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Loki se había removido en su cama por un par de minutos, hasta que llegó a la conclusión de que no sacaba nada quedando se acostado con la mirada pegada en el techo. Aún así no iba a dormir.
Así que optó por levantarse, se puso sus botas negras y salió a dar un paseo.
La noche de Asgard estaba más helada que de costumbre, pero considerando que era la madrugada, no se podría esperar otra cosa.
Loki caminó por los pasillos del palacio con las manos en los bolsillos. Daba pasos suaves sobre las limpias baldosas que recubrían el suelo. De vez en cuando, había una antorcha iluminando el corredor, haciendo resaltar todos los adornos de oro colgados en las paredes. Loki pasó por fuera de la habitación de Thor, estaba todo apagado, y no se escuchaba ningún ruido en el interior de esta.
Asumió que a diferencia de él, su hermano si podía dormir, como un bebé.
Pensó en pasar por fuera de la habitación real, donde dormían sus padres, pero después desechó la idea considerando que habían cosas de su intimidad que prefería no conocer.
Se detuvo en un pequeño balcón que daba a la parte más bella, según él, de Asgard. Podía ver y escuchar como corría el agua debajo de donde estaba, la luna iluminándose en la superficie de esta, como un circulo blanco y perfecto. Apoyó las manos en los barandales y fijó la vista más allá.
El aire olía un poco a humedad y flores, seguramente producto del rocío. Loki levantó la cabeza para ver las estrellas, eran como millones de pequeños y relucientes puntos en el cielo.
—¿Tampoco puedes dormir? —Una suave voz lo sacó de sus pensamientos y lo obligó a darse la vuelta. Al hacerlo se encontró con ____ de pie en frente de él. Ella tenía el cabello tomado en una larga trenza, tenía puesto una camisa para dormir que le llegaba hasta los tobillos y sobre esta una manta de piel café que se veía bastante calentita.
—Que novedad, ¿no? —dijo Loki encogiéndose de hombros.
Ella asintió y se acercó a él a paso lento. Se detuvo hasta llegar a su lado, sus dedos tocaron la fría superficie de la barandilla de metal. Estaba casi congelada.
—¿Pesadillas? —preguntó ella soltando la barandilla y escondiendo sus manos debajo de la manta.
—En realidad no —respondió Loki sin mirarla, los ojos posados en el reflejo de la luna—. Lo que quizás es peor.
Ella tomó aire y levantó la cabeza levemente.
—¿Tu tuviste una pesadilla? —Loki tenía los codos apoyados en el barandal, y el cuello doblado un poco para poder verla. Sus ojos brillaban bajo la luz de las estrellas, y se juntaron con los de _____ así como un choque de estrellas fugaces.
Ella negó con la cabeza y pestañeó repetidas veces para alejar las lagrimas que se precipitaban por caer y mojar sus mejillas.
—Hoy se cumplen seis años de la muerte de mi hermano —dijo ella encogiéndose de hombros—. Me cuesta un poco dormir durante el aniversario de su muerte —explicó y se mordió el labio con fuerza, para ver si el dolor allí sería más fuerte que el que embargaba su pecho—. Siento que lo veo en todas partes... Todavía no puedo olvidarlo, sé que suena estúpido.
—No lo hace —dijo Loki irguiendo la espalda y negando con la cabeza—. Y no tienes porque olvidarlo. Es tu hermano. Es natural.
Ella bajó la mirada a sus manos, rojas por el frío y esbozó una pequeña sonrisa.
—¿Puedo hacerte una pregunta? —dijo Loki sin despegar sus ojos de ella en ningún segundo. ____ asintió al volver a conectar su mirada con la de él—. ¿Te uniste al escuadrón real, por él?
—Era el mejor peleando —dijo ella sin darse cuenta de la nostálgica sonrisa que esbozaban sus labios—. Me uní porque sentí que quizás así podría estar más cerca de él. Después que murió mi madre quedó destrozada y mi padre cambio rotundamente, no podía seguir viviendo con ellos de esa forma, necesitaba sentir como si mi hermano aún estuviera ahí, conmigo. No estoy segura si me funcionó —Loki veía como lentamente las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos. Ella soltó un tembloroso suspiro—. Antes de que muriera, tuvimos una pelea. Lo traté tan mal porque no hizo algo que mamá le pidió...
—No puedes sentirte culpable por algo que no fue culpa tuya, eras solo una niña.
—Para parecer como que no tienes corazón, das buenos consejos.
—¿Quién dijo que no tengo corazón?
—Thor lo dice a veces, pero estoy segura que lo hace de broma.
Loki sonrió y rápidamente tomó una de las manos de ella.
—Estás congelada —dijo él—. Ven, ya que no quieres dormir, te voy a mostrar algo.
Loki jaló de su brazo con fuerza y a ____ no le quedó más remedio que seguirlo.
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YA LAS ECHABA DE MENOS CHAMAS
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