomalo para mí ... bájalo ahora... no puedo tocarlo... pero tú puedes...

La forma negra en el suelo cambió un poco. ¡Harry vio que una mano muy blanca agarraba una varita mágica al final de su propio brazo... oyó la voz alta y fría decir ¡Crucio!

El hombre en el suelo dejó escapar un grito de dolor, intento estar de pie, pero cayó hacia atrás retorciéndose. Harry se reía. Él levantó su varita mágica, detuvo la maldición y la figura gimió y se quedó inmóvil.

—Lord Voldemort espera...

-*-

Venus se acercó a la puerta del comedor, estaba todo en silencio. No podía ver absolutamente nada. Y eso le preocupaba, cuando se está en un examen todo es silencio, pero no total, siempre hay un poco de ruido, aunque sea el mínimo.

Presentía que algo andaba mal, y lo supo cuando se escuchó un golpe seco y un grito que le puso la piel de gallina, fue cuando comenzó a escuchar ruido dentro del comedor.

-*-

Muy despacio, temblándole los brazos el hombre levantó sus hombros unas pulgadas y levantó su cabeza del suelo. Su cara estaba manchada de sangre y descarnada, torcida por el dolor aún rígida pero desafiante...

—Tendrás que matarme, —susurró Sirius.

—Indudablemente lo haré al fin —dijo la voz fría—¿Pero traerás para mí primero... Black ¿piensas que has sentido dolor hasta ahora? Piénsalo... tenemos muchas horas por delante y nadie puede oírte gritar...

Pero alguien gritó cuando Voldemort bajó su varita mágica otra vez; alguien gritó y cayó de su escritorio sobre el suelo frío; Harry despertó cuando golpeó el suelo, todavía gritando, su cicatriz le ardía como el fuego mientras el Gran Pasillo entraba en erupción a su alrededor.

-*-

Venus escucho movimiento. No sabía que era lo que estaba pasando, tenía la necesidad de abrir la puerta sin importarle quien la viera, desobedeciendo una vez más las órdenes de Dumbledore.

Pero si no quería arruinar todo lo que habían planeado, tenía que aguantar, esperar a ver qué era lo que seguía, antes de hacer alguna tontería, se alejó de la puerta y se sentó en el suelo, esperando.

Para suerte de la rubia no tardo mucho tiempo en pasar algo, porque unos pasos apresurados se escucharon, al igual que unas voces que no desconocía del todo. Pensó que Severus estaba volviendo por donde se habia ido, lo único que se le ocurrió fue tratar de huir, sin saber que se iba a topar con alguien que no era su padrino.

Él estaba frente a ella.

-*-

—No voy a ir.... No necesito ir al hospital... no quiero.

Harry estaba diciendo esto mientras trataba de alejarse del profesor Tofty quien miraba a Harry con mucha preocupación después de ayudarlo a salir por la entrada del gran salón con todos los estudiantes mirándolo alrededor.

—Yo, yo estoy bien señor —dijo Harry nervioso, mientras se limpiaba el sudor de su cara. —De verdad, solo me sentí algo cansado, tuve una pesadilla.

—Es el estrés por los exámenes. —Dijo el viejo mago simpáticamente, apoyando en el hombro de Harry, — Siempre sucede, siempre sucede, ahora con un vaso de agua bien fría tal vez estés listo para regresar al gran salón. Los exámenes están casi acabados, pero quizás puedas regresar para responder tu última pregunta bien.

—Si— dijo Harry rápidamente, —Quiero decir... no.... Ya termine, hice lo que podía, creo.

—Bien, bien— decía gentilmente el profesor Tofty. —Voy a ir a recoger tu examen y le sugiero que vaya y se recueste un rato.

—Lo hare— dijo Harry, —muchas gracias.

-*-

— ¿Venus que haces aquí?

—Bueno, tal vez yo te estaba esperando, o tal vez yo solo estaba huyendo de mi padrino.

—Eso no importa ahora, siento que eres una de las pocas personas que me entendería.

— ¿Qué fue lo que paso?

—Te lo diré. Pero tenemos que irnos ahora.

Harry tomo la mano de Venus y corrió por las escaleras, tan rápido que los retratos por los que pasaban les reprochaban, pasaron volando las escaleras y finalmente pasaron como un huracán por las puertas de la enfermería causándole a Madam Pomfrey, quien estaba dándole un líquido azul brillante a Montague, una gran sorpresa.

—¿Que piensan que están haciendo Potter y Weasley?

—Necesito ver a la profesora McGonagall. —Alcanzo a decir Harry, casi sin aliento—Ahora.... es urgente.

La Promesa De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora