Era de madrugada cuando Asami se dirigía hacia el aeropuerto. Estaba cansado debido a tanto trabajo y ansioso por no tener a su amante cerca. Después del susto que pasó por el intento de secuestro de su pequeño, no tuvo un momento de paz. Si bien es cierto que era cuidado diligentemente por matones despiadados, sentía que solamente él podría mantenerlo realmente a salvo.
Pero lo anterior no era lo único que lo mantenía intranquilo, también estaba el hecho de que en poco tiempo se encontraría con su ex y el de Misaki al mismo tiempo. Realmente era algo que evitaría si no fuera por el hecho de que debía sacarse todo ese asunto de su sistema. Para construir un futuro sólido, era necesario que tanto él como su amante dejaran su pasado atrás.
Permanecía sentado en la parte de atrás de un auto lujoso, completamente erguido y elegante, guardando la compostura para que su asistente no se percatara de su terrible estado de ánimo.
Dios, extraño a Misaki.
Justo cuando ese pensamiento cruzó por su mente, una mano sosteniendo un vaso con whiskey se extendió a su lado. Asami lo observó por un momento antes de aceptarlo resignado.
¡Ese bastardo lo conoce demasiado bien!
—¿Está tan ansioso por verlo?
Asami asintió tomando un largo trago de su bebida. Se encontraba tan afectado por la situación que no sintió la quemazón en su garganta, de hecho, por un momento se preguntó si sólo era agua.
—Hace demasiado tiempo que no lo veo.
Kirishima mantuvo congelado su rostro, asegurándose de que ninguna emoción fuera revelada. Con un tono distante, continuó hablando.
—Pensé que con el tiempo se haría más resistente a su ausencia.
—Eso es imposible, siempre está en mi mente, en mi corazón ¿Cómo no añorar a quien amas?
Miró a su jefe tratando de ser comprensivo, en verdad que entendía por todo lo que pasó, pero en este caso tenía unas incontrolables ganas de castrarlo.
¿Cómo se atrevía a desear ver a ese rubio cuando un bello ángel lo esperaba? Por dios que si sigue viendo esa mirada ansiosa en el rostro de su jefe, éste iba a terminar muerto.
—No entiendo cómo es que después de ser engañado por Takaba, usted sigue amándolo.
—¿Cómo dices?
Asami lo miró tratando de entender si es que estaba ebrio o su asistente se volvió loco.
—Pienso que siendo así las cosas, es mejor que se aleje de Misaki, no voy a permitir que sufra por su culpa.
—¿Me estás ordenando? —este tipo o tenía demasiados huevos u olvidó con quien hablaba.
—Ya le dije antes, voy a protegerlo de cualquier bastardo que quiera dañarlo. Si no olvidó a ese rubio, deje a mi pequeño libre para ser feliz.
—Primero, no es "tu" pequeño, es mío. Cada parte de ese cuerpo me pertenece y no voy a compartirlo con nadie. Segundo, ¿Quién habló de Takaba?
Kirishima estaba a punto de discutir el tema de la propiedad sobre su ángel, cuando se distrajo con lo último escuchó, lo cual fue una fortuna porque Asami estaba más que dispuesto a golpearlo hasta que le entrara en esa dura cabeza quien era el verdadero dueño de su amante.
—¿No hablaba de Takaba?
—¡Por supuesto que no!
—¿Entonces?
—Obviamente me refería a Misaki
—Pero... — miró por la ventana confundido—. Usted dijo que no lo ve desde hace tiempo...
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CAMINOS CRUZADOS
FanfictionAsami Ryūichi es un poderoso empresario y yakuza de Japón. Un hombre dominante acostumbrado a nunca recibir un no como respuesta. Tiene una relación con Takaba Akihito , un rebelde fotógrafo siempre en busca de una primicia. Por otra parte, Usam...