Narra Vaska:
Las semanas pasaban, y aún ni siquiera me decían cuándo podría llevarme a mi hija a casa.
No hemos sabido nada de Leo.
Debería llegar en una semana.
He intentado llamarlo todos los días, pero ahora ni siquiera me envían al buzón de voz.
-Hola- me sobresalté- disculpa... te he visto acá todos los días, todo el día... y sola. ¿Es tu hija?
Obvio, ridícula, sino no podría estar acá.
-Si- murmuré.
-¿Y su padre...? O... ¿No tiene?
-Su padre está en el servicio militar.
-Oh... entiendo- ella sonrió- es una niña muy linda... ¿Cuánto tiene?
-7 meses...
-Mi hijo tiene un año...- asentí- oye, si alguna vez necesitas algo... estoy a dos cunas.
Asentí y se fue.
Al fin me dejó sola y tranquila.
Narra Leo:
[2 semanas después]
-Okay princesas. Deben demostrarme que pueden matar al enemigo sin gastar muchas balas. Imagínense que estamos en plena crisis económica, así que las armas y las municiones son escasas. Cada bala vale.
Apunté a la figura a lo lejos, pero no... ¡No me puedo concentrar!
Sólo pienso en la decepción que debe haber sentido Vaska al no verme llegar.
Alguien me empujó y por inercia apreté el gatillo a la misma vez que bajaba el arma.
Quizá fue la adrenalina... pero no sentí nada. Pero si vi mi muslo sangrar.
Rápidamente dos enfermeras corrieron.
-Tranquilo, esto les pasa a un tercio de todos los chicos cuando aprenden a disparar- murmuró el coronel.
Una enfermera me hizo un torniquete arriba de la herida de la bala.
Narra Vaska:
-En serio no sé por qué no llegó- murmuró Madeline.
-Hija, deberías comer- murmuró mi papá- estás muy delgada.
-Si, cariño- dijo Madeline- cuando estás con Bianquita en la clínica no comes nada.
-No tengo hambre...
Isabella acarició mi espalda.
-¿Aún no le hacen los exámenes a Bianca?
-Si... pero los resultados aún no los entregan. Me dijeron que si sabían el diagnóstico podían comenzar un tratamiento y probablemente dejen que me la traiga a casa siempre y cuando siga un tratamiento.
-Estoy tan... enfadada. Deberían dejar que entraran los abuelos... no puedes estar ahí sola todos los días.
-Madeline- murmuró mi papá- suficiente, ya no le digan más cosas a Vas. Ya tiene suficiente.
Narra Leo:
El coronel vio la radiografía.
-Bueno, si ya le suturaron la herida y la cosieron sólo queda esperar a que pueda volver a entrenar- murmuró el coronel.
-Lo mejor es que descanse al menos 2 semanas...- murmuró el enfermero- y cuando vuelva no podrá hacer ejercicios pesados enseguida... deberá esperar...