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Narra Vaska: 

De vuelta a casa. 

Con el corazón roto, pero, a la vez, arreglado. 

No era lo que esperaba, pero estoy conforme. 

Bianca se veía feliz, muy animada... y muy inquieta. 

Creo que será una larga noche. 

Narra Leo: 

"U

Estuve pensando toda la noche en cómo hablarte hoy.

No sé cuál será tu estado anímico cuando llegue esta carta. 

Si estás feliz, te depositaré dinero apenas termine de escribir esta carta, sal a comprarte un lindo vestido y guárdalo hasta que vuelva... le daremos un buen uso. 

Si estás triste o enrabiada, o cansada por Bianca... sal a comprarte ese lindo vestido, el dinero estará ahí" 

Comienza el plan conquistar a Vaska. 

Esta vez nada saldrá mal.

Si algo he aprendido acá es que los militares son muy organizados en todo. 

Mi vida está planeada. 

Reconquistarla- para eso necesito mucho mérito. Cenas, ir al cine, escaparnos de Bianca un par de horas, ver la puesta del sol en la playa, tomar helado, dormir toda una tarde... quizá hacer el amor... pero eso más adelante. No quiero que todo empiece muy rápido como la primera vez... si es necesario me aguantaré de ver ese lindo y redondo trasero para que no salte la liebre. Esta vez realmente será desde 0. 

Noviazgo- Un noviazgo bonito, lleno de conquistas todos los días. 

Casa- Este plan no está tan lejos... a más tardar dos años. Para ese entonces Vaska ya debería ser mi novia. 

Matrimonio- Da igual si es antes o después de la casa... pero nos vamos a casar. Con una boda enorme, estilo princesa. Incluso, hasta podría ser con oficiales militares con sus sables... ¡Sería muy lindo! Una boda militar... 

Bebés- Más bebes, eso siempre y cuando tengamos una casa, estemos casados y yo siga con mi carrera militar. 

Envejecer juntos. 

Desde el primer plan todo es juntos. 

Quizá no todo será un cuento de hadas, muchas cosas se nos interpondrán. Pero lo superaremos. 

Narra Vaska: 

-¡Eres adorable!- chillé- pero que guapa... Te pareces a papá- dije sosteniéndola de pie sobre mi cama. 

Ella sonreía de forma coqueta. 

Es una niña encantadora. Apuesto a que cuando crezca Leo se pondrá muy celoso, tendrá que andar siguiendo a nuestra preciosa hija. 

-Hija- mi papá entró en mi habitación- hola princesita- pellizcó uno de los cachetes de Bianca- te llegó carta. 

-¿A mi? 

Vaya... Que rápido Leo.

-Si, a ti... 

La recibí.

-Muchas gracias. 

Salió de mi habitación. 

Senté a Bianca en la cama y ella siguió jugando con unos cubitos. 

Abrí la carta. 

Me abracé a cada una de las letas... ha mejorado la letra desde la primera carta. 

¡No con mi hermana!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora