CAPITULO XXX - Un Gatito Maullando a un León

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Isaka llegó al departamento de Akihiko algo tarde. Después de esa llamada quedó algo inquieto ¿Por qué chibi tan renunciaría a su trabajo? ¿Desde cuándo conocía a Asami Ryuichi? Decidió ir y hablar directamente con el menor para estar seguro de que todo estaba bien y tal vez convencerlo de volver a la editorial. Era por que eso se encontraba en ese momento tocando la puerta del escritor más conflictivo que tenía.

La puerta se abrió de repente, Isaka miró sorprendido a aquella persona desconocida, era un rubio de ojos azules con una camiseta sin mangas, muy pegada al cuerpo y pantalones cortos.

—¿Quién eres tú?

El rubio lo miró un momento, luego parpadeó reconociéndolo como el director de la editorial, se habían visto un par de veces pero era obvio que Isaka nunca le prestó atención como para poder recordarlo.

—Yo soy... Takaba Akihito.

—¿Qué haces aquí?

—Mmmmm yo...

—Él vive aquí, ¿Qué haces aquí? Estoy seguro de ir al día con mi trabajo.

—Akihiko, vine por... ¿Dónde está chibi tan?

—¿Quién? —preguntó el rubio. Al ver cómo le cambió el rostro de Akihiko comprendió a quien se refería.

—El ya no vive aquí —la voz del escritor era fría.

—¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué?

—Esos son asuntos que no te incumben.

Isaka se quedó con la boca muy abierta, luego miró al rubio y su manera de vestir tan... provocativa, entonces se acordó de quien era. ¡El nuevo fotógrafo de Akihiko! Recordó haber notado que algo extraño pasaba entre estos dos y ahora entendía el qué. Así que había cambiado a Misaki por este jovencito. No sabía por qué pero se sentía molesto al enterarse. Misaki era alguien educado y muy trabajador, siempre estuvo pendiente del bienestar de Akihiko y ayudaba constantemente para presionarlo para terminar sus manuscritos, además era un trabajador ejemplar de su empresa. Fue esa la verdadera razón por la que lo contrató,

Ahora había perdido la persona que lo ayudaba con el escritor, con el mangaka y además un muy buen empleado. Pero al ver esta situación era entendible el por qué Misaki decidió buscar nuevo empleo. En algún momento se encontrarían los tres en la editorial y eso sería muy doloroso para aquel pobre chico.

¿Cuándo había sucedido todo esto? Ahora entendía por qué la salud de Misaki se había deteriorado durante las últimas semanas. Pidió que nadie molestara a Misaki por faltar a su trabajo de medio tiempo, pues lo había visto desmejorado una vez que se cruzaron en la editorial, no obstante pensó que se trataba de un resfriado mal cuidado y por ello no prestó demasiada atención. Ahora entendía que la cosa fue más seria de lo que pensaba.

¡Pobre Misaki! ¿Cuánto habrás sufrido?

—Akihiko, ¿podemos hablar?

—Eso hacemos.

—Ven, sal conmigo un momento, por favor.

—No quiero.

—Es importante...

El mayor dudó por un momento y pese a la mirada furiosa del rubio, salió cerrando la puerta para tener algo de privacidad, caminó con Isaka hacia las puertas del ascensor y esperó pacientemente a que le dijera lo que tuviera que decir, aunque por su rostro ya tenía una idea de lo que se trataba.

—¿Dejaste a Misaki por este chico?

—Sí.

Isaka respiró profundo al escuchar esa única palabra contundente, como si los cuatro años de vida con aquel joven no tuviera mayor significado. Seguramente si hablaran del clima habría expresado mayor emoción que en ese momento. Parecía que Akihiko estaba muy seguro de su decisión, así que cambió de idea y no le dijo que Misaki había renunciado a la editorial, tampoco le diría con quien estaba trabajando ahora. Eso era lo único que podía hacer por el bienestar de chibi tan

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