Misaki apenas si pudo trabajar esa tarde. Se sentía acalorado, avergonzado, emocionado y con ganas de más. Después de haber recibido una probada de lo que es el sexo con Asami, se preguntaba por qué fue tan estúpido para esperar todo este tiempo. Ahora estaba un poco molesto porque su amante tendría que viajar y no podría satisfacer sus deseos.
¿Desde cuándo se volvió tan libidinoso? No importaba, lo cierto es que ese hombre merecía cualquier mal pensamiento que le dedicó esa tarde.
Al terminar su trabajo, se fue directo a su departamento para cambiarse la ropa y luego ir a la cena. Todos confirmaron asistir por lo cual se sentía feliz y nervioso a la vez. Su amante y su hermano estarían reunidos por primera vez. Aún no decidía que hacer, estaba inseguro entre si le contaba a su hermano de una vez o lo dejaba para después. Le dolía el estómago de pensar en confesarse con la persona que se hizo cargo de él desde que era un niño. ¿Y si lo despreciaba?
Sacudió su cabeza intentando arrojar esos terribles pensamientos fuera de su mente. Cerró el agua de la ducha y se envolvió en una bata de baño, luego comenzó a secar su cabello mientras repetía una y otra vez su encuentro con Asami. Su rostro se puso rojo y no era por el secador, sino por las imágenes vergonzosas que llenaban su mente.
—¡Cálmate! ¿Qué pensaran los demás si te ven así?
Se habló a sí mismo en el espejo y luego se fue a su cuarto para vestirse. Se puso un traje azul nuevo, con toda la ropa que le compraron tiempo atrás le fue imposible usarlos todos, este era un buen momento para usarlo. Anudó la corbata con una destreza increíble para su talento, pero luego de hacer lo mismo todos los días, finalmente logró que el nudo quedara derecho. Se puso perfume y dio un último toque a su cabello. De salida guardó su billetera, llaves y móvil, se puso la chaqueta del traje y caminó hacia la puerta donde calzó sus zapatos antes de salir hacia el auto.
Todo lo que llevaba puesto era nuevo, hasta el bóxer y eso lo hizo sentir... extraño. Es decir, iba a verse con su familia y amigos ¿no sería mejor vestirse como siempre? Tal vez algo más casual... Dudó en su camino hacia el auto por un momento y luego le preguntó al conductor.
—¿Crees que es demasiado para una cena informal?
—¿El señor Asami va también?
—Si —asintió un par de veces con la cabeza.
—Con él a tu lado nunca es demasiado. Siempre viste elegantemente.
—Tienes razón, mejor así.
No quería desentonar al lado de su novio, si debía vivir siempre con una corbata al cuello, pues eso haría.
La ansiedad lo golpeó de nuevo en el trayecto hacia el restaurante. Esa noche muchas cosas podían suceder. No pudo decidir qué hacer respecto a Asami de modo que decidió rendirse y dejar que las cosas pasaran como tenían que pasar.
El restaurante estaba ubicado en la parte más alta en un edificio de varios pisos, más abajo funcionaban casinos y bares por lo que la gente que se movía por el lugar era bastante considerable. Tan pronto salió del elevador vio que el lugar era majestuoso y precioso. Desde la entrada era posible ver el lujo y el dinero invertido en el lugar. Al ver las personas dentro, agradeció profundamente vestirse elegantemente pues todos allí parecían vomitar dinero. Una adorable joven se acercó para pedir su nombre, tan pronto supo de quien se trataba su mirada lo recorrió de arriba abajo y luego volvió a sonreír... eso fue molesto. Esa mirada lo hizo sentir como si no perteneciera al lugar, pese a su molestia, Misaki le devolvió una sonrisa cordial y se dejó guiar hacia las escaleras escaleras que conducían a otro nivel donde solo la crème de la crème lograba entrar.
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CAMINOS CRUZADOS
FanfictionAsami Ryūichi es un poderoso empresario y yakuza de Japón. Un hombre dominante acostumbrado a nunca recibir un no como respuesta. Tiene una relación con Takaba Akihito , un rebelde fotógrafo siempre en busca de una primicia. Por otra parte, Usam...