CAMINOS CRUZADOS

CAPITULO LXXV - Beso con sabor a pasado

Asami estaba de pie como una estatua, congelado por el horror de lo que podría pasarle a Misaki estando sólo en aquella ciudad, donde decenas de enemigos estarían más que felices de cobrarle algunas cosas.

Nunca pensó que consolar a Takaba iba a desatar el enfado de su pareja, hasta tal grado que dejaría todo y saldría corriendo como si nada le importara. Realmente no sintió que hizo nada malo pues se trataba de darle algo de apoyo moral a alguien que sufría. Por un momento comenzó a enfadarse por la actitud infantil de Misaki, pero de inmediato ese sentimiento fue sofocado por la angustia que le causaba la posibilidad de que sufriera algún daño.

—Rastreen su celular.

—Ya lo estoy haciendo —Kirishima respondió de inmediato con su voz helada como el polo sur.

—Asami, si quieres hablo con él y le explico que no pasaba nada malo —Takaba también estaba preocupado.

Una vez en el pasado, él fue la causa del gran sufrimiento de Misaki, al meterse con su pareja de ese entonces y estaba seguro que hoy estaba pagando por ello, no podría soportar más karma en el futuro por algo que realmente no estaba haciendo mal. Cuando se dejó abrazar por Asami no sintió nada más que gratitud por no estar tan solo como un perro, pero no hubo ninguna intención oculta.

—No, es mejor si me encargo yo mismo de esto.

—Perdón...

Asami estaba poniéndose su saco para salir a recorrer todo Tokio si era necesario, pero al escuchar la angustia de Takaba se detuvo un momento sin importar que Kirishima lo acuchillaba con su mirada.

—Takaba, somos amigos y simplemente te consolaba por lo mucho que sufres al no estar cerca de Akihiko. Misaki debe entender que no había nada más que un abrazo.

No podía echarle el peso de la culpa al rubio que ya de por sí estaba roto por dentro. Deseaba devolver el fuego a aquellos ojos, no apagar el calor que conservaban las cenizas que ya agonizaban.

—Espero lo encuentren y arreglen todo —cuando lo dijo era claro que fue completamente sincero.

—Después de que solucione todo esto, tengo una propuesta de negocios, pero mejor la presento estando Misaki a mi lado, no quiero más malos entendidos.

—¿Negocios? Si... si, mejor con él cerca.

Caminaron hacia el elevador porque Takaba no tenía nada que hacer en ese lugar, de modo que fueron todos juntos. Para ese entonces, Kirishima no estaba tan enfadado pues pudo notar que en verdad no estaban traicionando a su angelito, pero estaba de acuerdo con ellos en que cualquier reunión futura debería estar vigilada por el propio Misaki, como un general que se asegura de que sus soldados no se queden dormidos en medio de un castigo.

Tan pronto llegaron al primer piso Kirishima maldijo fuertemente, todos se detuvieron para mirarlo.

—¿Qué sucede? —Asami preguntó impaciente.

—El celular de Misaki debe estar en su oficina.

—¡No puede ser! —Asami golpeó con su puño la pared más cercana mientras lanzaba varios impropios.

Lamentaba profundamente no haberle avisado a Misaki de su reunión, pero tampoco pensó demasiado en ello pues estaban en el mismo piso. Llamó a Takaba para ofrecerle algunos contratos de publicidad para ayudarlo de la misma manera que lo hacían Mikhail y Fei. En su mente no estaba haciendo nada malo pero evidentemente Misaki no lo consideró de la misma manera.

No entendía la razón por la cual Misaki no lograba confiar en él después de tanto tiempo juntos. Fueron muchos momentos en que se puso a prueba su lealtad y demostró que siempre lo elegiría a él por sobre todas las cosas ¿no debería sentirse más tranquilo al saberse amado? ¿De qué otra manera podía demostrar que era devoto a él?