Narra Vaska:
Leo llegó con la cara limpia, se cambió de ropa. Pero tenía cara de "mierda"
Se sentó a mi lado.
-¿Estás bien?- me preguntó.
-No deberías preguntarme a mi eso...- murmuré, toqué su pómulo, se quejó- ¿Te duele?
-Siento como si un camión hubiese pasado por mi cara...
-Amiga, deberías comer algo...- murmuró Juliana.
Leo observó las cosas que Juliana me había traído.
-Come algo, sino te vas a desmayar... Matt me dijo que cuando te pones muy nerviosa te desmayas... te baja el azúcar y esas cosas. Mejor come... Sé que te encantan esos muffins que venden en la cafetería.
-No quiero comer...- negué.
Lo abracé.
-Perdóname- sollocé- todo esto es mi culpa.
Él negó.
-Amiga, es culpa de los dos... deberían haberse cuidado y... una pila de cosas más, pero ya de nada sirve echarse la culpa.
-¿Fuiste al médico? Ahora tienes que cuidarte...
-Señor Moore... la directora lo solicita en su oficina... a usted también señorita Clark- dijo la secretaria de la directora.
[...]
-¡Este es un colegio decente! ¡No es un campo de batalla!- mi hermano apenas tiene un moretón pequeño en el pómulo- ¡Además ustedes son amigos!
-Éramos amigos- murmuró Mathew.
-Bueno, lo que pase entre ustedes da igual, no pueden golpearse como animales... Espero no se repita.
-No se va a repetir- murmuré.
-Oh... eso me faltaba, ¿Qué tiene que ver usted en este tema, señorita?
-No lo sé, usted me llamó- dije incómoda.
-Porque todos decían que ellos dos se pelearon por usted.
-Leonardo embarazó a mi hermana. Traicionó mi confianza, y me mintió...
La directora se emocionó.
-Bueno, esos problemas deben resolverlos en casa. No acá donde todos comenzarán a murmurar cosas. Y tranquila señorita Clark, la escuela la apoyará con sus estudios. Puede venir hasta cuando ya no pueda más. Y luego de que acabe su post-natal puede volver a clases normales.
Asentí.
-Y bueno, de más está decir que no se deben andar confrontando en los pasillos... ya fue suficiente.
[...]
Salimos de la oficina de la directora.
-Vamos Vaska- murmuró Mathew.
-No... quiero hablar con Leo- tartamudeé.
Leo me protegió con su cuerpo, sabiendo que Matt reaccionaría mal.
-No, te vienes conmigo- intentó tomar mi brazo, Leo lo alejó de un manotazo en el pecho.
-¿Quieres que te parta la cara de nuevo?
-Inténtalo- murmuró.
-Suficiente- gruñí, me puse entremedio de ambos- ¡No pueden pasarse la vida peleando! ¡Son amigos!
-¡Eres mayor que ella! ¡¿Cómo mierda no te cuidas?! Manchaste la imagen de mi hermana y además la embarazaste... ¡Vaya manera de quererla! Vamos Vaska.