SIEMPRE JUNTOS.

CAPITULO 8: WATSON #1

EDIFICIO DE STILES.

-sabes que puedo caminar ¿verdad?

-la enfermera dijo que aún estabas un poco débil, ¿te avergüenza que te cargue?

-sí, si lo haces en frente del guardia.

-¿te gusta el? La última vez que te cargue no dijiste nada.

-la última vez estaba desmayado y no me gusta, es horrible.

-bien entonces te dejare caer.

-¡NO ESPERA!

-miedoso.

-¡oye! La enfermera dijo que estoy débil ¿no?

-¿entonces disfrutas que te carguen?

-cállate, mira es ahí, 301.

Stiles recordó que las llaves estaban en alguno de sus bolsillos, metió sus manos entre ellos intentando encontrarlas y para su sorpresa antes de poder decir o hacer algo Derek saco unas llaves y abrió la puerta.

-¿Cómo tienes mis llaves? ¿Sacaste copia de mis llaves?

-no, no soy tu, estas son tuyas, las tome antes de salir hacia el hospital

-oh... claro... sí.

Derek entro con stiles en brazos hasta la habitación, lo dejo en la cama dispuesto a marcharse, supuso que él ahora debía descansar y debía regresar a su nuevo loft para recoger la comida que dejo en la mesa.

-¡espera!

-...

-¿te vas... ya? Es decir ¿no... quieres quedarte? Aun debes responder algunas preguntas

- te daré mi nuevo número, vivo a unas cuantas calles de aquí, vendré cualquier día de estos, solo deja la ventana abierta.

-ok...gracias

En ese resto de semana y en la semana siguiente Derek hale no dio señales de vida, stiles estuvo tentado a llamarlo, no sabía para que, es decir podrían hablar la siguiente vez que Derek apareciera, pero tal vez la curiosidad de stiles podía más.

Era viernes de nuevo y como de costumbre los compañeros de stiles lo estaban invitando ya que este había faltado lo viernes pasados, días en los cuales había estado esperando a Derek.

-¿iras a casa nuevamente stilinski? Deberías venir con nosotros, no es tan malo emborracharse... luego de que te acostumbras.

-sí, creo que esta vez sí iré.

-así se habla stilinski.

Llegaron al bar que acostumbraban visitar los viernes en la noche, nuevamente tomaron cervezas hasta quedar a una cerveza de embriagarse.

-chicos... lo siento yo... ya me voy.

-oye espera stilinski, ¿no te iras ya verdad?

En ese momento uno de los compañeros de stiles lo tomo de la cintura y apoyo un brazo sobre el hombro.

-aún falta lo bueno.

-¿de qué hablas?

-de nada stilinski, ven vamos yo te llevare a tu casa, no querrás que algo malo te pase ¿o sí?

-si... claro... como digas.

Salieron del bar caminando, ya casi no llevaban equilibrio, tomaron alrededor de media hora para llegar, aun cuando stiles gasta quince minutos, pero estando en tal estado, había sido un logro que no se cayeran al suelo.

-bien stilinski creo que ya llegamos a tu edificio, ¿Qué apartamento es el tuyo?

-no, está bien, puedes dejarme aquí, creo que puedo subir solo.

Stiles intento dar algunos pasos el solo y termino estrellándose con el suelo, fácilmente su compañero lo levanto, este era un hombre mayor que stiles y claramente más alto y fuerte, volvió a sujetarlo y subieron al ascensor.

-oye stilinski, dime ¿Qué apartamento es el tuyo?

-el cero...tres...uno, no, perdón, el treinta... uno.

-de verdad esta ebrio ¿eh?

-no, no mucho... un poco tal vez.

-mira 301 ¿es el tuyo?

-¿qué?

-que si ese es el tuyo, el 301.

-oh si... creo que sí, intenta abrir, aquí están las llaves.

-bien.

Tomo las llaves para abrir la puerta entrando con un stiles tambaleante.

-Bien supongo que hacia este lado está tu cuarto. Decía el compañero de stiles, lo dejo sobre la cama y se sentó a lado de él, fingiendo cansancio.

-gracias Watson, la última vez quede tirado en una calle.

-bueno... pues si quieres me puedes agradecer.

-¿de qué... hablas?

-pues...yo estoy solo, tu estas solo y sé que no tienes a nadie stilinski.

Mientras decía estas palabras se empezó a acercar lentamente a stiles, ubicando los brazos a cada lado de él.

-oye ¿Qué haces?

-tranquilo sé que te va a gustar.

Se lanzó encima de stiles intentándolo besar mientras él esquivaba su boca, pero siendo Watson mucho más grande y fuerte pudo dominar a stiles y darle la vuelta mientras olía su cabello.

-hueles muy bien ¿sabías?, el olor de un virgen.

-quítate, déjame maldito imbécil, ¿Quién dice que soy virgen?

-sé que no eres virgen de ese lado, pero ¿de este?

-no, no, NOO déjame DEJAME MALDITO IMBECIL, SUELTAME.

-tranquilo stilinski, esto te gustara, aunque no más que a mí, felicidades hoy por fin vas a probar a un hombre de verdad.

-no... por favor déjame en paz, ayuda, ¡DEREEEK!