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Que todo había pasado muy rápido.

Que no se podía hacer nada, hablamos de alguien impulsivo.

Hablamos de Keith.

Que el peligro lo llama, sobre todo cuando hay que salvar a alguien.

No iba a dejar que nadie matase a niños, ni pensarlo.

-Como te desangres y te mueras no te lo perdonaré,_le dijo Shiro, lo llevaba cargado a sus espaldas, en mitad del campo de batalla, esquivando todo lo que podía mientras el resto los cubría.

Rojo estaba alterado, atacaba sin compasión aún sin Keith dentro, todo para proteger a su paladín.
Muestra de la gran conexión entre ellos.

-N-No me voy a morir, es un corte de nada, p-puedo seguir luchando,_le murmuraba a Shiro, pero era mentira, era una jodida mentira, apenas podía mantener los ojos abiertos.

-Claro que si, te pongo una tirita y volvemos,_le soltó el mayor, que lo quería como a un hermano, pero es que iba a estamparlo contra el suelo.

Las luces de los disparos, el fuego, el sonido de los gritos y el choque de espadas de fondo, pero sobre todo la sangre saliendo a borbotones de su espalda, y ese pitido en su cabeza.

Todo se iba convirtiendo en luces y flashes, mientras notaba el calorcito y el vaivén del cuerpo del mayor, se aferraba a él, era su salvación como siempre.

Iban ganando, eso era lo bueno, la liberación de los niños fue crucial, pero es que les había costado mucho.

-¡Lance, tranquilízate o vas a darle a alguno de los nuestros!,_le regañó al paladín verde, es que desde que vio como ese malnacido atacó a "su chico" por la espalda.., no se pudo controlar.

-Chicos, Keith y Shiro están en el castillo, a salvo,_les anunció Allura,_no se divisan más naves galra, así que tenemos vía libre para huir, Marmora dice que se encarga del resto.

Y era cierto, no quedaban soldados galra en pie, no en esos momentos, habían huido, y los prisioneros eran libres, solo quedaba llevarlos a un lugar seguro.

Por la situación, Marmora se hizo cargo, órdenes de Kolivan, que no lo diría en voz alta, pero adoraba a ese crío.

Por ese crío, nos referimos a Keith, tenía ese espíritu fuerte y luchador de su madre, y siempre admiraría eso.

-¿Cómo está?,_Hunk le quito las palabras de la boca al cubano, que se le veía desesperado.

-Ha perdido bastante sangre, pero está estable, se niega a meterse en una vaina, así que Shiro lo está intentando curar, ya sabéis lo cabezota que es,_Allura suspiró, que Keith era muy suyo.

-Oh, ya verás como se mete, aunque sea a rastras,_el ojiazul estaba que se subía por las paredes, ¿no curarse?, pasaba el corte de pelo que había escogido, pero esas tonterías no.

En el cuarto de curas Shiro había batallado con una vía y el suero, menos mal que la princesa le echó una ayuda y Keith se portó.

Más o menos.

-Vale, hemos cortado la hemorragia, pero hay que quitarte el traje con cuidado y coser, ¿vale?,_el azabache asintió, las cosas con prisas y miedo nunca se hacen bien.

Klance one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora