Misaki llegó en una limosina enviada directamente por Asami para transportarlo. Había una larga fila de autos que costaban mucho más que su departamento, esperando para llegar a la entrada donde varios valet parking se encargaban de abrir las puertas diligentemente a los distinguidos pasajeros y luego indicar donde serían acomodadas las limosinas.
La recepción se llevó a cabo en el más nuevo y lujoso hotel de Asami, el cual contaba con varios salones para celebraciones, pero había uno mucho más grande y majestuoso en donde los invitados entraban para celebrar el cumpleaños. Misaki observaba los jardines bien cuidados y la enorme construcción llena de luces que lo hacían sentir un poco nervioso. Cuando fue su turno para bajarse del auto, sonrió levemente a la persona que abrió su puerta y le dio las gracias en un tono bajo.
Comenzó a subir unas escaleras alfombradas que mostraban el camino a seguir. A cada lado se encontraban diversos adornos de flores y antorchas que iluminaban todo el lugar. Ese camino llevaba directamente al gran salón que desde fuera parecía resplandecer a través de los ventanales con varios metros de altura. El lugar estaba lleno de opulencia... todo era irreal.
Misaki se fijó entonces que las mujeres llevaban abrigos de piel cubriendo costosos vestidos, las joyas cargadas de piedras preciosas brillaban más que la sonrisa de aquellas que se sentían afortunadas por ir del brazo de un hombre con trajes impecables, mancuernas y relojes que gritaban "soy millonario"
Parece que todos llegaron para mostrar sus riquezas.
El menor caminó a paso lento acomodándose cada tanto la pajarita del esmoquin. Era una fortuna que Asami le regalara aquel costoso traje o se sentiría como la mosca en la leche. Pese a que intentaba parecer tranquilo, caminaba con su pequeña caja de regalo en la mano, los ojos brillantes por los nervios y sus labios apretados en una fina línea.
El no pertenecía a ese lugar y aunque estaba bien vestido, se notaba a leguas que era un pobre diablo si se comparaba con estas personas.
No debí venir.
Por fin atravesó las puertas solo para quedarse paralizado por unos segundos. Una enorme lámpara de araña de varios siglos de antigüedad marcaba el centro del salón, otras más pequeñas pero no menos hermosas la rodeaban por todo el lugar para llenar todo de luz, pero no era las únicas, muchos candelabros antiguos estratégicamente ubicados le daban un aire elegante y glamuroso. En el fondo del salón, varias y enormes mesas se dispusieron para colocar los regalos que llevaban los invitados. A cada lado del salón, enormes torres hechas con copa de champagne creaban una continua cascada del licor y a los lados, bandejas de postres y bocadillos tanto dulces como salados estaban a disposición de quien quisiera tomarlos.
No contentos con eso, gran cantidad de meseros caminaban con sus bandejas con copas llenas de diferentes tipos de licores. Otros cargaban los canapés de todo tipo junto con servilletas grabadas con el logo del hotel.
—¿Vas a seguir estorbando?
Misaki se giró para ver a la persona que le habló, parpadeó sin comprender lo que dijo pues las palabras fueron pronunciadas en inglés, sin embargo comprendió que el hombre estaba molesto y fue cuando otra mujer habló en japonés.
—Muévete ¿no ves que obstaculizas el paso?
—Lo... siento.
Misaki se hizo de inmediato hacia un lado demasiado avergonzado, mientras se alejaban, pudo escuchar a dos mujeres hablando entre si...
—¿Quién era ese niño?
—Seguro algún empleaducho, lo único de valor que tiene es el traje y seguro se lo regalaron.
ESTÁS LEYENDO
CAMINOS CRUZADOS
FanfictionAsami Ryūichi es un poderoso empresario y yakuza de Japón. Un hombre dominante acostumbrado a nunca recibir un no como respuesta. Tiene una relación con Takaba Akihito , un rebelde fotógrafo siempre en busca de una primicia. Por otra parte, Usam...