⭐️150⭐️

195 15 4
                                    

Ahí estaba ese chico.
Con el pelito recogido en la nuca, un par de pinzas para apartarse el flequillo y la carita llena de pintura.

Lance lo miraba, bueno lo observaba, qué demonios, se lo estaba comiendo con los ojos.

Su piel morena contrastaba a la perfección con esa piel clarita, sin un lunar, sin una mancha.
No se había acercado aún a él, que va, pero tenía imaginación.

Y en su imaginación sus cuerpos encajaban muy bien, mejor aún en sus sueños húmedos.

-Oye, Keith, me voy a casa, ¿te vas a quedar hasta terminarlo?,_su hermano mayor era un alumno del cuadro de honor, un tipo simpático, lo contrario a él, no por no sacar buenas notas, sino por la simpatía.

-No creo que lo termine hoy, me quedaré un poco más y ya, ¿a quién le toca hoy?,_le preguntó, como si nada.

-Te toca a ti, ¿quieres que te lo cambie?,_Shiro miraba con atención los trazos del menor, era un crío y ya exponía en galerías de arte y eso que aún estaba estudiando.

-No hace falta, me las apañaré, llámame si ves que no llego a casa, que no quiero poner alarma,_Lance podía verlo hacerle ojitos al japonés, sabía que eran hermanos, algo le estaría pidiendo.

-Vale, vale, y otra cosa,_lo miro con esas sonrisas de hermano cabroncete que ya conocía,_no me habías dicho que tenías un admirador,_le susurró, y Lance pudo disimular mirar al otro lado,_oooh, pero si te has sonrojado, que mono, ¿es que te gusta?

-Shiro, recuerda que me has pedido el coche este fin de semana, que te calles, Jodeeeer,_le respondió completamente sonrojado y apartándolo.

-Vamos, venga, no seas así, solo procura que no vea los bocetos que hiciste de él,_ya está Shiro tuvo que correr por su vida, con el eco de insultos en coreano por parte de Keith.

Keith lo había pillado mirándolo, no sabía que Lance lo miraba.
Que era un chico popular.
Esos tipos simpáticos y guapos de cojones.
A veces le parecía fanfarrón e insoportable, que también lo era, pero tenía otras facetas bobas que lo compensaba.

Y así se pasaron la tarde, el cubanito fingiendo que leía un libro mientas veía a Keith, y el más bajito intentando concentrarse, sabiendo que lo observaban.

Ya era tarde, Shiro le dio un toque.
Así que a su casita a hacer la cena, la gracia en ningún lado, pero su hermano mayor era pésimo en la cocina, quería comer decente.
Y que le tocaba.

Lance lo había vigilado recoger, iba a disimular y a pirarse, la tontería de siempre, porque el azabache también fingía que no lo veía, fingía, porque pasaba despacito para poder ver bien al chico de pecas.

Pero Keith tenía otros planes, que lo mismo colaba, lo mismo no, pero llevaban con la gilipollez desde que empezó a pintar ese cuadro.

-Oye, ¿tú crees que está saliendo decente?,_le preguntó.

Lance había empezado a hiperventilar cuando estaba a 10 metros ahora sentado a su lado..., que se le iba a salir un pulmón, que el más bajito nunca había hecho eso.

-¿D-Decente?,_le preguntó, aún con la carita bien pegada al libro, que el azabache estaba igual o peor.

Pero disimulaba.., el sonrojo por ejemplo no, pero el aparentar estar tranquilo si.

-Ya sabes, el cuadro, llevas un tiempo mirando, ¿no?, además no tienes pinta de fanático loco o algo así,_el de tez clarita se felicito por conseguir no tartamudear, se estaba muriendo de vergüenza, pero todo en orden mientras Lance no lo mirase.

El ojiazul dejó que pasasen unos minutos, minutos en los que su caóticamente buscaba una salida heroica y no que ese chico que le gustaba lo tomase por un acosador.

-Bueno, no me estaba fijando,_le respondió finalmente.

-Lance, que tienes el libro del revés,_Lance se dio cuenta y en ese momento hizo contacto con los ojos de Keith.

Morados, grises, azules, enigmáticos y lo miraban como si con solo eso pudiera saber que pasaba por su mente, encima estaba sonrojado y se veía adorable con los matices del atardecer.

Que de ser por él le daría besitos en cada mancha de pintura, le quitaría esa sonrisa burlona, que no sabía si estaba de cachondeo o riéndose de él.

-No puede ser,_el azabache  empezó a reír nada más ver su expresión y con los nervios Lance no pudo evitar imitarlo.

-Lo siento, lo siento, n-no quiero reírme de ti,_tenía las mejillas aún más rojas y esa expresión relajada, como si se hubiera quitado los nervios a carcajadas, que lo adoraba y no podía evitar mirarlo.

-Y-Ya es solo que estoy nervioso,_le dijo el de tez morena,_en realidad no veo lo que dibujas, solo te miro a ti hacerlo,_le dijo más calmado con voz bajita.

El más bajito podía ver como los dedos finos de ese chico, el falso lector, jugaban con algunas páginas y con la portada del libro.

-Y-Yo también te miro a ti,_le respondió el ojivioleta, con una sonrisa cálida.

La mano manchada de pintura del coreano buscó las manos nerviosas del más alto, para entrelazar sus dedos.

-Me gustas,_le dijo el cubanito dándole un apretón.

-Tú a mi también._Keith también le dio un apretón, que le gustaba mucho.

Y ahí estaban los dos tontos, sin mirarse, completamente rojos mientras el atardecer pasaba a ser noche.

Shiro volvió a llamar y ese toque hizo que los dos dieran un respingo.
Se dieron su número, para quedar y eso.
Lance seguía viéndolo pintar, pero a su lado, manchándose también de pintura.

Si queréis continuación de esta o cualquier otra historieta, os espero en los comentarios.
Mil gracias por leer mis movidas.
Aka 💕

Klance one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora