¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La muchacha se removió en su asiento a un lado de Sam y tragó en seco. No le gustaba para nada la idea de pelear y nunca lo había hecho, pero si su mejor amigo necesitaba ayuda, entonces ella estaba dispuesta a mover montañas con tal de ayudarlo.
—Ya falta poco —dijo Wilson al ver la forma impaciente en la que ella movía su pie y jugaba con el dedo índice de su mano derecha.
—Sabes que no me gusta mucho la idea de usar mis poderes —respondió ella bajando la mirada a su manos, el fino hijo rojo en su dedo amarrado a este con tanta fuerza que era imposible sacarlo.
Ella había tratado más de un par de veces.
—No te hubiera pedido tu ayuda si en verdad no la necesitara, Seir —dijo Sam sin mirarla, su vista concentrada en el camino en frente de ellos.
Seir suspiró y desvió su mirada a la mano derecha de Sam. El hilo envolvía sueltamente su dedo índice.
¿Por qué el mío está tan apretado? Pensó ella rascándose la parte interior de su dedo.
Tenía la habilidad de ver los hilos rojos del destino desde que tenía memoria. Cuando era pequeña pensaba que verlos era algo ordinario que todo mundo podía hacer, pero a medida que fue creciendo, se dio cuenta que lo mejor era mantener la boca cerrada o todo el mundo iba a pensar que estaba loca.
Aunque, ver unos simples hilos no era su única habilidad.
Con el tiempo aprendió a manipularlos a su gusto, aunque claro, evitaba hacerlo si esto significaba causar algún daño en la persona. Pero en batalla todo se vale ¿no?
—Así que, ¿el capitán America? —preguntó ella mientras el mini camión de Sam ingresaba al estacionamiento del aeropuerto—. ¿Desde cuando tienes amigos famosos?
Sam ahogó una risa y Seir se guardó las manos dentro de los bolsillos de su suéter, mientras su amigo se estacionaba en frente del auto de Steve Rogers.
Pero el capitán no estaba solo.
Seir sintió un leve pinchazo en su mano derecha y frunció el ceño, aunque no la quitó de su escondite.
El resto de los presentes en el furgón se bajaron de este, dejando a Seir con el pecho apretado dentro de este. Por el vidrio de la puerta a su lado derecho, vio como el capitán le daba un amistoso saludo a Sam, pero eso no fue lo que llamó su atención, lo que llamó su atención fue el tenso hilo rojo al frente de su nariz, conectándola con...
No puede ser, pensó abriendo los ojos como platos, ¿tiene que ser ahora? ¿Tiene que ser con él?
Bucky Barnes observaba todo en silencio, se veía preocupado y como no estarlo, el equipo de IronMan era extremadamente fuerte, cualquiera estaría preocupado en su lugar.
¿Estará diciendo la verdad? Se preguntó ella tratando de calmarse a sí misma. Es un asesino después de todo, ¿no?
Se había tomado el tiempo de investigar al soldado del invierno una vez que Sam le había dado los detalles de la pelea, y los pelos se le habían puesto de punta al ver lo que ese sujeto había sido capaz de hacer.
Debe ser una equivocación.
Sam le tocó el vidrio de la ventana con los nudillos y le hizo una gesto para que se bajara, ella tragó en seco y se bajó del furgón lo más rápido que sus nervios se lo permitieron. Se había estado preparando toda su vida para este momento, y no era para nada como se lo había imaginado.
El hilo estaba tan tirante en su dedo que su cuerpo avanzaba casi por inercia hacia adelante, ella trataba de controlarlo pero no tenía mucho control sobre este.
Bucky levantó sus brillantes ojos azules para verla, y Seir pudo ver un rápido resplandor en sus ojos.
Durante su entrenamiento, se había dedicado a actuar de casamentera solo para entender como los hilos funcionaban, había llenado cuadernos y cuadernos de información que había recolectado mediante investigación, pero nada era comparable al manojo de nervios en su estómago, la sensación de debilidad en sus piernas.
—Muchas gracias por venir —dijo Steve extendiendo una mano en dirección a ella—, es un placer conocerte, Sam habla de ti todo el tiempo.
Seir sonrió y desvió su mirada a Barnes, quien la observaba con detenimiento.
—Es un placer para mi poder ayudarlos —respondió ella.
Bucky bajó la mirada y por el rabillo del ojo ella pudo ver cómo escondía una sonrisa.
Seir también sonrió.
——————-
Vengo a decirles que por si se les había olvidado, tengo un fic de Tom Holland en mi perfil por si se quisieran pasar, trato de subir dos caps todos los domingos, así que si están interesadas vayan a leerlo!! La que resuelva el misterio se va a ganar un premioooo HHAJSJUJHS no pero, en serio😂😂 si logran resolverlo, quizás les de una recompensa jejeje
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
