43

18.5K 1K 79
                                    

Narra Vaska:

2 semanas acá en casa y ya no lo soporto.

Detesto caminar como un pingüino. Me duele a montones la espalda, mis pies están muy hinchados, sólo uso pantuflas.

Tengo una panza gigante, ya ni siquiera puedo ver mis pies.

Ya estamos en la recta final, en dos semanas más podría nacer Bianca.

Leo me llama cada 30 minutos para saber de mi. Mi papá no para de mandarme mensajes de que recuerde que si tengo contracciones le avise a Isabella.

Matt... Matt no me habla.

Madeline todos los días me llama para saber de mi.

Tocaron la puerta y rodé los ojos.

Me paré del sillón como pude y fui a abrir la puerta.

-Hola amor- me sonrió- ¿Qué pasó? ¿Te sientes bien?

-Si... ¿Tan mala es mi cara?

-No- dijo rápido.

Me está mintiendo... me veo terrible.

-¿No has tenido contracciones?- acarició mi gran panza. Negué con la cabeza- Ya quiero que nazca.

Mis ojos se aguaron.

-Tengo miedo.

-¿Por qué?- acarició mi cara.

-No lo sé, el parto... me tiene nerviosa. ¿Y si me pasa algo?

-Ni siquiera lo menciones, no te pasará nada. Saldrás bien de ahí.

-No sabemos, Leo- él miró a otro lado- amor... si me pasa algo.

-Si te pasa algo nada... no pasará, Vaska.

-Tienes que escucharme- exigí- todo es posible. Si me pasa algo debes cuidar de Bianca...

-Es obvio- murmuró.

-No quiero que permitas que odien a la bebé... porque ella no tiene la culpa de nada.

-¿Por qué la odiarían?

-Eso pasa a veces, Leo. Le echan la culpa a la bebé.

Él suspiró.

-Ya, pero no digas estupideces... Me pones nervioso.

[...]

Despertamos por culpa de unos gemidos, ¡Ni siquiera en mi habitación puedo estar tranquila!

-Dudo que sea Isabella- susurró Leo.

-Es Matt... ha estado trayendo chicas muy seguido...

-Luego no puede hacer este ruido... los bebés duermen mucho al principio.

-Lo sé... pero no quiero tener problemas con él...

-No te puedes quedar callada, Vaska.

-Da igual, Leo... ya veré... quizá luego se le derrite el corazón con Bianca y se reivindica.

[...]

Primera vez que salgo de mi casa en un mes.

Leo me regañó, pero es la mejor excusa que tuve para salir de casa... ver el partido de fútbol.

Ni idea de contra quién jugarán, pero quiero ver el partido.

Leo me regañó mucho, lo único que hacía era decir "¡Ya tienes 8 meses y medio! ¡Cómo vas a salir de tu casa!"

¡No con mi hermana!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora