Narra Vaska:
-Me cuesta tanto dejarla aquí- dije con un puchero.
-Tranquila, sólo son unas horas- Isabella me sonrió- además, estaremos bien acá.
Tomé mi mochila.
-No te preocupes- me alentó- sólo enfócate en poner atención en clases.
Mi pequeña bebé ya tiene 3 meses.
Estos 3 meses han sido los más agotadores de mi vida. Pero también los más felices.
Matt y yo no hemos vuelto a ser como antes, cuando éramos como mejores amigos.
Pero al menos ahora me habla.
[...]
-¡VASKA!- chilló Katrina y me abrazó- ¡Te ves muy bien, cariño!- dijo enternecida.
-Hola guapa- Gabriella me abrazó- ¿Cómo está la gordita?
-Muy grande- sonreí.
-Hola Vas- Stacy me abrazó- te ves genial.
-Es enserio- afirmó Katrina- se te ven unos pechos redondos y grandes, pero no tanto, un culazo y... creo que adelgazaste un poco.
-Es imposible, acabo de tener a mi hija.
-Pero si te ves delgada para haber tenido un bebé recién.
Leo se acercó y me besó.
-Hola preciosa.
Las chicas se enternecieron.
-Discúlpenme, les quitaré a mi maravillosa novia por un segundo.
Reí y él me llevó más lejos de las chicas.
-¿Cómo estás?
-Muy triste... Es decir, quería volver al colegio, porque me entretengo y además quería salir de casa. Pero me rompe el corazón tener que dejar a Bianca.
-Tranquila, sólo serán unas horas... luego ya se acostumbrará a estar con Isabella- acarició mi cabello.
-Hola Leo- una chica se acercó de forma coqueta- me dio mucho gusto verte el sábado en la fiesta, espero se repita- le guiñó un ojo y siguió caminando, contoneando sus caderas de lado a lado.
Me crucé de brazos y miré a Leo.
-Pensé que habíamos llegado a un acuerdo de no ocultarnos información...
Él suspiró.
-Pero no tengo que decirte todo lo que hago...
-No, pero... no lo sé, ¿Por qué no me dices que fuiste a una fiesta?, ¿Por qué lo ocultarías?, además... Esa chica no actuó como si fuese sólo una amiga, o como si sólo te hubiese visto en la fiesta. ¿Qué pasó con ella?
-No lo sé- se encogió de hombros- mira, Vaska... yo sólo fui a la fiesta con los chicos, bebimos un poco y ya está.
-Tú te molestarías si yo fuese de fiesta y no te lo dijera. No deberías hacer lo que no te gustaría que te hicieran.
Él rodó los ojos.
-Es imposible hablar contigo, Vaska. Sigues igual de celosa que siempre.
Iba a contestarle, pero se volteó y se fue.
[...]
-Quizá extraña su libertad- murmuró Hans- ahora son novios y además tienen una hija, no es un simple noviazgo de adolescentes. Ya son una familia... Quizá quiso sentir que no está del todo amarrado, porque aunque no quieras que se sienta así, así se siente... ¿Lo entiendes?
-El tema es que... no lo sé, esa chica me dejó con una sensación rara.
-¿Crees que Leo te engañó?
-Ya no sé qué creer. Pero tampoco quiero que discutamos de nuevo. Pero me molesta tanto que haga cosas, y que si esas cosas las hiciera yo, se enojaría un montón y armaría un escándalo.
Vi que Leo llegaba en el auto de su hermano. Tocó la puerta e Isabella le abrió.
-Apuesto a que se pondrá celoso porque estoy hablando contigo... pero yo tuve que aguantar que él fuese a una fiesta, sin decirme, que además lo mantenía en secreto como si fuese un código de guerra y que esa chica lo tratase como si ya se lo hubiese comido entero.
Narra Leo:
-Hola preciosa mía- tomé a Bianca en mis brazos cuando Isabella me la pasó- ¿Y Vaska?
-Está hablando con Hans en la plaza.
Fruncí mi ceño.
-Debería estar con su hija, no con ese hijo de...
-Leo- me interrumpió Isabella- ¿Te estás escuchando?
Arrugué la nariz.
Miré por la ventana, hablaban animadamente e incluso a veces reían.
Narra Vaska:
-Eres un idiota- dije secando las lágrimas que habían caído por reírme tanto.
-Bueno, piensa en lo que te dije... quizá si le das más espacio cambia su actitud... o, podrías sacar la artillería pesada y directamente ser indiferente con él, y ahí te buscará.
[...]
Entré en la casa, Leo paseaba a Bianca.
-Hola- murmuré- gracias Isabella.
Ella me sonrió.
-¿Qué tanto tenías que hablar con él?
Alcé mis cejas.
-¿Qué tanto tenías que ocultar de esa fiesta?
-No me cambies el tema, Vaska.
-¿Qué te importa lo que hable con Hans?
-¿Qué te importa lo que hice en la fiesta?
-Es muy distinto- contraataqué- Hans es mi amigo. Y esa chica...
-A esa chica ni siquiera la conozco...
-Tú no necesitas conocer a alguien para tirartela. Lo haces simplemente...
-¿Eso crees que hice? ¿Crees que cogí con ella?
-Es lo que parece...
-¿Y tú con Hans?
-Ay, Leo, ya suficiente. Dame a mi hija, por favor.
-No, déjame verla antes de ir a trabajar.
-¿Seguro que irás a trabajar y no a una fiesta?
-¡Suficiente, Vaska!
Bianca se asustó y comenzó a llorar.
-Mira lo que hiciste- gruñí, le quité a Bianca y comencé a mecerla- ay, bebita. El papi malo te asustó...
Él rodó los ojos.
Tomó su chaqueta y se fue.
Idiota.
Narra Leo:
Me subí al auto y comencé a manejar.
Golpeé el manubrio.
Intenté mantener la calma para no provocar un accidente... aunque lo único que necesito ahora es un descanso de esta vida.