CAMINOS CRUZADOS

CAPITULO V Primer Encuentro

Habían pasado un par de semanas cuando Misaki entró corriendo a un salón de reuniones de la Universidad. El festival universitario estaba próximo a llegar y este año se unirían alumnos de diferentes facultades para trabajar juntos. Al curso de economía le tocó trabajar con el de artes por lo que no muchos estaban contentos, éste era un nuevo curso que la universidad estaba implementando y todavía habían pocos estudiantes, por lo que el trabajo estaría más recargado sobre los alumnos del curso de economía, aunque a Misaki esto no le importaba, después de todo, siempre estaba encantado de ayudar.

—Lo siento, lo siento... llegué tarde —Misaki apenado hizo varias reverencias pidiendo disculpa a todos.

—Está bien Misaki, apenas íbamos a iniciar —una de sus compañeras de curso le sonrió amablemente junto con los demás que le pidieron sentarse.

De inmediato Misaki se acomodó en una silla libre saludando algunas caras conocidas y fijándose en aquellos del otro curso. Fue en ese instante que reconoció al rubio con el cual chocó semanas atrás. Este lo estaba mirando con una sonrisa ligera y le saludo con una mano antes de hablar antes de hablar.

—Nos volvemos a encontrar y de nuevo estas corriendo.

—Si... —Misaki sonrió con toda la cara roja. Era vergonzoso que siempre le viera en ese estado... aunque no siempre se la pasaba corriendo.

—Mi nombre es Takaba Akihito, estudiante de artes y fotografía —dijo inclinándose un poco hacia Misaki.

—Uh... oh, soy Misaki Takahashi, estudiante de economía, mucho gusto —Misaki respondió con una enorme sonrisa, antes de continuar hablando —encantado de trabajar con ustedes estudiantes del curso de artes y fotografía —se puso de pie e hizo una respetuosa reverencia.

Los demás estudiantes respondieron con el mismo respeto y dijeron sus nombres. Mientras todo esto sucedía, Takaba no pudo evitar pensar que aquel chico era realmente bien educado y tal vez rico. Parecía que en esa universidad el único pobre arrastrado que debía rebuscarse su dinero era él.

Con un poco de resentimiento miró a todos pero finalmente pensó, tal vez tengan dinero, pero yo ya tengo un buen trabajo. Volvió a mirar los ojos verdes y amables de Misaki y ocultó su molestia pensando que seguramente era un niño mimado que no sabía lo que era pasar hambre.

Decidió que no debía amargarse por tonterías. El normalmente no era así, solo se estaba cansando de que algunos compañeros adinerados le estregaran sus lujos en la cara.

—Bien empecemos... —comenzó la encargada de dirigir a este para nada pequeño grupo —debemos acordar que souvenirs y artesanías que vamos a ofrecer en los puestos, así como la comida y los demas puestos.

La lluvia de ideas comenzó de inmediato. Algunos estudiantes se ofrecieron a viajar a ciudades cercanas para comprar las artesanías, otros estaban entusiasmados proponiendo algunos juegos como atrapar peces o disparar objetivos.

—Todas me parecen muy buenas ideas —dijo al encargada— creo que es mejor crear subgrupos que se encarguen de las artesanías, de los juegos y otro de las comidas. Cada subgrupo debería tener un líder que se encargue de coordinar todo y los demás se unirán a cada grupo para ayudar... ¿Misaki?

—¿Si? —respondió tan pronto fue llamado.

—¿Podrías encargarte de la comida? Sé que cocinas delicioso —le dijo inclinando su cabeza hacia un lado con una sonrisa.

Antes de que Misaki pudiera responder alguien del curso de artes habló.

—Señorita encargada, Takaba también cocina bien y creo que podría serle de mucha ayuda a Misaki pues es mucho trabajo.