"Stop telling me you're ok!" {pedido por: SrtaMercury13 }
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Tony hizo una mueca cuando vio a Gisselle entrar por la puerta.
No es que no quisiera verla, es más, se moría por hacerlo (literalmente), pero también sabía lo mucho que ella se preocupaba cada vez que el tenía un pequeño accidente, y no quería tener que lidiar con su furia, por lo menos no todavía.
Eso se lo dejaría al Tony del futuro.
—Ay, Dios —dijo ella al verlo, llevándose ambas manos a la boca—. ¡Anthony!
Tony cerró los ojos con fuerza, mientras la enfermera a su lado terminaba de curar su heridas.
—Esto puede arder un poco, Sr. Stark —dijo la enfermera volteándose para tomar algo de un carro de metal a su espalda. Tony fingió una sonrisa en dirección a Gisselle la cual bajaba las escaleras de dos en dos.
—Hola cariño, aaaagh —dijo Tony, sintiendo como la herida en el costado derecho de su torso ardía como mil demonios.
—Lo siento —dijo la enfermera quitando la gasa por un segundo. Tony negó con la cabeza y le hizo un gesto para que siguiera trabajando. Mientras más rápido terminaran con eso, más rápido podía volver a fingir que todo estaba bien.
Gisselle llegó a su lado y depositó un rápido beso en su frente, antes de golpear suavemente su brazo.
—¡Eres un tonto! —dijo ella—. Rhodey me llamó para decirme lo que hiciste, ¿en qué estabas pensando?
Tony rodó los ojos y evitó hacer una mueca mientras la enfermera terminaba de vendar su cuerpo.
—¿Y que querías que hiciera, que me quedara sentado esperando lo peor? Sabes que no puedo hacer eso, cariño.
Gisselle soltó un pequeño suspiro y luego inspeccionó cada rincón del cuerpo de Tony con sus ojos. Deteniéndose en la herida en su torso que la enfermera estaba terminando de vendar.
—Eso no se ve bien —dijo ella rozando las yemas de sus dedo por el costado de la venda—. ¿No crees que es mejor que te llevemos a un hospital? Sin ofender, pero parece ser grave, amor.
Tony negó con la cabeza una vez.
—Estoy bien.
—Yo le dije que lo mejor era que viera a un doctor —dijo la muchacha botando los deshechos a un basurero y terminando de guardar sus utensilios.
—¿Ves, Tony? —dijo Gisselle apretando la mano de él con fuerza—. Voy a llamar al doctor...
—No —él jaló del brazo de ella antes de que Gisselle pudiera abandonar la habitación—. Estoy bien, tan solo son un par de rasguños. Ya verás, mañana voy a estar como nuevo...
—¡Deja de fingir que estás bien! —dijo ella y la pequeña sonrisa irónica que había estado dibujada en los labios de Tony desapareció por completo al ver las lagrimas que cubrían los ojos de Gisselle—. Siempre haces lo mismo, Stark...
La voz de ella bajó al menos un par de decibeles, y el pecho de Tony se apretó al ver como ella apretaba la mano de él con fuerza, como si tuviera miedo de soltarla.
—Haces alguna estupidez y terminas lleno de hematomas y... ¿y que pasa si tienes una hemorragia interna? ¿o una contusión? Solo... deja que te revisen, ¿si? Por favor...
Él sonrió.
—Creo que estás viendo demasiado Grey's Anatomy...
Gisselle bajó la mirada al cuerpo de él otra vez, y la sonrisa de Tony se desvaneció al ver que ella no encontró graciosa la broma.
—Estoy bien, Giss —dijo él con voz ronca llevando la palma de la mano de ella a sus labios—. De verdad. Estoy bien.
Ella acarició los labios de tony con su pulgar y soltó un suspiro tembloroso.
—Si no lo estuvieras, ¿me dirías? —preguntó Gisselle con voz baja.
Tony sonrió con la mano de ella todavía aplastada en sus labios.
—Serías la primera en saber —dijo él, sus palabras fueron amortiguadas por los dedos de ella, pero Gisselle pudo entenderlas a la perfección.
Ella se limpió rápidamente una lagrima que estaba por caer de su mejilla con su mano libre, y luego sintió un leve pinchazo en su dedo índice en la mano que Tony tenía pegada a sus labios.
—Ya deja de llorar, amor, sabes que no me gusta cuando lloras —dijo él mordiendo la punta de los dedos de ella con suavidad.
Gisselle no pudo atrapar la risa que se escapó de su garganta, y luego jaló su mano con fuerza para alejarla del rostro de Tony, aunque si fuera por ella, la dejaría ahí por siempre.
—Entonces tu deja de hacer estupideces, Stark...
—No puedo —dijo él tratando de ponerse de pie—. Está en mi naturaleza...
Y luego le sonrió, envolviendo sus brazos en la cintura de ella y escondiendo su rostro en su cuello, Gisselle esbozó una sonrisa al sentir el aliento de Tony en su piel.
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