Takaba subió todo a su departamento, sintiéndose muy animado, fue a la sala para poner un poco de música que acompañara su felicidad. Mientras lavaba todo lo utilizado en la feria y ordenaba muy bien la cocina, cantaba y bailaba sin parar. No había recibido ninguna llamada de Akihiko pero estaba seguro de que se verían. Esta vez no le daría la oportunidad de escaparse. Con esto en mente, se fue al baño y comenzó a prepararse para su encuentro fortuito.
Lavó muy bien su cuerpo, estregando tan fuerte que su piel se puso un poco roja pero no le importaba, estaba seguro que para cuando llegara la hora del encuentro, su piel volvería a la normalidad.
Se tomó su tiempo para escoger todo su atuendo, prestando especial atención a su ropa interior. Quería verse muy sexy para que el escritor no tuviera duda que entre él y Misaki él era el mejor. ¿Cómo podría compararse ese horroroso chico con él? Tenía un cabello dorado poco común en Japón al igual que sus ojos azules y un cuerpo sexy.
Él sabía muy bien el efecto que causaba en otros hombres, lograba seducirlos sólo con una mirada. ¿Misaki? Seguramente el escritor tuvo lastima de él porque no había nada agradable para ver. Era flaco, débil y encima vestía realmente feo. Tal vez tenga alma de perchero porque la ropa era tan grande que le colgaba. Patético.
Después de ponerse la ropa, se tardó unos buenos minutos acicalando su cabello, al terminar se observó en el espejo varias veces y luego de ponerse algo de colonia salió del baño hacia la habitación. No dejaba de mirar su teléfono una y otra vez mientras ordenaba todo. Al final, cuando ya no sabía que más hacer, salió de aquel departamento antes de que se volviera loco. Si Akihiko lo dejaba plantado de nuevo iba a sentirse muy mal.
El escritor por su parte había terminado su manuscrito relativamente temprano, así que se dedicó a ver en internet el listado de los hoteles de la ciudad. Se tomó su tiempo pues quería que esa noche fuera especial para ambos, casi al final pudo ver uno con una suite para enamorados muy hermosa, ese sería el elegido.
Se dio una ducha y luego se puso uno de sus mejores trajes, se movía rápidamente pues deseaba llegar temprano al hotel y arreglar todo personalmente para luego llamar al rubio. Sería una gran sorpresa y de sólo pensar en esa preciosa sonrisa su corazón se estrujaba de alegría. En verdad ansiaba estar al lado de aquel chico hermoso.
Tan pronto estuvo pulcramente arreglado, tomó su celular y llaves para salir. Justo cuando bajaba por las escaleras alguien tocó la puerta sobresaltándolo. ¿Será Misaki? Pero la tiene llave.
—Espero que nadie intente molestar ahora.
Con fastidio abrió la puerta decidido a mandar a volar a cualquiera que se interpusiera en su camino. Esa noche la pasaría con Takaba sin importar nada más. Le dio un fuerte tirón a la puerta con cara de malos amigos, hasta que vio a quien estaba de pie allí con una sonrisa ladina en su rostro.
—No me has llamado, así que vine.
—Takaba —el rostro del escritor se iluminó como un árbol de navidad.
—¿Puedo pasar?
—Sí, claro...—Akihiko se movió hacia un lado para darle paso—. Pensaba llamarte tan pronto estuviera en el hotel.
—¿Ibas saliendo para allá? —Takaba entró en el departamento como si fuera el suyo propio—. Pensé que me dejarías plantado y por eso vine.
—Nada mi impediría verte hoy —Akihiko caminaba tras el rubio viendo con ardiente deseo ese muy bien formado trasero.
—¿En serio? —Takaba se giró de repente haciendo que el mayor chocara con él. Takaba no perdió el tiempo y de inmediato se aferró al cuello del mayor haciéndolo bajar por un beso que no fue para nada casto.
ESTÁS LEYENDO
CAMINOS CRUZADOS
FanficAsami Ryūichi es un poderoso empresario y yakuza de Japón. Un hombre dominante acostumbrado a nunca recibir un no como respuesta. Tiene una relación con Takaba Akihito , un rebelde fotógrafo siempre en busca de una primicia. Por otra parte, Usam...