CAPITULO XLIX - Aceptando los Errores

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A Akihiko le dolía todo, principalmente el alma. Las palabras que le dijo Takahiro rondaban en su mente sin piedad. Apenas si se percató de que le sangraba la nariz y un corte en su ceja, su rostro ya se estaba inflamando y apenas si podía moverse al saber que perdió a los dos hermanos.

Debí hacer las cosas de otra manera.

No pretendió nunca hacerse el inocente, por el contrario, aceptó que todo era su culpa por hacer las cosas tan mal. Si se enamoró de Takaba debió hablar con Misaki y terminar su relación antes de intentar algo con el rubio. No puede excusarse en su confusión para justificar lo que hizo.

Soy culpable... pero no quiero perder la amistad de Takahiro.

No se hacía ilusiones pensando que podría forjar una amistad con Misaki. Primero, Takaba no lo aceptaría y segundo, el castaño fue tan lastimado que sería un milagro si no lo escupe cuando vuelvan a encontrase frente a frente. También era cierto que algo dentro de él dolía al pensar que el menor ya estaba con otro hombre... ¿Qué esperaba?

Se quedó tirado en el suelo como un muerto hasta que sintió que Takaba se arrastraba a su lado. Pudo ver en su rostro que sufría un gran dolor pero aun así se movió preocupado para cerciorarse de que estaba bien.

-Akihiko... ¿llamo a una ambulancia?

-¿Necesitas una?

-No, me preocupas tú, no reaccionas.

Los ojos violetas se fijaron en aquel rostro contraído por el dolor y la preocupación. Debió defenderlo de su amigo, pero estaba demasiado conmocionado para reaccionar. Takaba no se merecía esto.

-Con hielo bastará para mí.

El mayor se puso de pie notando que su ojo izquierdo comenzaba a cerrarse. Ayudó a Takaba a llegar al sofá y fue por un par de bolsas de hielo y una toalla húmeda.

-Perdóname, quise evitar que tu amigo te golpeara más pero no soy un buen luchador.

-Lo sé y te lo agradezco, pero saliste lastimado.

-¿Por qué no te defendiste?

-Porque... -Akihiko se sentó al lado del rubio pasándole una bolsa a él para que la pusiera en sus partes-. Me siento culpable.

-¿Te aprovechaste de Misaki?

-Era un niño... de modo que es cierto yo...

-¿Misaki te culpa por eso?

-No lo hacía, no se ahora.

-Akihiko, ¿te molesta eso o que él ya tiene otro amante?

Por un momento el mayor guardó silencio, pero esta golpiza le hizo abrir los ojos y descubrir que no podría ser feliz si continuaba viviendo rodeado de mentiras.

-Me dolió escuchar eso -los ojos de Takaba se aguaron de inmediato, un gran miedo por perderlo se reflejó en su rostro-. No sé qué siento por Misaki, pero sí sé que de amarlo tanto como antes ni siquiera te hubiese mirado a ti. Habían cosas que sentía me faltaban cuando estaba con él y tal vez por eso ese amor se fue apagando. Ahora yo... te amo Takaba. No pienso dejarte y voy a afrontar cualquier problema que llegue. Pero si admito que hicimos las cosas mal, lastimamos personas por no detenernos y hablar con la verdad.

El rubio bajó su cabeza pensando en todo lo que dijo, de inmediato recordó a Asami y comprendió que también se iba a sentir mal cuando se entere de que tiene una nueva relación. Amó profundamente a ese yakuza, pero la felicidad verdadera la conoció junto a Akihiko. Con él se sentía importante y siempre amado. No vivía con el temor de ser secuestrado o asesinado por lo que iba a cualquier lugar libremente.

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