CAMINOS CRUZADOS

EXTRA 3 - Paseo nocturno (La torre y Haruhiko)

Haruhiko se encontraba de pie frente a un enorme espejo que reflejaba su imagen completa. Llevaba puesto un traje sin corbata con el botón de la camisa abierta para parecer casual y relajado. Su cabello pulcramente peinado le daba ese aire característico de elegancia. Por más que miraba su rostro, se sentía extraño.

¡Era la primera vez que usaba lentes de contacto!

No importaba cuantos minutos pasaran, él seguía sintiendo que ese reflejo no era de él mismo. En un ataque de frustración, estregó su cabello despeinándolo por completo antes de comenzar a abotonar la camisa, ponerse una corbata y retirarse los lentes de contacto para usar los de marco. Ahora sí, ese era él pese a que su cabello parecía un nido de pájaro.

Suspiró frustrado y algo agotado, esta era la sexta vez que repetía el proceso, indeciso entre permanecer casual o cotidianamente pulcro y ordenado.

¡Se estaba volviendo loco!

El sonido de su móvil lejos de distraerlo le puso los nervios de punta. ¿Qué debería hacer? Fingir estar enfermo no surtiría efecto... ya lo intentó una vez y el resultado fue desastroso. Quizá preparar un accidente de película occidental donde moría trágicamente era el único camino que le quedaba.

¿Cómo llegué a esto?

El móvil por fin quedó en silencio provocando un suspiro tembloroso en Haruhiko quien ya no sabía en donde esconderse, sobre todo porque sus emociones estaban en total descontrol. Su corazón no había disminuido su carrera maratónica, cuando un beep cual trueno en medio de la más intensa de las tormentas, resonó en el enorme espacio que era el vestidor de su dormitorio. El pobre hombre miró su propio celular como si fuera el diablo mismo, indeciso entre leer el mensaje entrante o salir de la habitación más rápido que el correcaminos.

Al final, decidió desbloquear la pantalla y leer con algo de expectación e inquietud... si, ese era su estado natural de un tiempo para acá.

―¡HIJO DE TU GRAN P...!

No terminó el insulto porque sabía perfectamente que ese tipo haría exactamente lo que decía. ¿Tal vez lo vigilaba con alguna cámara oculta?

Tan pronto este pensamiento golpeo su corteza cerebral, se giró para buscar desesperadamente por todos lados. Ni un esquizofrénico en medio de un ataque actuaría de una manera tan descontrolada. Al final no encontró nada...

¡Ese bastardo mal nacido estaba jugando con él!

Volvió a leer el mensaje para discernir si lo interpretó de manera equivocada.

"No tienes que esforzarte tanto para verte bien, en realidad si quieres impresionarme, simplemente ven a mí completamente desnudo. Sal ya o voy por ti"

Quizá... solo tal vez... ¿Estaba adivinando que se esforzaba por mejorar su apariencia? Además, qué es eso de ir des... des... des...

Por dios, ni siquiera puedo pensar en esa palabra sin mearme del miedo.

Por enésima vez en esa noche, Haruhiko despeinó su cabello en completa desesperación. No sabía que era lo que estaba haciendo y tampoco entendía la razón por la cual continuaba acudiendo hacia ese tipo que lo único que quería era... era...

¡ROMPERLE LA CEREZA!

Tan solo pensar en eso le helaba la sangre, erizaba la piel, detenía su corazón, un sudor se esparcía por todo su cuerpo y ¡se le apretaba el asterisco!

Cada uno de sus instintos le decían que si continuaba con esa situación, inevitablemente llegaría el momento en el que lo que tenía que pasar, pasaría y lo que no, conociendo al demente ese, ¡seguramente también sucedería!