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—¿Cuanto tiempo hay que esperar? —preguntó Ana tomando asiento a un lado de Wanda en la cama. Le temblaban las manos y tenía un revoltijo en el estómago que no la dejaba pensar bien.
—Las instrucciones decían que tres minutos —respondió Wanda para después encogerse de hombros y recoger la caja color rosa para cerciorarse de que lo que había leído con anterioridad era cierto—. Sip, tres minutos. ¿Ves?
Ana asintió y se tragó en nudo en la garganta mientras movía su pie derecho con impaciencia, tratando de imaginarse la reacción de Steve ante tal noticia.
¿Se pondría feliz? ¿Enojado? ¿Ansioso?
La verdad era que no tenía forma de saber, y la duda la estaba carcomiendo por dentro a paso lento y doloroso.
Probablemente esos fueron los tres minutos más largos de su vida. Wanda y Ana observaban la prueba de embarazo esperando a la las dos lineas aparecieran, preparándose para salir corriendo en caso de que así fuera.
El teléfono celular de Wanda soltó un pitido y ambas concentraron sus miradas en el aparato en frente de ellas, Ana soltó un grito ahogado al ver cómo las dos líneas se marcaban con fuerza en la zona central del dispositivo.
—Dios santo —chilló Wanda poniéndose de pie y extendiendo los brazos para envolver a su mejor amiga—. ¡No lo puedo creer!
Ana le devolvió el abrazo, miles de emociones bullendo en su interior, el rostro de Steve rondando su mente como un fantasma.
—Oh Dios —murmuró Ana una vez que Wanda disolvió el abrazo, mientras se llevaba los temblorosos dedos a los labios—. Estoy embarazada. ¡Estoy embarazada!
Wanda sonrió y le entregó la prueba de embarazo.
—Tienes que ir a decirle a Steve.
—Pero está entrenando. Fury detesta cuando se interrumpen los entrenamientos.
Wanda negó con la cabeza y soltó un bufido. A Lakers se Fury, a la mierda todo. Esta noticia requería máxima importancia y atención.
—Eso no importa —Wanda tomó la mano de su mejor amiga y jaló de ella en dirección al elevador—, ven, vamos a buscar a tu galanazo.
Las puertas del elevador se abrieron una vez que llegaron al último piso de la Torre, y Ana salió de éste con Wanda detrás de ella y la prueba de embarazo en su mano. El aparato parecía pesado entre sus dedos y a penas vio a Steve, las lágrimas aparecieron en sus ojos, amenazando con caer como una cascada.
—S-Steve —dijo ella avanzando hacia él. Al verla Steve bajó las pesas que tenía en las manos y las depositó en el suelo. Cuando Ana llegó a su lado, los abrazó con fuerza apoyando su mejilla contra el pectoral de él.
—Amor —dijo Steve sorprendido llevando sus manos a la espalda de su novia—. ¿Qué ocurre?
Ana lo abrazó con más fuerza y Steve frunció el ceño. Le hizo un gesto a Wanda y ella se encogió de hombros. No era su deber revelar una noticia tan importante.
—Hey, Ana, cariño —murmuró Steve en el oído de ella tratando de tranquilizarla.
—Vamos a ser papás —dijo Ana separándose de Rogers y levantando la prueba de embarazo en el aire.
Los ojos de Steve volaron al dispositivo de plástico que Ana estaba sosteniendo para después abrazarla y esconder su rostro en el cuello de ella.
—¡VOY A SER PAPÁ! —gritó con sus labios presionados contra la piel de Ana, mientras la abrazaba con fuerza levantándola levemente del suelo.
—¿VOY A SER TÍO? —chilló Sam abrazándolos a los dos y soltando carcajada tras carcajada.
Wanda rodó los ojos y esbozó una sonrisa.
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Lo prometido es deuda, muchísimas gracias -otra vez- por hacerme la portada para los Writing Challenges te quedó maravillosísima 😍😍😍
