CAPITULO VI - Un Corazón Triste

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Usami Akihiko salió ese día por la mañana para asistir a una reunión en la imprenta con Isaka y Aikawa, con el objetivo de tratar los últimos detalles de su nuevo libro. Normalmente no accedería a ir tan fácilmente, pero en realidad no quería presenciar la manera como Misaki era amable con alguien más. Sabía por el propio Misaki que esa tarde iría al departamento un compañero de la universidad y aunque para el resto del mundo era algo normal, la realidad es que él era un hombre demasiado celoso. Estaba seguro de que si se quedaba, terminaría por sacar a golpes al nuevo amigo de su Misaki y eso era algo que deseaba evitar.

Desde de que Takahiro comenzó a presionar porque Misaki se mudara, Akihiko ha tratado de mantener su mal carácter a raya, esto con la intención de evitar de que Misaki salga corriendo y se aleje de su lado. La verdad es que se sentía temeroso de perderlo y a la vez... decepcionado. Así es, lo entristecía profundamente que Misaki no tuviese el valor para decirle a su hermano lo que en realidad sucedía entre los dos.

Si fuese por Akihiko, gritaría a los cuatro vientos que ambos estaban en una relación amorosa y que su corazón pertenecía a aquel tierno ojiverde que lo traía loco por más de cuatro años. ¿Pero qué hacer? Misaki no quería revelar sus sentimientos y a él no le quedaba más remedio que aceptarlo, aunque dolía... y mucho.

En medio de la reunión decidió que era mejor volver al apartamento, no solo porque no soportaba más hablar sobre trabajo y planes para salir por todo el país a promocionar su nuevo libro, cosa que él obviamente no haría; sino también porque en verdad no podía quedarse en ese lugar sabiendo que Misaki estaba con otro hombre. En su departamento. Solo.

—¿Dónde crees que vas? —le gritó Isaka

—A casa...—respondió sin girar para ver a nadie.

—¡ERES UN IRESPONSABLE! VUELVE AQUÍ IMBECIL! NO CREAS QUE PODRÁS ESCAPARTE COMO SIEMPRE! VUELVE —se escuchó el golpe de un objeto contra la puerta tan pronto como la cerró al salir— ¡AKIHIKOOO! ¡INFELIZ!

Akihiko pronto tomó el ascensor dejando atrás los gritos y las miradas atónitas de todos que escuchaban. Aunque en realidad no era la primera ni sería la última vez que Isaka lo gritaba de esa manera... no es como si a él le importara de todos modos.

No tardó mucho en llegar a su departamento conduciendo su reluciente convertible último modelo. Tampoco es que estuviera preocupado... o no mucho... en fin, como sea, lo importante es que ya estaba en el departamento y mataría si al maldito infeliz si estaba demasiado cerca de su Misaki.

—Estoy en casa —dijo tan pronto entró al departamento luego de notar que todo estaba bastante normal... de hecho, olía muy bien y eso despertó su hambre haciéndolo recordar que realmente no comió casi nada en todo el día.

—Usagi-san llegas temprano —Misaki le sonreía de esa manera que lo volvía loco y no pudo evitar sentir como su corazón se calentaba.

—Me escapé... mejor no contestes el teléfono... —le dijo despreocupado. Sabía que era mejor avisarle a Misaki porque se enfadaría más si se enteraba por sí mismo luego de escuchar gritos por el teléfono.

—Usagi-san, ¿Cuántas veces te tengo que decir que debes ser más responsable? —como siempre fue reprendido. Akihiko respiró profundamente sin prestarle demasiada atención, después de todo, ya estaba acostumbrado a este tipo de reprimendas.

—Si... si —la verdad es que no le gustaba que Misaki lo gritara por todo, se sentía como un niño regañado siempre y eso algunas veces era demasiado molesto —¿Quién eres tú? —se detuvo un momento para observar a un rubio con los ojos más azules y enormes que haya visto nunca.

CAMINOS CRUZADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora