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Narra Vaska: 

-Mamita- sollocé- mamita, no me dejes... 

-Mi vida- sonrió- tranquila- acarició mi cabello- sabíamos que esto iba a pasar.

-No... no... el tratamiento iba bien... 

Sonrió.

-Con el cáncer nunca se sabe... no llores, mi amor- secó mis lágrimas- quiero que seas feliz... por mi... y que luches por todo lo que quieras, eres una mujer fuerte y llena de sueños... todo lo que quieras lo lograrás... con esfuerzo...

-No, mamá... no hables como si te estuvieses despidiendo... 

-Ya estoy cansada, mi niña... cada movimiento, cada respiración se siente como si tuviese mil kilos aplastándome... Tu papá vendrá... quiero que seas feliz, que aprendas a vivir con ellos... 

-No, no... ¡No quiero vivir con él!

-Es la única persona que tienes... y la única persona que tengo...

-Pero... ¡Él no nos quiere!

-Te ama, hija... eres su niñita, su princesa... y él me aportó con mucho dinero para el tratamiento... es un gran hombre... y tu hermano- suspiró- sé que lo veías todos los veranos que venía a visitarnos... pero ahora tendrás que verlo todos los días... 

-No, no... mamá, no me puedes dejar sola...

-Quiero irme tranquila... hija. Sé que tu papá te cuidará mucho, que te mimará... y sé que tu hermano te enseñará muchas cosas... y te apoyará. Pero necesito que dejes que me vaya... ya no resisto más, mi niña.

Alguien abrió la puerta de esa fría habitación de hospital. Mi mamá tenía mil tubos conectados a su pequeño y frágil cuerpo. Su cabello hacía mucho que había perdido brillo y fuerza. Su cara estaba pálida, fría y áspera. 

-Bianca...- se lamentó ese señor al que estoy obligada a decirle papá- ¿Cómo te sientes?

-Terrible- murmuró mi mamá. 

Papá me abrazó y besó mi frente, pero rápidamente me aparté de él.

-Hola mamá- saludó mi hermano, Mathew. 

-Hola Matt...- mamá acarició la cara de mi hermano- lo siento, hijo, no te puedo ver bien... 

-Tranquila- Matt acarició su cara, sus ojos se aguaron- puedes irte tranquila, mamá... te prometo que cuidaré de Vaska.

-Gracias, mi pequeño... 

Cuando mis padres se separaron yo tenía apenas 6 meses de edad. Mi mamá se mudó con mi abuela, quien hasta el día de hoy vive con varios de mis primos y mis dos tías, también divorciadas. Al principio Matt también estaba con nosotras. 

Pero luego mi mamá tuvo una oferta laboral que no podía desperdiciar. Tendría que irse a otro país, otro continente... y llegó a un trato con mi padre. Matt se quedaría con él, y cada verano iría a vernos 1 mes, luego, el resto del verano, yo iría a ver a mi padre. Las navidades se dividirían, un año con mi madre, el otro con mi padre, lo mismo para Matt. 

Al principio me gustaba ir donde mi padre.

Hasta que, en cada verano, tenía una nueva y loca novia... De esas que se ponen celosas hasta cuando respiras cerca de él. Así que apenas podía estar con mi padre... Luego detestaba tener que verle la cara, ya que él sólo tenía ojos para la loca que tenía a su lado ese verano. 

Matt y yo a veces hablamos por Skype. Y era casi seguro que todos los días hablábamos por Whatsapp... sobre todo cuando estoy aburrida en clases.

-Lamento no haberte llamado todos los días- dijo Matt. 

-Tranquilo, mi niño... lamento haberme venido al otro lado del mundo... y separarnos tanto...

-No te esfuerces, Bianca...- dijo mi papá, él se acercó y besó su frente- sabes que te quiero mucho...

Eso es lo que siempre he admirado de ambos... a pesar de que se separaron, siempre demostraron que se tenían mucho cariño. 

Mamá siempre me contaba que papá fue su primer amor... además de ser su mejor amigo... y cuando decidieron ponerse de novios, mi madre quedó embarazada de Mathew... eran muy jóvenes... y tuvieron que arreglárselas como pudieron. Y luego, como si no fuera poco, cuando Matt tenía un año y medio, mi mamá quedó embarazada de mi... y eso complicó aún más las cosas. 

-Cuida a Vaska...- se quedó mirando un punto fijo en la habitación.

-¿Mamá?- balbuceé- Mamá... ¡Mamá! ¡MAMÁ!

Matt tomó mi mano y me sacó de ahí.

-Ya, cálmate... tranquila.

-¡Mi mamá! ¡No! ¡MAMITA!

-Vaska... por favor- me abrazó- tranquila- acarició mi cabeza- por favor no lo hagas más difícil- sentí como su voz se quebraba. 

Los doctores llegaron corriendo, papá se quedó dentro. 

Las piernas me flaquearon.

-No puede ser- sollocé- mi mamita... 

-Tranquila... tranquila... 

[...]

Las únicas personas que asistieron al funeral fuimos nosotros... además de una amiga del trabajo de mi madre... ella y su hija eran las personas más cercanas a nosotras en este país. 

-Cariño... puedes venir al país siempre que quieras, las puertas de mi casa están abiertas para ti- dijo y besó mi frente.

-Amiga- abracé a la mejor amiga que he tenido en mi vida. La que me apoyó desde que íbamos en el jardín infantil, crecimos juntas- te extrañaré mucho.

-Yo también- dijo- tienes que llamarme siempre.

-Siempre, te lo juro. 

Matt se agachó y susurró algo al lado de la tumba de mamá.

-Vamos niños... 

[...]

-¿Quieres sentarte conmigo o con Matt?

Enseguida seguí a Matt para sentarme junto a él en el avión.

Papá apretó los labios y se fue a su asiento, que quedó bastante lejano.

-¿Quieres la ventana?- asentí- tu habitación sigue tal cual la dejaste... así que creo querrás remodelarla... 

Miré por la ventana, adiós hogar dulce hogar... hasta pronto.

A quién engaño, jamás podré volver. 

-¿Con qué loca está papá ahora?

Él rió.

-No es una loca... es muy dulce... dijo que tendría tu comida favorita para cuando llegues... averiguó todo sobre ti siguiéndote en Instagram.

Fruncí mi ceño. 

-En serio es muy dulce... además, hace feliz a papá... y sabe entender a un chico de 18 años... y a una loca de 16.

Golpeé su brazo, él rió. 

-No llores más- besó mi frente- te prometo que allá sólo reirás... 

-No es fácil superar la muerte de una madre- murmuré.

-Lo sé... pero haré que cada vez pienses menos en eso... y apuesto a que mis amigos te caerán muy bien... son unos payasos. 


¡No con mi hermana!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora