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Lance estaba de morros, llevaba así toda la semana, desde que Allura le confesó a él y al resto de sus amigos que estaba conociendo a alguien.

Y si, la albina había puesto esa cara, la de enamorada, la de ilusionada.
Esa que quería que pusiera con él.

¿Y lo peor?
Que llevaba saliendo meses con ese chico al parecer y quería presentárselo a él y al resto del grupo.

Y pues maldita la gracia que le hacía al ojiazul.

-Allura, relájate, ya sabes que Lance es especial a veces, pero lo tendremos bien vigilado para que no la líe,_le aseguraba la italiana con una sonrisa.

-Pero.., ya sé que Lance está algo, ya sabes, que le gusto, ¿no será muy cruel que venga?, puedes decirle que si no le apetece puede no venir a la cena de esta noche,_le dijo la albina con cierto pesar.

-Allura, no es tu culpa que te guste un chico y las cosas hayan salido bien, además él está encaprichado de ti, no está enamorado ni nada, se lo diré de todas formas, pero estoy segura de que será lo suficientemente maduro como para comportase,_Pidge le sonrió para calmarla, y creedme que eso sirvió.

Por otro lado Shiro estaba nervioso, mucho, su hermano estaba en la ciudad, se veían poco, no quería dejarlo solo, ni de coña, además, él ya conocía  a Allura.

-Que te relajes, que me puedo quedar en tu piso y pedir algo, me quedo contigo hasta que encuentre piso, querrás vivir con tu novia, ¿no?,_le preguntó, sacándolo de sus pensamientos.

-¡Que no!, te quedas conmigo, aún no vamos a empezar a vivir juntos, llevamos saliendo sólo cinco meses, y Keith, córtate el pelo, mamá te va a matar cuando te vea,_le regañó, apartándole el pelito de la cara.

-Y dale, cuando me vea no se va a enfadar, me lo va a cortar y punto,_le respondió,_estás muy nervioso, Shiro, escúchame, a esa chica le gustas, ve y conoce a sus amigos, y si la cosa no sale bien o sale muy bien te dejo la casa vacía para que lo celebres,_por decir eso Keith se gano un golpe en el hombro y una miradita mala de su hermano.

-Esta noche te vienes, te vas a poner ropa decente y a portar bien,_le dijo entre serio y enfadado, que se sabía que iba de cachondeo, pero así..,  no le podía decir que no.

Nunca me negaría un favor a su hermano, ademas si algún amigo de la albina hacía el tonto pues ostia al cante.

Por otro lado, Lance estaba de mal humor, más bien triste, porque si, Allura le gustaba, mucho, pero ahora había encontrado a otro chico.., y él seguía pensando en ella, ese era el problema.

Su obsesión más bien era el problema real.

-Anda Lance, cambia esa cara, date una ducha y arréglate, por favor, Allura le ha dicho a Pidge que vendrá la hermana o el hermano menor de Shiro, ¿y si es una chica guapa?,_Hunk intentaba animarlo, había ido a su piso y todo,_no puedes pasarte la vida enfadado porque alguien que no te corresponde,_le regañó y eso le hizo click en su mente.

Que Hunk y Pidge tenía razón, Allura era feliz, él debería de alegrarse por ella y seguir con su vida, en lugar de deprimirse, enfadarse y sentir que no era suficiente para nadie.

-Eso haré,_le dijo muy seguro y saliendo disparado al baño, que a veces se hundía y otras despegaba y no pisaba el suelo.

-¡Lance, tienes una hora, sino llegaremos tarde!,_le advirtió el samoano.

Y creedme, que esos dos iban a llegar con el tiempo justo.., y Pidge iba a matarlos porque habían prometido pasarse a por ella.

-Ooh, por fin consigo verte otra vez, Keith,_Allura era una diosa de ébano, era preciosa, y se veía muy cálida y agradable, y si, al pelinegro le gustaban los chicos.

Klance one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora