53

16.9K 959 50
                                    

Narra Vaska: 

Las semanas pasaban, y aún ni siquiera me decían cuándo podría llevarme a mi hija a casa. 

No hemos sabido nada de Leo. 

Debería llegar en una semana. 

He intentado llamarlo todos los días, pero ahora ni siquiera me envían al buzón de voz. 

-Hola- me sobresalté- disculpa... te he visto acá todos los días, todo el día... y sola. ¿Es tu hija?

Obvio, ridícula, sino no podría estar acá.

-Si- murmuré. 

-¿Y su padre...? O... ¿No tiene?

-Su padre está en el servicio militar.

-Oh... entiendo- ella sonrió- es una niña muy linda... ¿Cuánto tiene?

-7 meses... 

-Mi hijo tiene un año...- asentí- oye, si alguna vez necesitas algo... estoy a dos cunas. 

Asentí y se fue. 

Al fin me dejó sola y tranquila.

Narra Leo: 

[2 semanas después]

-Okay princesas. Deben demostrarme que pueden matar al enemigo sin gastar muchas balas. Imagínense que estamos en plena crisis económica, así que las armas y las municiones son escasas. Cada bala vale. 

Apunté a la figura a lo lejos, pero no... ¡No me puedo concentrar! 

Sólo pienso en la decepción que debe haber sentido Vaska al no verme llegar. 

Alguien me empujó y por inercia apreté el gatillo a la misma vez que bajaba el arma. 

Quizá fue la adrenalina... pero no sentí nada. Pero si vi mi muslo sangrar. 

Rápidamente dos enfermeras corrieron.

-Tranquilo, esto les pasa a un tercio de todos los chicos cuando aprenden a disparar- murmuró el coronel. 

Una enfermera me hizo un torniquete arriba de la herida de la bala. 

Narra Vaska: 

-En serio no sé por qué no llegó- murmuró Madeline. 

-Hija, deberías comer- murmuró mi papá- estás muy delgada.

-Si, cariño- dijo Madeline- cuando estás con Bianquita en la clínica no comes nada. 

-No tengo hambre... 

Isabella acarició mi espalda. 

-¿Aún no le hacen los exámenes a Bianca?

-Si... pero los resultados aún no los entregan. Me dijeron que si sabían el diagnóstico podían comenzar un tratamiento y probablemente dejen que me la traiga a casa siempre y cuando siga un tratamiento. 

-Estoy tan... enfadada. Deberían dejar que entraran los abuelos... no puedes estar ahí sola todos los días. 

-Madeline- murmuró mi papá- suficiente, ya no le digan más cosas a Vas. Ya tiene suficiente. 

Narra Leo: 

El coronel vio la radiografía. 

-Bueno, si ya le suturaron la herida y la cosieron sólo queda esperar a que pueda volver a entrenar- murmuró el coronel.

-Lo mejor es que descanse al menos 2 semanas...- murmuró el enfermero- y cuando vuelva no podrá hacer ejercicios pesados enseguida... deberá esperar... 

¡No con mi hermana!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora