Narra Leo:
Venían fotos con muchos de los del equipo de fútbol, en cada foto la panza de Vaska aumentaba más.
En un periodo de las fotos me ausenté.
Llegaron las fotos del baby shower y estábamos juntos, sonrientes y muy enamorados... yo sigo enamoradísimo de ella.
Luego el nacimiento de Bianca.
-¡Recuerdo esa foto!- chilló Katrina.
Vaska estaba muy emocionada, las lágrimas brotaban de sus ojos sin parar.
Las fotos siguieron corriendo, en muchas salí yo vestido de militar con ella abrazándome, colgándose de mi cuello o qué se yo.
De repente, el vídeo se cortó, todos aplaudieron.
Vaska suspiró, se paró de la silla y me sonrió.
Se escuchó un carraspeo.
-Espero esta cosa esté funcionando...- Vaska se quedó helada, miré en dirección al vídeo.
Vaska se volteó lentamente.
-Hola hija- Vaska buscó a tientas mi mano, se la di y la senté en la silla- hoy debería ser tu cumpleaños número 18... espero tu padre te muestre este vídeo.
La señora es su madre... está casi sin cabello. Sus ojos están inyectados en sangre, su cara está maquillada, pero, aún así se nota que está enferma.
La señora miró directamente a la cámara.
-Lamento tanto desearte un feliz cumpleaños de esta manera...- sonrió- espero tu vida vaya bien. Espero te hayas adaptado bien... espero que...- los ojos de la mujer se aguaron, Vaska se aferró a mi mano- espero que el día en que yo muera... demuestres lo fuerte que eres. Porque eres capaz de cualquier cosa, mi vida, cualquier cosa si tú te lo propones... espero que a esta altura todo vaya bien. Que estudies, que vayas a la universidad... alguna que otra fiesta... quizá un novio, pero cuidado que los hombres se pasan de listos y luego te embarazan.
Vaska se rió.
-Ups...- murmuré.
-Sea lo que sea que estés viviendo... estoy ahí... caminando siempre a tu lado, y dándote una mano para cuando te caigas... porque estando aquí, allá, o en cualquier otra parte... yo siempre estaré a tu lado. Siempre, mi vida- sonrió- Felices 18, mi niña. Te amo con todo mi corazón.
El vídeo se cortó y todos aplaudieron.
Vaska corrió a abrazar a David.
Me volteé y respiré rápido.
-Te va a morir- se burló Thomas.
-Me estoy mareando mucho...- gruñí.
Caminé hasta la mesa llena de comida y disimuladamente comencé a comer cada una de las mierdas que ahí habían.
[...]
La última persona se fue a las 4 de la madrugada.
-Leo, ¿Vienes?- preguntó mi mamá.
-Se quedará- dijo Vaska rápido- tiene que...- se quedó pensando- ayudarme con algo.
-Okay... hijo, usa condón esta vez, ¿Si?
Me sorprendí.
David me fulminó con la mirada, alcé las manos.
-Yo no he hecho nada... y tampoco lo haré.
