Una semana pasó como un suspiro para quienes estaban felices y enamorados, pero los que sufrían la distancia y pérdida del ser amado, fue lenta e increíblemente tortuosa.
El rostro de Takaba ya no se veía tan mal pues los golpes estaban sanando rápidamente, por lo que comenzó a salir para buscar su propio departamento, no pudo aceptar la ayuda de Fei porque los que eran de la elección del mafioso eran increíblemente costosos y no podía pagarlos. Ya que no estaba dispuesto a vivir como un parasito mantenido, decidió buscar personalmente hasta que encontró algo bonito pero barato y también amueblado.
También comenzó a trabajar sobre el proyecto para montar su propia agencia publicitaria. Nunca pensó que necesitaría tantas cosas y tramites, pero el ruso y el chino estuvieron allí en cada paso que daba, además sus influencias ayudaron mucho.
Fey sería su socio en la agencia, luego cuando tuviera la oportunidad, le compraría su parte para ser el único dueño. Takaba estaba muy ilusionado y fue ésta la única razón para continuar pese a su corazón roto.
Askihiko no lo llamó ni una sola vez. Ante eso, no pudo evitar pensar que el escritor en verdad no lo amaba y de hecho estaba feliz con su ausencia.
Aunque durante el día su mente estaba metida en muchos asuntos y corría de un lado para otro, en las noches volvía a sumergirse en la autocompasión y la tristeza.
Estaba solo y triste. Sus amigos de años o estaban muy ocupados o consiguieron trabajos en otras ciudades. Fei se fue esa tarde para China luego de explicarle al decorador de interiores como deseaba las instalaciones de la nueva empresa. Ya no tenía con quien hablar o distraerse con otros asuntos por lo que se le hizo más difícil continuar.
Era lamentable su situación pero no había nada que pudiera hacer. Necesitaba soportar el dolor y superar su anterior relación, pero cada vez que lo pensaba su pecho se comprimía sin dejarlo respirar y no se liberaba hasta que no quedaba seco de tanto llorar. Dormía únicamente cuando el cansancio lo vencía razón por la cual un par de flamantes ojeras eran siempre su compañía.
En ese momento se encontraba hablando con su jefe... o mejor dicho, su exjefe, porque estaba renunciando a su trabajo para poder trabajar en su propio proyecto.
—¿Estás seguro de lo que haces? —preguntó Haruo tratando de convencerlo. Takaba le generaba muchas ganancias y sería una lástima que se fuera.
—Sí, unos amigos me convencieron y apoyan económicamente esta nueva empresa. Espero que no te enfades, me gustaría que tengamos buenas relaciones en el futuro.
—No estoy enojado, pero si tengo que admitir que me inquieta perder a un buen elemento.
—Te prometo que voy a respetar tus clientes, no haré competencia desleal. También si alguna vez me necesitas puedes llamarme sin dudarlo.
—Eso me tranquiliza. La mayoría de mis clientes ama tu trabajo y me preocupaba perderlos.
—Lo sé, ellos me han dicho que les gusta mi trabajo, pero Japón es muy grande y puedo obtener nuevos clientes. Además voy a empezar con mis contactos en China y Rusia. Ellos me dieron los contratos de la publicidad de sus negocios aquí, con eso puedo pagar las cuentas y luego me enfocaré a buscar.
—Entonces no me queda más que desearte buena suerte. Mantengámonos en contacto. ¿Te parece?
—Sí y de nuevo gracias. Me preocupaba que quedáramos en malos términos.
—Sabía que este momento llegaría, simplemente no esperaba que fuera tan pronto. Los talentos como tu nacieron para ser grandes.
—Eso es... nunca me habían dicho algo así, ni sé que decir —dijo tímidamente pero con su característica sonrisa.
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CAMINOS CRUZADOS
FanfictionAsami Ryūichi es un poderoso empresario y yakuza de Japón. Un hombre dominante acostumbrado a nunca recibir un no como respuesta. Tiene una relación con Takaba Akihito , un rebelde fotógrafo siempre en busca de una primicia. Por otra parte, Usam...