Hola pequeñines, quiero desearles un feliz año nuevo, que todas sus metas y sueños se cumplan. Que todo lo que se propongan lo logren, los quiero mucho y gracias por seguir aquí apoyando esta historia. Sin más que agregar los dejó leer.
Barbie—Creí, hace quince años –dijo Dumbledore- cuando vi la cicatriz en tu frente, lo que esta podría significar. Supuse que podría ser la señal de una conexión forjada entre tú y Voldemort.
—Esto ya me lo había dicho antes, profesor –dijo Harry rotundamente. No le importaba ser grosero. No le importaba nada lo más mínimo.
—Sí –dijo Dumbledore excusándose— Sí, pero verás... es necesario empezar con tu cicatriz. Para que llegara a ser aparente, poco después de que regresaras al mundo mágico, que yo estaba en lo cierto, tu cicatriz estuvo dándote advertencias cuando Voldemort estaba cerca de ti o cuando se sentía lleno de poder.
—Lo sé —dijo Harry cansinamente.
— Calla y escucha por una maldita vez en tu vida Potter, esto es importante— Dijo Venus ya irritada.
—Y esa habilidad tuya (para detectar la presencia de Voldemort, incluso cuando está oculto, y saber lo que está sintiendo cuando sus emociones están exaltadas) ha llegado a ser más y más pronunciada desde que ha recuperado su cuerpo y todos sus poderes.— Harry no se molestó en asentir. Ya sabía todo eso.—Más recientemente –dijo Dumbledore- Me preocupé porque Voldemort podría darse cuenta de que esta conexión entre ustedes existe. Y en efecto, hubo un tiempo que entraste tan lejos en su mente y sus pensamientos, que él sintió tu presencia. Estoy hablando, por supuesto, de la noche en la que presenciaste el ataque al Señor Weasley.
—Sí, Snape me lo dijo –masculló Harry.
—El profesor Snape, Harry –corrigió Dumbledore suavemente- Pero, ¿no te preguntaste por qué no era yo el que te explicaba todo esto? ¿Por qué no te enseñaba yo Oclumancia? ¿Por qué no te había mirado en absoluto durante meses?— Harry levantó la mirada. Ahora podía ver que Dumbledore parecía triste y cansado.
—Sí —dijo Harry entre dientes—Sí, me lo he preguntado.
—Verás –continuó Dumbledore— Creí que no podía pasar mucho tiempo antes de que Voldemort intentase forzar sus pensamientos en tu mente, manipularte y mal aconsejar tus pensamientos, y yo no estaba ansioso por darle más incentivos para hacerlo. Estaba seguro de que si se daba cuenta de que nuestra relación era (o había sido alguna vez) más cercana que la de un alumno y un director, él aprovecharía esa oportunidad para usarte como medio con el fin de espiarme. Tenía miedo de los usos que podría darte, de la posibilidad de que te poseyera. Harry, creo que tenía razón al pensar que Voldemort habría hecho uso de ti de tal manera. En aquellas raras ocasiones que teníamos contacto cercano, creí que veía una sombra de él agitándose en el fondo de tus ojos...—Harry recordaba el sentimiento, como si una serpiente aletargada se hubiese levantado en él, lista para atacar, en aquellos momentos en que él y Dumbledore habían tenido contacto visual. —El propósito de Voldemort de poseerte, como demostró esta noche, no habría sido mi destrucción. Habría sido la tuya. Él esperaba, cuando te poseyó un poco hace algún tiempo, que yo te sacrificaría con la esperanza de matarlo a él. Como ves, he estado intentando distanciarme de ti, para protegerte Harry. Un error de hombres viejos...— Él suspiró profundamente. Harry estaba dejando que las palabras le envolvieran. Habría estado tan interesado en saber eso unos meses atrás, pero ahora eso era insignificante comparado con el enorme abismo dentro de él que era la muerte de Sirius; nada de eso importaba...
—Sirius me dijo que sentías a Voldemort vivo dentro de ti la noche que tuviste la visión del ataque a mi padre. Él temía por ti y vino a mi pidiendo ayuda, sabia que yo no podía hacer nada, no nos llevamos bien, como para hablar contigo de tus sentimientos; así que le dije a Dumbledore.
— Cuando ella vino a mi supe por primera vez que mis peores temores eran ciertos: Voldemort se había dado cuenta de que podía usarte. En un intento de armarte contra los asaltos de Voldemort, arreglé las lecciones de Oclumancia con el Profesor Snape. Y yo me dedique a darle a Venus lecciones de Oclumancia.
Dumbledore hizo una pausa. Harry miró la luz del sol, que estaba deslizándose lentamente por la brillante superficie del escritorio de Dumbledore, iluminando un bote de tinta plateado y una magnífica pluma roja. Harry podría decir que los retratos alrededor de ellos estaban despiertos y escuchando absortos la explicación de Dumbledore; podía escuchar el movimiento de las ropas, el ligero aclarar de una garganta. Phineas Nigellus aún no había vuelto... Venus tenia la mirada perdida, Potter nunca la había visto así de distraída.
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La Promesa De Una Weasley
FanfictionLa Promesa de Una Weasley Dos chicas: Hermione Granger, Venus Weasley. Un secreto: El de ella Una promesa: La de ella "¿Qué ella es quien? Dumbledore yo no puedo hacer nada por ella, bueno si, pero... ¿protegerla?" Segunda parte de Una Wea...