Estaban solos, casi solos y con toda la tarde por delante.
Y las ganas no eran pocas.
No, para nada, que se comían con los ojos.-Keith, yo me voy con Adam, ¿vais a estar bien aquí solos los dos?,_Shiro estaba preocupado, estaban prácticamente en cuarentena, y a su hermanito no le daba la gana de irse con él.
-Que si, mamá me dio persmiso, Lance tiene permiso de sus padres, tenemos comida de sobra, vete,_Shiro abrazo con fuerza a su renacuajo rebelde.
-Tú ven aquí también,_Lance se unió al abrazo, el cubano adoraba esa fraternidad que tenía Keith con su hermano mayor,_cuidaros mucho, podéis coger mi play y mis juegos, hay un montón de series buenas, cualquier cosa me llamáis a mí que estoy más cerca,_los apretó un poquito y cogió su bolsa,_a Cosmo la podéis sacar solo uno y que nadie si os acerque, y usar condón,_les dijo eso bajito antes de cerrar la puerta y perderse por el pasillo, Keith le había gritado más de una tontería, como si él no fuera a irse con su novio.
Lance no pudo evitar reír al ver a su chico acalorado, que no, que a esas alturas ya se conocían todos y se sabía de sobra que iban a hacer los dos juntitos.
-Venga, no te cabrees,_le apartó el pelito y le dio un besito en el cuello, mala idea esa, o buena, dependiendo del objetivo.
Y el objetivo de Lance no era inocente, quería jugar, jugar con fuego.
-No sigas por ahí,_Keith se dio la vuelta, lo agarró por la cintura, pegó su frente a la contraria,_¿no se supone que debemos mantener distancias?, estamos en cuarentena,_le recordó.
-Se supone, pero yo no tengo síntomas ni he tenido contacto con la gente que dio positivo, y tú tampoco,_Lance enredo sus dedos finos en el cabello rebelde y alocado de sé chico.
El ambiente se calentaba, se calentaba y mucho.
Ya estaban las manos traviesas del cubano apretando el culo del ojivioleta, elevándolo un poco, que así era más fácil la tarea de comerse la boca, ya pegaría el estirón Keith, ya.-Oye, ¿no vamos muy rápido?,_que en realidad tenía ganas, pero era su forma de comprobar que el de tez más clarita estaba seguro.
-Sssh, si quieres parar, paramos, por mí está bien,_que era Lance el que iba a poner el culo y le saltaba con esas, que no pudo evitar la risita tonta.
-No, yo quiero seguir, contigo,_el chico de ojos azules como el mar lo cogió en brazos y con u cuidado infinito lo arrastro hasta la que sabía de sobra era la habitación de su chico.
Si antes estaban calientes, ahora ardían, estaban en llamas.
Sin vergüenza, sin ropa.
Piel contra piel.El sonido de las cuerdas vocales del azabache, tan ronco y tan seductor contra su espalda, que Lance estaba a cuatro, obedeciendo a su chico en todo y muriendo entre el placer de cada caricia y cada vaivén.
El cubanito suplicaba más, envuelto en la lujuria, el éxtasis, nadie lo sabía prender como Keith, y nadie ardía tan bien como el ojivioleta.
Keith se entretenía en aumentar la fuerza y el ritmo, provocando sonidos nada inocentes, aún menos las frases, súplicas y miraditas cargadas de deseo que el morenito le mandaba.
Un rato así y empezó a jugar con el sexo de su chico, joder, que Lance creía que iba a morirse si se pasaba toda la cuarentena así, pero si iba a morir así, bendito virus, solo esperaba que no se les acabasen los condones.
-O-Oye, ¿vas bien?,_por supuesto, esa vocecita ronca y rota en placer se preocupaba por él.
-Cl-Claro que sí, no pares, Keith, y-ya casi,_un sudor perlado cubría los cuerpos de ambos y hacía brillar aún más sus pieles.
Ese sudor se entremezclaba, mezclando sus olores, olía a amor, a vicio y a uno de tantos polvos, el primero de esa cuarentena al que se le unirían muchos otros.
Poco tiempo pasó para que Keith se corriera dentro, pero a Lance lo había estimulado antes, y no, no penséis mal, que solían terminar a la vez, muy coordinados estaban ellos.
-Oye, ¿a dónde vas?,_Lance seguía erecto, pero se estaba recuperando de uno de los mejores orgasmos de toda su maldita existencia, Keith tenía un extraño poder sobre él, como el que la Luna tiene sobre el mar.
-A terminar, bueno a que termines,_aún tenía la respiración entrecortada, pero tenía una muy buena o muy mala idea, depende de cómo se mire.
Lance vio a su chico bajar peligrosamente a una zona, bajaba dandole besos en el abdomen, sin pudor alguno, él seguía tumbado boca arriba, por motivos obvios.
Keith cogió el sexo de su chico con una mano, lo recorrió de raíz a punta con la lengua, mirándolo desde su posición, joder, el cubano estaba seguro de que acabaría en el infierno, pero ahora mismo solo era capaz de ponerse aún más duro y arder otra vez.
La boquita de Keith, su cabeza subía y bajaba, acompañada de los susurros y gemidos del más alto, joder, le estaba poniendo cachondo desde las vistas hasta el acto, joder es que eso era la gloria absoluta.
-O-Oye, apártete,_estaba a punto de correrse, avisó a tiempo, pero ese cabezota no le hacía ni caso, aprovechó su posición y tiro algo de su melena, apartándolo y claro, el cuerpo es el cuerpo,_dios, lo siento, lo siento,_Lance estaba completamente rojo, que le había saltado en la cara, lo limpió con las sábanas como pudo mientras el más bajito reía.
-No pasa nada, pero ya sabes que no me importa...,_Lance le tapo la boca, que le daba vergüenza que lo dijese en alto, él era incapaz de hacer eso, poner el culo vale, pero bajar ahí.., con la boca.., Keith lo respetaba y quería.
-Ya, pero, me da cosa, ¿qué tal una ducha y quitarte eso del pelo?,_le preguntó con una sonrisa tímida.
-Me parece un buen plan,_le dio uno de esos besitos ñoños, que todo estaba bien.
-Me alegra escuchar eso,_esa carita, mierda, Keith ya sabía que la había cagado, pero bien,_he traído un montón de mascarillas de casa, también compre algunas, como vamos a estar encerrados podemos probarlas todas.
-Oooh, venga ya,_el azabache maldijo en voz baja, pero se dejó mimar.
Menuda cuarentena de tonteo, polvos y potingues les esperaba.
Si queréis continuación de esta o cualquier otra historieta, os espero en los comentarios.
Mil gracias por leer mis movidas.
Aka 💕
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Klance one-shots
FanficKeith, de piel clarita, ojos violeta, carácter imposible y coladito por el cubanito. Lance, morenito, ojos como el mar, completamente alocado y coladito por el medio galra. Son como el fuego y el agua, como el gato y el perro. Pero todos los polos o...