Misaki se la pasó corriendo de un lado para otro. Asami y Kirishima salieron a un viaje juntos desde hace unos días dejándolo practicante encargado de todo. Si bien recibía ayuda de trabajadores antiguos y con mayor experiencia, las decisiones finales debían ser tomadas por él personalmente. Cada vez que firmaba para autorizar algo, un microinfarto amenazaba con matarlo.
No tuvo tiempo ni para llevar sus documentos a la universidad, los cuales eran necesarios para terminar su proceso de graduación. Era una fortuna que tuviera bajo su mando a tantas personas, de modo que para no pasarse de los plazos, por primera vez se aprovechó de las ventajas de su puesto y envió a uno de los trabajadores a terminar toda la diligencia. Por fin el día estaba programado y pronto llegarían las invitaciones para las personas que lo acompañarán en ese momento tan importante en su vida.
Los invitados permitidos por la universidad eran limitados y por tanto precisaba meditar bien a quien iba a llevar a la ceremonia de graduación. Obviamente su hermano y novio no podían faltar, los demás estaban en veremos.
Esa noche salió un poco tarde de la oficina. Sus planes eran ir a comprar alimentos en la tienda de convivencia más cercana y luego ir a hacer un poco de ejercicio en el gimnasio. Gigantocus se tomó muy en serio eso del entrenamiento y no le daba un momento de descanso. Faltó solo una vez, solo para descubrir lo que era un gigante regañando sin piedad por la poca consideración hacia su salud.
¡Vivió más de veinte años sin hacer ejercicio y no se había muerto!
Pese a que sentía el cansancio en su cuerpo por tantas actividades que realizaba a diario, se las arregló para cumplir con todas y cada una de ellas. Incluyendo atender a su novio en las noches ¡era un amante responsable después de todo!
Aunque tuvo algo de descanso las pasadas noches que estuvo solo, lo cierto es que extrañaba demasiado a Asami. Constantemente se despertaba buscando su calor para descubrir una cama vacía, con tristeza abrazaba una almohada fingiendo que se trataba de su amante y se repetía mentalmente que no era considerado de su parte llamarlo a tan altas horas de la noche.
—Ryuichi...
Misaki suspiró de pie fuera de la tienda, su guardaespaldas se adelantó para llevar las bolsas más grandes dejando atrás a un muy distraído ojiverde que intentaba buscar las estrellas en medio de una ciudad demasiado iluminada.
Se quedó por un momento considerando llamar a su novio o no, tan perdido en sus pensamientos que no notó cuando un enorme brazo se estiró para sujetarlo, obligándolo a tirar sus cosas para luego arrastrarlo hacia un estrecho callejón.
Misaki intentó gritar asustado pero una mano le cubrió la boca. Su corazón muy acelerado elevaba su adrenalina por lo que comenzó a patalear desesperadamente, buscando liberarse de un hombre que era mucho más alto y fuerte.
Muchos posibles escenarios pasaron por la mente del pobre joven, desde robos hasta la misma muerte. ¿Desde cuándo todo era tan inseguro? Siempre iba por la vida sintiendo que nada realmente malo podría pasarle, aunque veía estadísticas en los periódicos, realmente nunca consideró que algo así pudiera sucederle a él.
En un movimiento repentino, Misaki logró mover un poco su rostro hasta liberarse lo suficiente para morder. Lo hizo tan fuerte que sintió el sabor ferroso de la sangre.
¡Yo también puedo hacerte sangrar bastardo!
Se escuchó una fuerte maldición para luego ser empujado contra la pared. Intentó volver a hacer el intento de gritar para pedir ayuda, pero de nuevo su boca fue cubierta con fuerza. Su mente trabajaba a mil para intentar encontrar una salida, recordó entonces cuando gigantocus le decía que a falta de nada más siempre ataca los huevos...
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CAMINOS CRUZADOS
FanfictionAsami Ryūichi es un poderoso empresario y yakuza de Japón. Un hombre dominante acostumbrado a nunca recibir un no como respuesta. Tiene una relación con Takaba Akihito , un rebelde fotógrafo siempre en busca de una primicia. Por otra parte, Usam...