En las calles de Tokio, una lujosa limosina escoltada por varios autos se movía ante los ojos de aquellos que deseaban poseer tal riqueza, mientras tanto dentro de ella, un pobre castaño era incapaz de levantar su mirada y se concentraba en ver sus manos que se estrujaban una contra la otra sobre sus piernas. Estaba siendo total y completamente dominado por una mirada dorada que no dejaba de recriminarle en silencio.
Misaki se mordió su labio una y otra vez muy nervioso ante aquel aplastante silencio. Se preguntó por qué lo subió al auto si es que no pretendía hablarle de nuevo. Aquellos minutos se sintieron horas hasta que al fin el mayor habló en un tono controlado.
—¿No piensas disculparte?
Mejor se hubiera quedado callado.
—Yo, lamento haberme ido de la fiesta...
—Eso no me importa, discúlpate por intentar terminar conmigo.
—Aún sigo pensando lo mismo.
—Misaki, no permito que me dejes.
El menor al fin lo miró a los ojos, una repentina molestia y rabia comenzó a recorrerlo por completo, ¿no le permite? ¡Cómo se atreve!
—Tú a mí no me prohíbes nada, ¡no mientras otros te anden manoseando!
—¿De qué diablos estás hablando?
—No te hagas el tonto porque no lo eres, hablo de ese italianito que parecía babosa a tu lado. Nunca vi que le impidieras te tocara.
—Misaki...
—Por otro lado, ¿Qué es eso de estar toda la noche con el chino? Entiendo tienen negocios y deben ser cordiales, pero pasaron horas hablando los tres juntos, no olvido como los vi la última vez en tu oficina.
—¿Todo esto es por celos?
—¡No son celos! Ya fui engañado una vez y por muy bueno que estés no permitiré lo mismo. Prefiero esperar a alguien que me respete y valore.
—¿¡Crees que yo no lo hago!? —Ahora Asami estaba furioso.
Misaki guardó silencio al sentir el ambiente tan pesado, tal vez se excedió un poco en lo que dijo pero aun así se sentía molesto e inseguro. El mayor pareció notar su estado de ánimo e intentó calmarse o terminarían peleando en verdad. Tal vez eso era lo que el otro quería para así tener una excusa y terminar... Asami no lo permitiría.
—Misaki —estiró su mano para tomar la barbilla del menor y obligarlo a mirarlo—. Confía en mí, nunca te engañaré.
—Entonces no hagas cosas que hagan pensar lo contrario.
—Entendido, nadie me tocará más que un saludo de manos, no obstante debo seguir tratando con Fei Long, pero para tu tranquilidad, él está en una relación con un ruso que estuvo en esa fiesta. No sé si los viste juntos.
—Si... los vi —Misaki giró sus ojos hacia un lado pensando, luego preguntó con duda—. ¿Estás seguro?
—Lo estoy. Misaki, solo te llevo a ti en mi mente y corazón. ¿Por qué no intentas aferrarte a esto como lo hago yo?
El menor sintió un gran estremecimiento ante aquellas palabras. Es cierto que se rindió antes de comenzar. Avergonzándose por su actitud derrotista, parpadeó unas cuantas veces antes de asentir y hablar de nuevo.
—Lo intentaré pero no es fácil... no después de...
—Sé que fuiste engañado de la peor manera y que no confíes en nadie, pero a mí me pasó exactamente lo mismo y aquí estoy, entregándote todo a pesar de que puedes herirme de nuevo.
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CAMINOS CRUZADOS
FanfictionAsami Ryūichi es un poderoso empresario y yakuza de Japón. Un hombre dominante acostumbrado a nunca recibir un no como respuesta. Tiene una relación con Takaba Akihito , un rebelde fotógrafo siempre en busca de una primicia. Por otra parte, Usam...