Narra Vaska:
-¿Dónde se fue?- gruñí.
Christian arrugó la nariz.
-Lo tenía como el mejor hombre del mundo, ahora es algo muy alejado a eso...- gruñó.
De repente llegó, se venía riendo.
Miré a la chica, ella también venía riendo.
Leo llegó a mi lado y besó mi mejilla.
La chica caminó hacia su grupo.
-¿Quién es ella?- murmuré.
-Ella es una chica que conozco desde que tengo memoria... fue como mi mejor amiga cuando era pequeño... es más, fue novia de tu hermano antes de que se enterara de que no le gustan los hombres.
Me sorprendí y enseguida sonreí.
-Oh...
Me giré a ver a la chica, ella besó a otra que estaba a su lado y luego se abrazaron.
-Me pidió ayuda para abrir el auto de su novia y meter muchas rosas.
-Oh, que romántico- sonreí.
La chica llegó a nuestro lado, venía con su novia.
-Leo, ella es Nelly, mi novia.
-Hola- Leo la saludó- creo que ustedes no se conocieron muy bien- murmuró mirándome y luego a su amiga- ella es Vaska... Vas, ella es Janis.
-A este idiota lo conozco desde que usa pañales- dijo la chica.
-¿Ella es tu novia?- preguntó Nelly.
-Eh...- Leo apretó los labios- algo así...
-¿Ella es la mamá de Bianca?- dijo Janis- Ya veo de dónde sacó toda la belleza esa niña, porque por tu lado no tenía cómo salir bonita.
Leo rió.
-Gracias amiga, por eso te amo demasiado.
-¿Cómo te fue en el servicio?
-Bien- asintió- salí premiado... en unos días seré ascendido a Alférez.
-Entonces seguirás con la carrera militar.
-Si... pensé que no me gustaría... pero en lo único que pienso es en eso...
-Genial- la chica asintió. Luego me miró- ¿Y ustedes por qué no están juntos? Es decir... están aquí juntos, actúan como una linda pareja... ¡Pero no están juntos!
-Empezamos de cero- murmuré- teníamos muchos problemas, entonces decidimos empezar todo de nuevo. Nos olvidamos de todo. Y aquí estamos...
-Oh, pero a mi no me engañan. Empezaron todo de nuevo, pero siguen cogiendo.
-La verdad es que no- reí- y no es que no tengamos ganas... pero Leo está convencido en que si empezamos de nuevo, tiene que ser de verdad.
-Que romántico- opinó Nelly con una mano en su pecho.
[...]
Disfruté mucho más las canciones lentas que las movidas y prendidas.
Disfruté relajarme en su pecho, y que él besara mi frente mientras nos mecíamos al compás de la canción.
Acaricié su corto cabello.
-En unos días me ascenderán a Alférez... y quiero que tú estés ahí. No me importa nadie más, te quiero ahí a ti... porque sé por todo lo que pasaste por mi culpa en este año... y quiero que veas que valió la pena cada lágrima, cada conflicto...