Narra Mathew:
Esperé a mi hermana en la sala que le tocaba ahora.
La gente salía y salía, pero ella ni se asomaba. Fruncí mi ceño y me asomé a la sala, no quedaba nadie, salvo el profesor.
-Hola Mathew, ¿Cómo va todo?
-Hola profe... ¿Mi hermana no está acá...?
-¿Tu hermana? Oh... todos hablan de la hermana de Mathew- rió- pero no, no la he visto...
-Demonios- gruñí- gracias- me despedí.
Caminé hacia el casino.
-¡Hola Matt!- me saludaron algunas chicas, pero seguí avanzando.
Llegué al casino y busqué a Juliana, la encontré almorzando al fondo, sola pero muy animada mientras leía un libro.
-Juliana.
Alzó la mirada.
-Hola, oye... ¿Has visto a mi hermana? ¿Te tocaba clase con ella ahora?
-No lo sé, pero no la he visto... creo que la mayoría de mis clases son con ella...
-Demonios- gruñí.
-Oye... tranquilo, tiene 16 años, no 6...
Corrí hacia la mesa de los chicos... quizá ellos la vieron.
-Chicos, ¿Han visto a Vaska?
Leonardo no está.
Apreté la mandíbula.
-Puto hijo de...
-Oye... que ambos no estén no significa que están juntos- murmuró Gabriella.
-Conoces a Leonardo- gruñí- se come a toda cosa que se mueva y tenga culo... y mi hermana tiene culo...
Saqué mi teléfono y le marqué.
-Deja tu mensaje en el buzón de voz.
La horrorosa voz de la operadora hizo que quisiera hacer añicos mi teléfono.
-Si ese hijo de puta le tocó un pelo a mi hermana lo mato...
-Es tu mejor amigo- murmuró Stacy- y tu hermana no es una bebé, ella verá qué hace...
Los chicos no hablaban, saben cómo es Leonardo... las chicas también pero intentan hacer como que no es tan grave el asunto...
Volví a marcarle. Pero siempre salía igual.
-Hola chicos- escuché su irritable voz. Venía con otra ropa. Shorts deportivos, polera Adidas. Y tenía el cabello mojado.
Este tipo siempre tiene ropa en su casillero, y si coge lo más probable es que luego quiera bañarse... detesta tener mal olor... en realidad, detesta tener el olor de una mujer encima, porque eso espanta a las otras chicas...
-¿Has visto a Vaska?- dijo Jhonatan rápido.
-Si, la fui a dejar a su casa hace poco.
Apreté mis puños.
-Me la topé en el pasillo y me suplicó que la llevara a su casa... se sentía muy mal y estaba rara... deberías llamarla Matt...
-Si- murmuré.
Él frunció su ceño, no entiende nada.
-Vale... iré a...
Me alejé de ellos, ahora todo el mundo está en el casino almorzando... pronto irán con los rumores por todas partes...