Narra Vaska:
Andaba en el auto de su hermano, manejó lentamente, respetando cada ceda el paso, cada disco "pare", cada paso de cebra, cada semáforo. Respetó la velocidad máxima, como nunca.
-Pasaremos a mi casa para poder cambiarme de ropa y bañarme- murmuró, le sonreí.
-Bueno.
[...]
Bajó luego de 10 minutos, vestido con un jeans negro, una camisa azul marino y zapatillas. Le sonreí.
-Vuelvo en unas horas, mamá- avisó, ella nos sonrió. Tomó mi mano y me guió hasta el auto.
Jason fumaba en el patio.
-Que les vaya bien.
Le sonreí.
Caminé para saludarlo, él me abrazó.
-Felicidades, cuñadita. Lo hiciste muy bien. Sabes que puedes lograr todo lo que te propongas, no importa qué te digan, no importa qué tan caída te sientas, porque saliste del hoyo más hondo, y aquí estás.
Le sonreí.
-Muchas gracias, Jason.
-Y ya sabes que para mi eres una hermana, confía para mi en lo que sea...
-Gracias.
Besó mi mejilla y caminé hasta el auto, Leo me abrió la puerta.
-Gracias- le sonreí.
[...]
Llegamos al restaurante y fulminé con la mirada a Leo.
-¿Qué?
-Es...- miré de nuevo el restaurante- no lo sé, no es a lo que estamos acostumbrados... pensé que sería algo sencillo.
-Hoy es un día especial, mereces lo mejor.
Tomó mi mano y me guió dentro del restaurante.
-Hola, tengo una reservación.
La chica de la puerta le sonrió coqueta.
-Si, Leonardo, ¿No?
Él asintió.
-Pase por acá, por favor.
Nos guió hasta una mesa muy linda, decorada elegantemente.
-Enseguida vendrá un mesero a atenderlos.
Se despidió.
En mi puesto había un ramo de rosas y una cajita al lado. Me senté y Leo también.
-¿Y esto?
Él sonrió.
-Ábrelo.
Abrí la caja y abrí mis ojos como platos.
Narra Madeline:
-¿Y eso?- preguntó Jason.
-Es el traje de tu hermano... Acompañará de sorpresa a Vaska a su baile de graduación.
-¿Alguna vez pensaste verlo haciendo esto?
-No- negué- jamás pensé que mi hijo intentaría sentar cabeza, jamás pensé que maduraría... ¿Lo ves ahora? Antes llegaba borracho, o con los ojos rojos...
Jason rió.
-Recuerdo que lo esperabas en la puerta para regañarlo por llegar así...
-Pensé que jamás cambiaría... pensé que sería un caso perdido... hasta que apareció Vaska.