Narra Vaska:
-¡Vamos equipo!- grité.
Los jugadores se posicionaron, desde el equipo contrario Hans me miró y me sonrió. Lo saludé con la mano, me tiró un beso, me sonrojé.
-¡¿Lo conoces?!- se sorprendió Stacy.
-Si... el otro día chocamos en una plaza... además salimos a tomar un café y nos besamos... pero sólo eso...
-Wow, ya se besaron... eso es un paso- se encogió de brazos- ¿Te gusta?
-No lo sé, estoy confundida...
-Oh, no, no... si estás confundida por Leo... mm, no amiga. Él no vale la pena- dijo Juliana- prefiero mil veces que salgas con Hans que con Leo. Además, Hans no tiene mala fama, tiene ex como todo el mundo, pero no tiene mala fama. Mathew lo aceptaría.
-Pero yo quiero dejar de pensar si mi hermano lo aceptaría o no... es mi vida, no la de él. Pero de lo poco que conozco a Hans, me gusta bastante... Merece la pena conocerlo más...
Narra Leonardo:
Nos saludamos con el equipo contrario, recuerdo a algunos de algunas fiestas o de partidos anteriores... pero normalmente se me olvidan las caras rápido.
-Chicos, hoy hay que darlo todo en la cancha... ya luego se podrán quejar de que les duele una uña o un pelo, pero en la cancha no pueden ser mariquitas. Estamos punteros y no podemos salir de ahí, ¡Vamos equipo!
Matt es capitán por eso... sabe levantar a todo el mundo, sabe dar ánimos. Es carismático. Es inteligente, ágil. Deportista. Tiene personalidad de líder.
Miré a las graderías, Vaska estaba pendiente de otra persona.
Hans le tiró un beso, me sorprendí.
Jhonatan me quedó mirando. Me hizo un gesto de que pusiera la mente en el juego.
Narra Vaska:
-No sé quién de todos tiene mejor trasero- balbuceó Gabriella.
Todas reímos.
-¡GOL!- gritó el equipo contrario.
No pude evitar ocultar mi sonrisa al ver a Hans celebrar.
-Epa, tu hermano te está mirando... y Leo igual...- murmuró Juliana.
Miré a mi hermano e hice un puchero. A Leo ni siquiera lo miré.
Todos tenían razón, soy una más.
Debí escuchar, pero al parecer la calentura no me dejaba pensar bien.
[...]
El partido no salió como mi hermano esperaba.
Perdió 3-0. Hans metió dos goles.
Me bajé de las graderías y abracé a mi hermano.
-Para la otra será...- murmuré.
-Vaska- me llamaron, me volteé y caminé hasta Hans, lo abracé.
-Felicidades, campeón.
No me importó que estuviera completamente sudado.
-¿Merezco un premio?
-¿Un premio por ganarle a mi hermano?
Él rió.
-Obvio que si- lo besé.
Se separó de mi después de un rato.
-Tu hermano me va a matar...
Hans caminó hasta mi hermano y le dio la mano.
-Jugaste bien- murmuró Matt, me puse nerviosa- ¿Qué pasa con mi hermana?
-Ah, nada...- intervine.
Matt me miró amenazante, y volvió a mirar a Hans.
-Eh... mira... tu hermana es- me miró-... es preciosa. Y tendrás que perdonarme, pero quiero conocerla más, porque no estoy conforme siendo sólo el chico con el que chocó en el parque.
Reí y me sonrojé levemente. Matt se sorprendió.
-Vale, pero cada lágrima que le hagas derramar será directamente proporcional a los dientes que te voy a sacar.
-Okay- Hans asintió, suspiré.
Leonardo pasó entremedio de los dos, empujando a Hans con un hombro y a mi.
Me tambaleé hacia atrás, Hans me agarró y miró hacia atrás, Leo siguió caminando hacia su bolso.
-Está enojado porque perdimos- murmuró Matt- pero para la próxima no dejaré que pases ni siquiera el centro de la cancha.
Hans rió, Matt se alejó.
-No pensé que reaccionaría así...
-No soy mala persona, no tendría por qué reaccionar mal- se encogió de hombros.
-Vale, pero ahora te calmarás... porque sólo somos amigos, y te quiero conocer mucho más antes de decir que me gustas o algo por el estilo.
-Mujer, no rompas mi corazón...
-No te estoy diciendo que "no"... estoy diciendo que nos debemos conocer...- besé su mejilla- ve a celebrar con tu equipo.
Narra Leo:
Abrí mi bolso y saqué mi botella de agua.
-¿Estás bien?- me preguntó Thomas.
-Es una...- arrugué la nariz.
-¿Qué esperabas, amigo? Te metiste con una chica esa misma noche que estuviste con ella... ¡Y en su baño!
-Pero estaba borracho- me quejé- ni siquiera me acuerdo.
-Ella también estaba borracha cuando se metió contigo. Ya déjala... todos saben para qué la querías... ya ensuciaste su imagen.
Tiré la botella de agua.
-Oye, ya...- murmuró Mathew- el próximo partido lo ganaremos.
-Si... seguro- murmuré.
Narra Vaska:
[...]
-Buenos días, preciosa... ¿Cómo amaneciste?
-Bien, ¿Y tú?- tecleé.
Se demoró en contestar.
-Bien, estoy yendo a entrenar... ¿Te parece si en la tarde vamos al parque de diversiones? O a dar una vuelta por la playa.
-Me parece fenomenal...
-Genial, preciosa. Paso por ti a las 8.
Bajé las escaleras.
-Papá, ¿Puedo salir a las 8 con un amigo?
-No le creas, no es su amigo- murmuró Mathew con la boca llena de cereal y leche.
Lo fulminé con la mirada.
-Estoy saliendo con él- rodé los ojos- ¿Puedo?
-Tengo que conocerlo antes...
-Es Hans...
-¿El de los leones?
-Si, ese mismo equipo...
-¡Que traición hija! ¡Es del equipo contrario!
Reí.
-Papá, yo no ando pendiente del equipo de fútbol... ¿Puedo?
-Si, si puedes... pero cada lágrima que te haga derramar...
-Será directamente proporcional al número de dientes que le sacarás... ya lo sé.
-Muy bien, mi vida...