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No podía moverse.
No podía respirar apenas.
Iba a matar a Lance.
A Lance y su carita de dormido, su respiración pesada y su pelito revuelto, pero por encima de todo a su maldita agarre, ¿de dónde demonios sacaba tanta fuerza?

-Lance, tengo que ir al baño, suelta,_nada ni aunque le murmurase eso se iba a inmutar.

Probo por cuarta vez soltar a su chico de su cintura, para eso lo cargaba y se lo llevaba al baño con él.

-Lance, sé que te mola estar acurrucado como si el mañana no existiera, pero tengo que ir a mear,_lo movió de un lado a otro, con cuidado de no hacerle daño alguno, pero si para despertarlo.

-Mmm~, cinco minutos más Keith,_se volvió a acurrucar aumentando el agarre.

-¡No puedo aguantar más y menos si me aprietas!,_se quejó e intento sacárselo de encima, que no os engañen que parece delgado pero pesa.

-Vale, vale, me das un beso y te suelto,_la sonrisita tonta y de superioridad de Lance se hizo presente.

-Una ostia es lo que te voy a dar, que no, que te quites ya,_simpático como el solo, solo consiguió un nuevo apretón por parte del cubano.

-Solo un besito,_Keith chasqueo la lengua y lo beso, pero nada, que no se soltaba.

-Lance, te quiero, pero enserio te voy a ostiar, ¿qué parte de me estoy meando no entiendes?,_la paciencia del azabache había aumentado con los años, eso sin duda, pero Lance adoraba jugar con fuego y iba a terminar por quemarse.

-Has sido malo, quiero un besito pero con sentimiento, con alegría,_le dijo realmente divertido, muy espabilado estaba el cubano, seguro que Habi fingido estar dormido para tocarle los huevos.

-Te vas a cagar con los besitos de los cojones,_pero no nos confundamos, que el que antes se pone contento es el moreno, sobre todo por las mañanas, eso de no dejarlo mear le iba a costar un calentón.

Y allá que iba, a dejarlo sin aire, a liarse con él como antes de echar un polvo, con pasión y con lujuria, enredando ambas lenguas, acercándolo hacia él de la nuca, jugando con el pelo un pelín más largo de su cuello.
Como subía la temperatura.
Y como le había subido al cubano el calentón.
Menudo calentón mañanero.
Y Keith jugo sucio, en cuanto las manos traviesas de Lance se colaron bajo su camiseta, soltaron el agarre y pudo moverse, lo atrapó bajo él, todo sin cortar el beso, que no sabéis estos chicos lo que han aprendido en poco tiempo, cogió las esposas y se las puso, ahí atadito a la cama.

-¿No decías que querías mear?,_excitado y bien calentito el latino corto el beso,_creía que te molaba más estar atado.

-No, no, no, no es un premio es un castigo,_lo volvió a besar divertido mientras su mano traviesa saludaba a su sexo, que estaba bien despierto e impaciente,_mojadito y todo.

-Es tú culpa,_y unos movimientos de mano y muñeca certeros del medio galra le arrancaron unos suspiros y unos gemidos roncos muy, pero que muy tentadores.

-Lance, acaba tú,_le dio un besito en la frente y con la sonrisa más pícara que Lance le había visto en su vida lo dejo ahí,_voy a mear gracias por soltarme,_le guiño el ojo y se perdió en el baño.

-¡¿Estás de coña, Keith?!, ¿Keith?,_eso era injusto, pero si le iba a reventar la polla, que no, que no podía dejarlo así tal cual, encima maniatado, ¿cómo iba a soportarlo?

Paso un rato y nada, que estaba bien cachondo y su chico encima desfilando desnudo, delante suya sin pudor ninguno.

-Me pase, te juro que te dejo ir a mear cuando quieras, pero por favor, Keith, ayúdame o llévame a urgencias me va a reventar,_los ojitos de suplica del cubano derrietieron al moreno un poco, solo un poco, como para arrastrarse a cuatro patas y terminar con su boquita lo que empezó con las manos.

Si queréis continuación de esta o cualquier otra historieta, os espero en los comentarios.
Mil gracias por leer mis movidas.
Squire White

Klance one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora