Narra Leo:
Vaska subió una historia, pinché ese circulito con su foto.
Era ella sentada en la cama, está frente al espejo, con un top amarillo, no noto bien qué lleva abajo, pero tiene una mano en su pequeña panza.
Se ve preciosa, su cabello se ve más claro gracias a la luz.
Bufé y me eché perfume.
-¿Para dónde vas?- me sobresalté.
-¿Puedes tocar...?- gruñí.
-Ay- rodó los ojos.
-Perry, no estoy bromeando, sal de mi habitación.
-¿Saldrás con esa chica de nuevo?
-¿Qué te importa?
-¿Te das cuenta por qué Vaska no está contigo?
La fulminé con la mirada.
-No, estamos juntos porque no queremos...
-A mi no me engañas, destruiste tu habitación cuando ella terminó contigo. Y lloraste una semana completa. Y ahora te haces el fuerte saliendo con una perra.
-Perry, suficiente.
-Vaska te vio.
Sentí que me puse pálido, ella asintió y apretó los labios.
-Ya sabes lo que pensó...
-¿Cómo lo sabes?
-Katrina...
-¿Katrina te lo dijo?
-Me la encontré en el supermercado... estaba hablando con la novia de Ian, le contó que iba por la playa caminando con Vaska y te vieron... Le contó con lujos y detalles a Stacy todo lo que pasó. Ahora no la recuperarás, Leonardo.
Me encogí de hombros, intentando aparentar que no me importa lo que ella piense de mi.
Narra Vaska:
-Hola bebé- susurré pasando mis manos por mi vientre- hola, pequeño bebito...
-¿Matt, ya te bañaste?- lo regañó Isabella- ¡¿Acaso nadie está listo?!
-Amor, tranquila...- intentó tranquilizarla mi papá.
-Amor, hoy es noche buena, invitamos a los Moore a cenar y ninguno está listo.
Miré a Katrina, ella me sonrió.
-Tú actúa normal... no le saques en cara nada, simplemente ignóralo.
Asentí y suspiré.
[...]
Escuché bulla abajo, me puse perfume.
Se me nota mucho más la panza.
-¡Vaska!- me llamó mi papá.
Bajé las escaleras.
-¡Mi niña!- dijo Madeline, la abracé- ¡Pero mírate! ¡Mira esa adorable panza!
Sonreí.
-Este bebé crece como un loco...
-¡Y cómo no! Mira a Leo, es enorme... cómo no va a ser enorme mi nietecito o nietecita.
Reí.
-Yo creo que es un niñito... aún tengo que pensar en nombres.
-Ay mi vida, no sabes lo feliz que estoy de verte así, radiante y muy contenta.
Le sonreí.
Saludé a Jack, Jason y Perry.