Narra Vaska:
Bajó mi short y acarició mi cintura, luego, lentamente su mano viajó hasta mi trasero. Lo apretujó y luego me dio una fuerte nalgada.
Se sacó el jeans.
Sentí que alguien caminaba por el pasillo. No sé cómo lo sentí si la música estaba tan alta. Entraron en la habitación de Mathew.
Besé a Leo. Da igual quién está tirando en la cama de mi hermano, luego él limpiará...
Leo y yo caímos en mi cama, bajó mis bragas y su mano acarició mis piernas, me besó y luego su mano se aventuró en mi zona íntima, me acarició con movimientos circulares, gemí. Comenzó lento, para luego llegar a movimientos rápidos.
-¡AH!- tapé mi boca, mi cuerpo se arqueó levemente, sentí cómo me mojaba cada vez más- te necesito dentro ahora- gemí.
Bruscamente se puso sobre mi, saqué su bóxer.
Lo besé con ferocidad, entró en mi bruscamente, mordí su hombro para no gritar. Sus movimientos fueron rígidos y rápidos.
Jugó con mis senos mientras estos se movían con el vaivén de sus embestidas.
Narra Leonardo:
Apretó el cobertor de su cama con sus pequeñas manitas. Gemía lo más bajo que podía, pero de repente se le escapaban gemidos fuertes. Sus senos me tenían hipnotizado mientras se movían. La besé y mordió mi labio.
Arañó mi espalda, abrió aún más sus piernas y apretó los ojos.
-Oh, Leo- gimió en mi oreja.
Ay no... si sigue haciendo eso me iré ahora mismo.
Se puso tensa y sentí como su cuerpo me apretaba, gruñí.
Intenté lo más que pude callar mis graves gemidos y gruñidos. Pero, al parecer ella ya no tenía el control de los suyos.
Gritó al llegar y sus piernas se relajaron. Sentí cómo me corría, apreté los ojos y me relajé un poco, apoyé mi frente en su pecho.
Ella acarició mi espalda. La respiración de ambos aún estaba muy agitada.
Mierda... no usé condón... si hubiese sabido que veníamos directamente a tener sexo, hubiese pasado por la mesa donde están los condones...
Pero si no es virgen supongo que toma pastillas.
La besé.
-Vístete, comenzarán a sospechar si no nos ven...
Narra Mathew:
Katrina abrochó su vestido de nuevo y peinó su cabello.
La besé.
-Iré a buscar a mi hermana, no quiero que haga una locura.
Salí de mi habitación y caminé por el pasillo. Leonardo salió del baño, fruncí mi ceño.
Me quedó mirando.
-El baño de abajo estaba ocupado... y sinceramente no quería mear sobre semen y fluidos de otra gente.
Reí.
-¿Desde cuando tan escrupuloso?
Vaska salió de su habitación y se sorprendió.
-¿Y tú? Pensé que estabas con Juliana.
-Oh... si, pero vine a dejar... mi teléfono- balbuceó- se estaba descargando.
-Bien, cierra tu habitación para que no vengan a follar acá... no quiero que duermas sobre los hijos de cualquiera de estos idiotas...
Rió.