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Donde Lance y Keith se van de luna de miel.

Se habían casado, una ceremonia sencilla, nada extravagante, a la orillita del mar.
Fue una boda simplemente perfecta y repleta de caras conocidas, porque seria sencilla, pero los invitados eran muy variados.
Pero sin duda las que más resaltaron fueron las madres de los novios, menudo cuerpazo tenía Krolia escondido, así de guapo era su hijo.

-Mmm~ cinco minutos más,_se quejó el medio galra, que quería dormir, que menuda nochecita, y no, no fue sexo, no del todo, que también habían ido de excursión.

-Pediré que suban el desayuno, toooodo sin lactosa,_recalcó el moreno, es que adoraba ver a su chico así, dormidito, tranquilo, con las sabanas revueltas y el cuerpo desnudo.

-Pídelo en un rato y duerme,_le dijo prácticamente arrancándole el teléfono de recepción de la mano.

-Vale, pero esta tarde vamos a patinar, deje la mañana libre para ir al spa,_le recordó el latino, punto para Lance, que al azabache maldita la gracia que le hacía el spa.

-¿Puedo pasar del spa?,_el cubano negó,_pero si solo van a ponernos potingues, te los puedo poner yo y sería lo mismo,_se quejó, no había forma de convencer al cubano de no ir a ese sitio.

-Que no, que me hace ilusión y prometiste relajarte y portarte bien,_le dio un piquito tonto, si al final no se dormía.

-Vale, duérmete,_le exigió dándose la vuelta, como si estuviera de morros, destapándose algo más, que esa espalda llena de cicatrices y arañados ponía al cubano, y ni hablar de ese cuello con algún que otro chupetón.

-No tengo sueño, me quedo contigo,_le dijo a la vez que se movía y lo acurrucaba, menudo era su chico, la fierecita.

Le acarició el pelo una vez que se quedó dormido, antes no, porque se lo corto para la boda, era tan mono.
Porque le prometió a él que iría formal, por eso y porque Shiro y su madre lo medio convencieron, que ese cambio le sentó de lujo.
Pero Lance tenía más que claro que su chico adoraba llevar el pelo largo, la melena iba a volver.
También tenía claro que desnudo, con el pelito corto y esa nuca al descubierto.., que lo miraba y se le ponía dura vaya.

-Lance, para,_murmuró el azabache medio dormido,_duerme tú también.

-No puedo, es que si te veo no me dan ganas precisamente de dormir,_le revolvió el pelo y le dio un piquito más.

-Enfermo, tú también estás desnudo,_le recalcó ahora alejándose de él.

-Perdona, tú vas provocando, dándote la vuelta para que te vea el culo,_el cubano hinchó las mejillas, que un polvo mañanero le gustaba a todo el mundo.

-¿No querías desayunar?,_le preguntó dándose la vuelta, visualizando el monumento que tenía delante, que la piel morena de Lance era adictiva.

-Tú lo has dicho, quería, ¿no querías dormir?,_le preguntó alzando la ceja, que ya se conocían de sobra.

-Quería, del pasado,_se acercó un poquito a Lance y se alejó cuando iba a besarlo,_de eso nada, vas a arrastrarme al spa,_es que a la fierecilla le gustaba jugar.

-Ooh, venga ya,_el cubano se quejó, que os pongo en situación, Keith desnudo, sobre el cubano, sobre su paquete básicamente, sin aplastarlo, moviéndose sutilmente y con poca inocencia, esquivando besos y cogiéndolo de las muñecas, para que no se le pusiera dura.

Klance one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora