Narra Vaska:
Rápidamente caminé de vuelta a donde todos estaban, aguantándome las lágrimas y las ganas de gritar.
Está bien, aquí termina todo.
Me senté al lado de Andrés y tomé a Bianca.
-¿Qué pasó?- preguntó- ay no...
Se volteó para ver a Leo, él venía como si nada, con las manos en los bolsillos del pantalón, caminando tan encantador como siempre.
-Terminamos...
Se sorprendió.
-Tiene que ser mentira- dijo riendo- ¡Pero si ustedes se aman!
-Al parecer será mejor estar separados.
-No puede ser verdad...- Leo llegó a nuestro lado- ¡Ustedes dos toman las peores decisiones! No pueden ser... ¡Tan inmaduros!
-Ya da igual, Andrés- murmuré- ya no hay vuelta atrás.
Narra Leo:
Ay dios, lo jodimos... Todo por no expresarnos bien y ser unos orgullosos de mierda.
Me senté al lado de Vaska, para intentar disimular todo... ella ni siquiera me miró, agachó la mirada.
No sé si fue lo más correcto... pero ya está todo dicho.
Somos muy impulsivos... pero, esto es lo que necesitamos para saber si necesitamos o no estar juntos.
Andrés se paró, me pasó a Bianca y se alejó, dejándonos casi solos en la mesa.
-Vas...
Ella se iba a parar, la sujeté del brazo.
-No estés así.
Frunció su ceño.
-No estoy mal.
Orgullosa de mi...
-Vaska, si queremos arreglar algún día todo esta mierda que hicimos tenemos que comenzar a ser sinceros. Tú no estás bien. Yo no estoy bien.
-No quiero llorar más, Leo... sólo no quiero llorar, quiero dejar de pasar malos ratos, quiero ser feliz, ¿Entiendes?
-¿Y no eras feliz conmigo...?
Apretó los labios.
-No así... Todo era tan... tan bueno antes de que vinieras, no necesitaba a nadie más que a ti- sus ojos se aguaron- no necesitaba de Hans... sólo de ti, necesitaba sólo que me prestaras tus oídos para escuchar mis quejas y que luego me consolaras, necesitaba tu presencia y tus "Todo estará bien" Pero eso no lo tengo.
-Dijimos que sólo sería un año... ya no falta casi nada.
-Quedan más de 8 meses, Leonardo- gruñó- tú dices que no puedes vivir tranquilo estando conmigo y acá... porque crees que saldré y me revolcaré con el primero que se me cruce. Yo no quiero estar con alguien que me crea una perra- arrugó su nariz- Yo tuve que confiar en ti durante mi embarazo... admito que me puse celosa muchas veces... pero puse todo de mi por confiar en ti.
Tiene razón, demonios.
-¿Qué quieres hacer?
Ella negó, miró al cielo y cerró los ojos.
-Ya está... ya lo dijimos. Quizá necesitamos terminar un tiempo.
Pero yo no quiero compartirla con nadie... no quiero que... joder, el sólo hecho de imaginarla con Hans me da asco.
-Prométeme que...
-Yo no prometo nada- murmuró- porque te prometí muchas cosas estando juntos, y aunque las cumplí, no me lo creíste. Y tampoco quiero que me prometas algo... porque tú tienes facilidad para decepcionarme.
Me sorprendí.
-Bien- asentí- ¿Entonces así quedarán las cosas? ¿Ahora nos odiaremos?
-Yo no te odio- negó- es imposible odiar a alguien a quien amo. Pero creo que necesitamos madurar. Quizá empezar de nuevo...- sus manos temblaban- no sé lo que necesitamos.
Apreté las manos.
Tengo impotencia de no saber qué mierda hacer.
La abracé, besé su cuello.
-Sabes que te amo.
Vi como su piel se erizaba. Me separé de ella.
-Ambos necesitamos madurar mucho. Ambos necesitamos dejar de ser impulsivos. Ambos necesitamos aprender a amar...- ella me miró con los ojos aguados- no te haré llorar nunca más... a no ser que sea de felicidad, y no me gritarás nunca más a no ser que sea de placer- se sonrojó- comencemos de nuevo- se sorprendió- ignoremos toda la mierda que nos dijimos en los últimos días... incluso en los últimos minutos. Bota todo eso a la basura y comencemos de nuevo... te voy a reconquistar. Porque admito que tengo mucha parte de la culpa de que todo esto pase... me despreocupé pensando que te tenía ganada... pero a una mujer se la enamora todos los días.
-No sé a qué te refieres... es decir... ya me perdí- dijo.
-No terminaremos definitivamente... sólo empezaremos de cero... cada vez que vaya a casa saldremos como antes... a fiestas a veces, o al cine... o donde tu quieras. Haré que sientas lo mismo por mi... aunque esté acá... nos daremos otra oportunidad, partiendo desde cero, olvidando todo lo que pasó en todos estos meses. Y si no resulta, al menos dimos todo de nosotros... y si resulta, quién sabe- me encogí de hombros.
-Leo- se quejó- pero... míranos. Acabamos de mandarnos a la mierda.
-Y estoy intentando ser maduro e impedir que nos odiemos de por vida... empecemos de cero.
Bufó.
-Bueno- asintió.
-Soy Leonardo...- le di la mano, ella rió- tienes cara de llamarte Vaska.
Apretó los labios.
-Depende de quién pregunte es cómo me llamo.
-Entonces para mi te llamas amor.
Ella se sonrojó.
-¿Ese es tu modo de conquistarme?
-Si ya lo hice una vez, ¿Por qué no puedo una segunda del mismo modo?
-Tengo una hija, ¿No te importa eso?
-También tengo una hija- asintió- ¿Te molesta fusionarlas en un sólo e inquieto bebé?
Ella estalló en risas.
Así la quería ver, riéndose.
Sé que este nuevo comienzo costará mucho.
Ahora que saldrá de este recinto siendo, oficialmente, una mujer soltera estaré más intranquilo.
Pero daré todo de mi, y será como si estuviese ahí con ella.
Y cada vez que salga de acá haré que se sienta la mujer más afortunada del mundo.
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¿Les gusta la idea de que Leo y Vaska empiecen todo de nuevo?
A mi me gusta que terminen como amigos y que ambos intenten "re-enamorarse", porque le da la oportunidad de comenzar con energías recargadas... y quién sabe qué pase... quizá resulta estar juntos, o quizá encuentran a otra persona.
