Narra Vaska:
El resto de los días fueron muy oscuros. A pesar de que afuera estaba soleado. Pasé días acostada, sin apenas moverme. Matt me invitaba a caminar por la playa, a tomar un helado, me invitaba a ver los partidos de fútbol. Pero no quería.
Sólo quería estar recostada en mi cama esperando a que pasaran los días.
Y así cumplí 3 meses de embarazo.
-Engordaste bastante, hija...- murmuró mi papá.
Katrina me sonrió.
-Hasta que al fin saliste de tu cama.
Suspiré.
-¿Cómo está ese bebito?
Miré mi panza. Creció bastante.
-¿Vaska...?- Katrina me miró preocupada.
Mi papá caminó hasta la sala de estar.
-¿Qué pasa, corazón?- preguntó Katrina y acarició mi mano- ¿Quieres que salgamos a caminar...?
Negué.
-Si, iremos a dar una vuelta por la playa- dijo- ¡Matt! ¡Vuelvo en unos minutos!
[...]
Sentí la arena bajo mis pies, dejé que el sol alimentara mi piel e inhalé la brisa costera.
-¿Me dirás lo que pasó?- preguntó Katrina.
El viento desordenó mi largo cabello.
-Leo...
-¿Qué pasa con él?
-No ha venido... desde que mi papá se casó.
Ella me miró con lástima.
-¿Qué esperas, cariño? Le rompiste el corazón.
-Él también el mío.
-Vaska... seré sincera contigo. Tú te lo rompiste sola, porque él nunca hizo algo para rompértelo. Tus celos fueron los que rompieron tu corazón, y luego, por eso, le rompiste el corazón terminando con él. Si tienes razón con que peleaban muy seguido... pero...
-No sé qué hacer, Katrina- tomé mi cabeza entre mis manos- no sé qué hacer, no sé qué estoy haciendo...
-Yo creo, que deberías salir... no encerrarte en tu habitación, te deprimes mucho. Deberías comenzar a salir, caminar, o ir de compras quizá... caminar por el parque, por la playa...
-¿Por qué no me viene a ver? ¿No se preocupa de su bebé?
-Vaska, te diré algo... pero no quiero que por lo que te diré corras a hablarle y a arrodillarte... pero él me pregunta por ti todos los días, y por el bebé también. A Matt lo llena de mensajes si no le contesta rápido porque cree que te pasó algo.
-¿Y por qué no viene?- sollocé.
-Porque a él, como a ti, le duele mucho todo esto... le duele verte. Le duele... le duele todo, Vaska. Es un ser humano, a pesar de que antes todos creíamos que no tenía sentimientos.
-¿Y qué debo hacer?
Se encogió de hombros.
-Intenta cruzártelo en algún lugar... quizá así comiencen a verse más seguido... ¡Ay, no sé, Vaska! ¡No sé qué es lo que quieres! ¿Quieres estar con él? ¿Quieres intentarlo de nuevo?
-Tengo miedo- me quejé- ¿Y si me rompe el corazón?
-Ya te demostró que por ti es capaz de cualquier cosa.