En la mañana del día siguiente, Kirishima recibió la noticia del golpe dado por la familia Usami a su jefe. Esto era algo que debía atenderse inmediatamente por lo que desde muy temprano comenzó a llamar al número de Asami, sin embargo, las llamadas nunca fueron respondidas.
Sabia por los hombres que hicieron guardia esa noche que tanto Asami como Misaki pasaron la noche juntos en el departamento y nada excepcional sucedió ¿Por qué no contestaba?
Decidió conducir para buscar a su jefe directamente, sin dejar de insistir en su celular durante todo el trayecto pero siempre con el mismo resultado.
Dentro de una habitación a oscuras, dos cuerpos se retorcían mientras permanecían completamente unidos. Por increíble que parezca, Asami despertó para hacerle el amor a Misaki lenta y tiernamente, permitiendo que un par de orgasmos se deslizaran suavemente mientras disfrutaban de besos y caricias llenas de dulzura.
El teléfono de Asami volvió a sonar sacando a Misaki de su ensoñación, el mayor de inmediato comenzó a besarlo para evitar que se distrajera pero era demasiado tarde.
—¿Por qué no contestas?
—Ahora estoy contigo, no me importa nada mas —el mayor siguió dándole continuos besos por todo su cuello y mandíbula, moviendo su cadera despacio para darle penetraciones profundas a Misaki quien no podía dejar de estremecerse y gemir placenteramente.
—Asami...
—Misaki, me seduces con esa mirada —al terminar de decirlo, dio un par de golpes fuertes que obligó al pequeño a gritar y arquearse. Sus manos aferradas al cuello del hombre que pretendía matarlo... pero del gusto.
—Ahí.... Un poco más... —las suplicas sonaban demasiado sensuales al oído de Asami.
—¿Mas? —el mayor comenzó a golpear con fuerza en esa parte que sabía le daba tanto placer a su pequeño— ¿Así?
—Ahh... Asami...
Misaki se aferraba con piernas y brazos a su amante mientras las penetraciones lo obligaban a cerrar fuerte los ojos. Se sentía increíble cada golpe en su interior. Sabía que de nuevo sentiría algo de dolor pero estaba decidido a usar muletas si era necesario.
Después de dos empujones realmente fuertes, un espasmo recorrió el cuerpo de Misaki haciéndolo gritar y estremecerse sin control. Apenas si fue consciente de la manera en que el miembro de Asami palpitaba derramándose en su interior. Ambos se quedaron abrazados robándose besos entre jadeos y sin ganas de separarse.
Una hora después, Misaki se escabullía desde el departamento de su amante hacia el suyo, envuelto en una bata de baño demasiado grande para ser suya, con el rostro rojo y la mirada alerta por si se encontraba con alguien. Si bien se sentía avergonzado por su comportamiento libidinoso, también una enorme felicidad lo llenaba hasta desbordarse por cada uno de sus poros.
Asami me dio la llave de su departamento.
Antes de salir, el mayor lo obligó a memorizar un código que debía usar en el elevador tanto para subir como para bajar de su piso, también le entregó una llave para que pudiera entrar cuando quisiera.
Misaki observaba algo tan simple pero que a la vez significaba todo... su relación avanzaba muy rápido y aunque e ratos el vértigo lo mareaba, en verdad se sentía feliz y completo. En un acto de extremo romanticismo, puso juntas las llaves de ambos departamentos y luego cerró su puño para luego besarlo... ¡su esperanza de ser feliz con ese hombre era enorme!
Como ya se había duchado después de algunos juegos sexuales bajo la regadera, solo tuvo que ponerse su traje tan rápido como el dolor en su cuerpo le permitió y pronto estuvo listo para tomar el elevador y bajar al primer piso donde esperaría a Asami con quien quedó para ir a la oficina.
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CAMINOS CRUZADOS
FanfictionAsami Ryūichi es un poderoso empresario y yakuza de Japón. Un hombre dominante acostumbrado a nunca recibir un no como respuesta. Tiene una relación con Takaba Akihito , un rebelde fotógrafo siempre en busca de una primicia. Por otra parte, Usam...