Misaki durmió cómoda y profundamente durante toda la mañana, apenas si se movió dentro de unos cálidos brazos que lo rodearon durante horas. Después del medio día, los sueños fueron alterados por una brisa fría que lo envolvía y le rodeaba el cuerpo. Se estremeció envolviéndose con sus brazos mientras caminaba para buscar algo de calor... hasta que despertó y se encontró sólo en una enorme habitación oscura.
Se sobresaltó por un momento sentándose para ver mejor donde estaba... ese acto hizo que gimiera del dolor y se volviera a acostar con un jadeo. Como relámpagos, imágenes de lo que sucedió la noche anterior le golpeaba el centro del cerebro dejándolo avergonzado y feliz al mismo tiempo.
—¿Ya despertaste?
Misaki giró su cabeza para ver a aquel pecaminoso hombre caminando hacia la cama con una bata de baño puesta. Varias hebras de cabello caían por su frente haciéndolo ver mucho más joven y por increíble que parezca, muy guapo.
Asami se sentó a un lado de la cama acariciándole el rostro con una sonrisa, fue cuando lo tuvo tan cerca que comprendió que el frío que lo despertó fue porque faltaba aquel calor envolviéndolo.
—¿Por qué te levantaste? —en verdad no quería que sonara a recriminación, pero lo hizo.
—Fui a preparar un baño, necesitamos comer algo después de hacer tanto ejercicio.
Misaki no podía discutir eso, tan pronto le nombró la comida se dio cuenta de que en verdad estaba famélico. Asintió levemente intentando ponerse de pie, pero el dolor lo hizo pensarlo dos veces y volverse a recostarse. Estaba pensando en una excusa para no salir de la cama, cuando sus sabanas fueron arrancadas de su cuerpo, alarmado intentó cubrirse.
—¿Qué haces?
—Voy a llevarte a la bañera, lo que no entiendo es que intentas hacer tú al cubrirte, no es como si no hubiese visto cada rincón de tu cuerpo.
¡Trágame tierra!
Misaki parecía echar humo por las orejas de tan rojo que se puso, no pudo hablar nada pues en ese mismo momento unos enormes brazos lo cargaron como princesa mientras era llevado al cuarto del baño. Iban a mitad de camino cuando el menor sintió que algo escurría de un lugar muy vergonzoso, demasiado inquieto enterró su rostro en aquel enorme pecho y susurró.
—Necesito...
—¿Qué? —Asami miró hacia abajo pero además del cabello solo podía ver un par de orejas rojas.
—...... —¡esto es tan vergonzoso!— el baño... yo tengo que...
¿Tenía que decirle que una gran cantidad de semen escurría de su interior y quería limpiarse un poco para que no lo notara? Además era humano, con necesidades humanas ¡por favor que alguien le explique a ese hombre!
Misaki agarró la tela de la bata en un puño cuando sintió vibrar su pecho y una risa se escuchó desde arriba.
—Entiendo.
Lo llevó hacia otra puerta donde lo sentó en un demasiado cómodo asiento de baño. ¡Increíble que el dinero comprara cosas así! El pobre Misaki se quedó allí sentado y demasiado avergonzado para hacer nada porque el maldito Asami estaba de pie frente a él con los brazos cruzados, esperando a que hiciera lo que tenía que hacer. Al final el menor no pudo soportarlo más y lo miró con enfado.
—¿Sabes el significado de privacidad?
—Si —la respuesta fue indiferente.
—¿Entonces?
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CAMINOS CRUZADOS
FanfictionAsami Ryūichi es un poderoso empresario y yakuza de Japón. Un hombre dominante acostumbrado a nunca recibir un no como respuesta. Tiene una relación con Takaba Akihito , un rebelde fotógrafo siempre en busca de una primicia. Por otra parte, Usam...