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Después de que Thor me despierta, lo único que puedo hacer es llorar.
No necesito que me diga lo que pasó para poder recordar, el rostro de Loki quema en mi memoria como un incendio imposible de apagar.
—Yo soy Groot —dice una adorable criatura jalando de la manga de mi chaqueta para tenderme lo que parece ser un pañuelo.
—Gracias —digo recibiéndoselo. Él se siente en la mesa de metal donde tengo apoyado los codos y se cruza de brazos.
—¿Yo soy Groot?
No sé exactamente qué me está preguntando, así que me limito a asentir en su dirección haciendo como que entiendo, y luego me limpio las lagrimas que se deslizan calientes por mis mejillas.
—Se ve terrible —dice una voz a mi espalda, no tengo que voltearme para saber que están hablando de mí—. ¿Qué le pasó?
Thor suelta un suspiro y aprieto la mandíbula.
—Mi hermano Loki —comienza a decir Thor, y puedo sentir como las lágrimas se apresuran nuevamente—. Era su prometido, Thanos, él... Lo asesinó. Está muerto, y creo que esta vez es de verdad.
Estuve allí cuando Thanos atacó la nave donde llevábamos a todos los refugiados de Asgard. Estuve con Loki hasta el último momento. Traté de detener a Thanos, traté de convencerlo. Traté de salvarlo, pero todos mis esfuerzos fueron en vano.
Así que terminé varada en la mitad del espacio con Thor, el cual probablemente me odia, le escondí el secreto de que su hermano había estado vivo todo este tiempo. Me quedé con él en Asgard, estuve a su lado mientras se hacía pasar por Odín.
Loki sabía que no aprobaba totalmente de sus métodos, pero también sabía que estoy loca y perdidamente enamorada de él. Y él me quería.
Por mucho tiempo llegué a pensar que no había nada más aparte del poder que Loki pudiera amar, pero después de tomar el control de Asgard, él, él ya no era igual que antes.
Antes no me habría confesado lo enamorado que estaba de mí.
Antes no habría hecho lo imposible para verme sonreír.
Antes no me habría prometido el universo y todas sus estrellas.
—Yo soy Groot.
Miro al pequeño árbol y sonrío con nostalgia.
—Elisa —dice Thor a mi espalda, poniendo una de sus manos en mi hombro—. ¿Tienes hambre? ¿Quieres comer algo antes de que nos vayamos?
—¿Ir a dónde? —le pregunto limpiándome el borde de la nariz con el pañuelo que me entregó Groot minutos atrás.
—Todavía debo resolver el problema con mi martillo, ¿recuerdas?
Asiento en silencio.
—No tengo hambre, gracias.
—Pobrecita —murmura una muchacha a mi espalda, me volteo a verla, tiene una antenas en la cabeza bastante extrañas y sus ojos demuestran una inmensa tristeza al mirarme.
—Uh, sé que no hemos hablado mucho desde que nos encontramos en Asgard, y todo eso —dice Thor tomando asiento en la silla a un lado de la mía y extendiendo su mano para tomar la mía. No la quito, por la simple razón de que alguna vez fuimos los mejores amigos—. Sé lo mucho que querías a Loki, y yo...
—Está muerto —le digo sin mirarlo—. Así que ya no importa.
—Elisa...
—A él de verdad le importaba, ¿sabías? Asgard, y toda su gente. A pesar de todas las cosas que ocurrieron, a pesar de que Odín le mintió toda su vida, a Loki le importaban, le importabas tú Thor.
Thor suelta un suspiro y deja caer la cabeza. Aprieta la mandíbula y mi mano al mismo tiempo.
—¿Crees que eso no lo sé?
Me encojo de hombros.
—No pierdo nada recordándotelo.
—Uh —una voz masculina carraspea a mi espalda. Me volteo a ver a la persona, con el ceño fruncido y una pequeña mueca en los labios—. No quiero interrumpir su momento chicos, pero, no sé si se dieron cuenta, Thanos es peligroso, y quizás, solo si están de acuerdo, deberíamos tratar de, ya saben, detenerlo. Antes de que junte todas las gemas del infinito y todo eso...
—¿Quién es este? —pregunto en dirección a Thor, el cual se encoje de hombros.
—Yo soy Groot.
—¿Disculpa? —Dice el mismo sujeto con un tono de voz algo ofendido.
—¿Deberíamos confiar en ellos? —le pregunto a Thor el cual asiente.
—¡Estamos aquí! ¡Podemos escuchar todo lo que dicen!
Me volteo a verlo nuevamente, el se cruza de brazos y luego fulmina a Thor con la mirada.
—¿Cómo te llamas?
—Starlord.
—En un idioma que todos podamos entender, por favor —continuo arqueando una ceja.
—Peter Quill.
Asiento, me pongo de pie y luego golpeo su hombro no tan suavemente, el esconde una mueca.
—Thor no siempre suele darse cuenta de que se hace aliado de debiluchos, pero para eso estoy yo. Nos van a ayudar a vengar a mi prometido, y no, no es una pregunta.
—Yo soy Groot.
Thor se acerca al pequeño arbolito y asiente como dándole la razón.
—Después de un tiempo deja de dar miedo —dice en dirección a Groot—. O quizás te acostumbras, no estoy seguro cual de los dos pasa primero.
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