Quería fiesta, quería marcha y sobre todo compañía, nada serio un polvo, que le daba igual a estas alturas, que llevaba un buen tiempo sin echar un buen polvo.
Vestirse no era un problema, tenia más que claro que iba a provocar, así que nada, camiseta de tirantes negra, algo corta, por enseñar el piercing del ombligo, que estaba para algo, medias de rejilla y un pantalón de puntillo negro, que menudo culazo le hacía.
Que iba de putón, punto, botas negras chupa de cuero y al lío, un ratito en la moto y al jaleo, que si piso no pillaba cerca de la fiesta.
-Pareces un desesperado así,_Shiro era su hermano, ya sabía que lo iba a regañar, no a frenar, que era libre.
-Lo estoy un poco, no tengo tu suerte,_le saco la lengua, luciendo el otro piercing, quitando las orejas y el del pezón, no llevaba ninguno más.
-No seas tonto y usa protección, igual encuentras algo más que un polvo,_le revolvió el pelo, que daba igual, Keith no era de los que se peinaban, pero le daba rabia la frase dicha.
-Si un folla-amigo,_el japonés le soltó una colleja y le prohibió conducir si bebía.
No era ni tarde ni pronto, horita buena, no tenía ganas de estar encerrado, Hunk con Shay de cita, Allura pasando de él, su crush ignorándolo por otro, eso dolía, que la albina lo marcó un poquito, que sería capricho, pero menudo capricho.
Esa noche, beber, emborracharse, follar y listo, que tenía el piso solo, hacerlo en una cama era una gozada, estaba cansado, una camisa azul, un vaquero y unos tenis, con su chaqueta de siempre, que no iba a ningún garito de lujo, en los más indecentes más salida la gente.
Y ahí llevaban los dos un par de horas, Lance, cubano, alto y guapo, dándolo todo en la pista, pero que nada, no picaba ninguno.
Y Keith, en la barra, que se cruzó con un antiguo medio rollo, medio serio y no, no le puso buen humor verle comerle la boca a otro, que quería que se la comieran a él, bebería y se iría a casa o andando o en taxi, porque no estaba de humor para tirarle a nadie la caña.
Pero el destino es caprichoso, también un poco cabroncete, y al final se chocaron, en la salida, concretamente los echaron a los dos, como si fueran tenido algo que ver en una pelea a la salida de los baños.
-Vaya mierda de día y de suerte,_el azabache maldecía, si es que no, iba algo perjudicado, pero no como para darse por contento.
-No tienes ni idea, ¿habías ligado?,_el cubano estaba también algo pasado de copas, no mucho, pero si alegre.
-Ojalá, vi a mi ex y no, no fue bien,_Lance lo miro, vaya típico, vaya cuerpazo, si él fuera su ex le pedía o un polvo o volver.
-Joder, bueno yo llevo dos horas y pasan de mi cara, así que espero que te consuele,_keith le hizo un repaso rápido al de ojos azules, nada mal, pero que nada mal.
-Tontos son de pasar de tu cara, te dejaría que me empotres, pero no tienes pinta de que te vaya mi rollo,_y todo paso en Segundos, de la broma absurda al beso que les dejo sin aire.
Confirmado, Lance era bi fijo, intuición de gay de Keith, y bueno surgió y de comerse la boca, de pelear con sus lenguas pasaron a llegar al apartamento del moreno.
-¿Vives solo?,_Lance negó poniendo los cerrojos, la seguridad en todo y ante todo.
-No pero este finde el piso es mío por completo, podemos hacerlo y hacer ruido, decías que te empotrase,_el ojivioleta se rio y se dejó hacer, que Lance lo cargo y le apretó el culo, que eso lo ponía.
Y así a medios pasos del cubano llegaron a la habitación, el show de siempre, ropa fuera a tirón limpio, calor que empieza a ascender y a despertar ciertas zonas, lubricante y condones.
-Con condón,_Lance asintió y se lo dio al más bajo, que se lo puso con la boca, que si la tenía dura, se le puso más,_a ver si me vas a romper con ese monstruo,_que no sabéis el arma letal que tenía ese chico entre las piernas.
Lance rio algo nervioso, otra vez que se comían la boca, el azabache se cansó de preliminares, chupetones que no le molaban, caricias tontas y sobre todo, juegos quería hacerlo y duro.
Y los dedos entraron, dilataron y prepararon el interior, no era muy estrecho, pero tampoco una locura, así que entro despacio, que se sentía genial, pero no quería abusar, con cariño, que no se notase la desesperación.
-Muévete de una vez, Lance, que me rompas joder,_esa orden era lujuria, lujuria y falta de cordura, pero la cumplió sin quejas.
Entre beso y beso se habían dicho sus nombres, pues ahora gritaban el del contrario, sobre todo el de tez pálida.
Menudo vaivén llevaban, gemidos, chasquidos y el sonido de su piel chapotear, sudor, calor y sexo, ese era el ambiente de la habitación.
Lance aumentaba y aflojaba el ritmo, le comía la boca y mientras Keith se metía mano a sí mismo y gemia, que gustó y que placer, pero sobre todo, que puntería tenía el de ojos azules.
Así duraron más de lo previsto, hasta que la voz suplicante del más bajito por más fuerza y velocidad se apagó, a cambio dejó algo de ronquera y falta de aire.
Menudo polvo, menuda noche, que querían repetir una vez más y repitieron, pero cometieron un error, dormir juntitos, compartir calor en esa noche fría.
Que a la mañana siguiente, se dieron cuenta, que se atraían, se gustaban, mucho, como para quedar, como para hacer algo más a parte de follar.
Que se hicieron novios de jiji jaja, con todo lo que implicaba, apenas se apostaba por ellos, pero aún siguen, con su alianza en la mano y su promesa de amor eterno.
Si queréis continuación de esta o cualquier otra historieta, os espero en los comentarios.
Mil gracias por leer mis movidas.
Squire White 💕
ESTÁS LEYENDO
Klance one-shots
Hayran KurguKeith, de piel clarita, ojos violeta, carácter imposible y coladito por el cubanito. Lance, morenito, ojos como el mar, completamente alocado y coladito por el medio galra. Son como el fuego y el agua, como el gato y el perro. Pero todos los polos o...