Narra Vaska:
A pesar de que mecía a Bianca ella no se callaba.
Intenté darle leche, pero me rechazaba.
-Vamos, hijita- me quejé.
Caminé por la habitación intentando que se calme, pero nada, lloraba como si le estuviesen haciendo daño y eso ya me estaba desesperando.
La puerta de mi habitación se abrió lentamente, mi papá se asomó y encendió la luz.
-Duerme, yo la veré...
-No, papá, tú tienes que trabajar mañana.
-Pero tú acabas de parir, hija. No has descansado como se debe.
Le pasé a Bianca y me recosté en mi cama.
Intenté no quedarme dormida, pero en menos de 30 segundos ya estaba durmiendo profundamente.
[...]
Bajé las escaleras, papá bebía su café con Bianca en sus brazos.
-Oh papá, no sabes cómo te lo agradezco- dije tomando a Bianca- hola bebita- susurré.
Mathew bajó las escaleras, listo para ir al colegio.
-Hola- saludó Mathew, se quedó viendo a Bianca. Me miró, y la volvió a mirar.
-Dime que no te derritió el corazón.
Él rió, se acercó y se inclinó para verla mejor.
-¿Cómo esta cosita linda es hija de mi amigo?
-Esa cosita linda no dejó dormir a nadie anoche- dijo mi papá.
-Bueno, en la tarde si quieres la tengo un rato...- besó mi frente- adiós.
Se fue, miré a Isabella.
-¿Y a este qué le dio contigo? Es más bipolar que mujer con su periodo.
-Bianca derritió su corazón- dije orgullosa- muy bien, hija. Desde pequeña derritiendo corazones.
Narra Leo:
-Tu hija no me dejó dormir- se quejó- lloró toda la noche, mi papá se la llevó a mitad de noche y sólo ahí pude dormir.
-¿Y por qué lloró tanto?
-No tengo ni idea, sólo sé que sigo cansada... y te tengo un notición. Cuando Mathew la vio se enterneció... me habló y me ofreció ayuda.
-A mi no me habla. Es decir... me saluda, pero más de eso no.
Apreté los labios.
-Amor, quiero que bloquees a Juliana de tus redes sociales- frunció su ceño- estamos subiendo fotos de la bebé, y yo no quiero que ella vea las fotos, que sepa de nuestras vidas.
-¿Por qué? ¿Qué cambiaría con que vea fotos?
-La gente cuando ve que uno es feliz le desea el mal... y enserio no quiero nada malo ahora.
Él rodó los ojos.
-Hazlo por mi.
-Bueno- asintió.
[...]
Ha pasado al menos un mes y medio.
6 semanas en las que he tenido que aprender mucho sobre la maternidad.
6 semanas sin dormir la noche completa.
-¡Hola!- Leo tapó su boca cuando se dio cuenta que Bianca duerme.